Taller: AUTOCUIDADO DE MUJERES MIGRANTES. Diaconía.

TALLER DE AUTOCUIDADO PARA MUJERES MIGRANTES

Organiza: Diaconía

En este taller, te invitamos a sumergirte en un viaje de autodescubrimiento y fortalecimiento personal. Hemos diseñado cuidadosamente cada sesión para ofrecerte herramientas prácticas y conocimiento valioso, creando un entorno seguro y de apoyo mutuo.

Abordaremos temas esenciales para tu vida diaria:

  • Técnicas de Autocuidado Integral: Explorarás y aprenderás prácticas fundamentales para nutrir tu salud física, emocional y mental, encontrando tu propio ritmo de bienestar.
  • Gestión Resiliente del Estrés y la Discriminación: Te equiparemos con estrategias efectivas y recursos poderosos para afrontar y manejar las situaciones de estrés, así como para navegar y responder ante la discriminación, fortaleciendo tu capacidad de adaptación.
  • Conocimiento y Defensa de Tus Derechos frente a Delitos de Odio:  Adquirirás información clara y herramientas esenciales para identificar tus derechos y saber cómo actuar y protegerte ante cualquier manifestación de odio o discriminación.
  • Creación y Fortalecimiento de Redes de Apoyo: Fomentaremos activamente un espacio de conexión genuina para que construyas y afiances una red sólida de apoyo entre mujeres, compartiendo experiencias, inspirándote y creciendo juntas en comunidad.

¡Tu bienestar es el motor de tu fuerza! Te esperamos para compartir, aprender y crecer.

Taller de autocuidado para mujeres migrantes. Diaconía.

Univ. Carlos III: AYUDAS INSERCIÓN LABORAL MUJERES REFUGIADAS-ASILO

Universidad Carlos III – Madrid
II CONVOCATORIA DE AYUDAS DESTINADAS A LA INSERCIÓN SOCIO-LABORAL DE UNIVERSITARIAS REFUGIADAS O SOLICITANTES DE ASILO
– 23 de mayo de 2025 –

Universidad Carlos III - Madrid. II CONVOCATORIA DE AYUDAS DESTINADAS A LA INSERCIÓN SOCIO-LABORAL DE UNIVERSITARIAS REFUGIADAS O SOLICITANTES DE ASILO.La Universidad Carlos III de Madrid, dentro de la «Oficina Refugio» de su Programa de Cooperación Universitaria al Desarrollo, publica la II Convocatoria de Ayudas destinadas a fortalecer la inserción socio-laboral de mujeres universitarias refugiadas o solicitantes de asilo que residan en la Comunidad de Madrid.

Puede leerse la Resolución aquí abajo o descargarla en PDF pulsando aquí.

Informe ‘CUIDAR CON DERECHOS, VIVIR CON DIGNIDAD’

INFORME ‘CUIDAR CON DERECHOS, VIVIR CON DIGNIDAD’
equipo de trabajo del área de mujer de la red SJM

[tomado de la web del SJM, 27.3.25]

El pasado 27 de marzo se presento el informe ‘Cuidar con derechos, vivir con dignidad’, elaborado por el equipo de trabajo del área de mujer del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que recoge perspectivas de trabajadoras del hogar y cuidados de origen migrado, familias empleadoras y profesionales técnicas sobre los cuidados y el empleo del hogar. Desde el reconocimiento a esta labor y su aporte social, se analizan dificultades y se proponen alternativas para que los derechos a cuidar y ser cuidadas sean realmente garantizados en la sociedad. 

  • Descarga el Informe completo pulsando aquí.
  • Descarga el Informe en resumen pulsando aquí.
  • Mira aquí abajo el vídeo de la presentación del Informe:

En palabras de Susete Mourato, investigadora y autora principal del informe, “El sistema actual de cuidados a personas en situación de dependencia no garantiza su universalidad, sino que reproduce desigualdades de género y favorece la explotación laboral de las personas que trabajan en este ámbito. Cuidar y ser cuidadas es un derecho inherente a todo ser humano, pero sigue siendo un privilegio de unas pocas personas”.

Según el informe, el 58% de las mujeres entrevistadas no han obtenido contrato laboral ni seguridad social; el 35% no ha tenido ni vacaciones pagadas ni descansos; el 40% de las empleadas en régimen externo trabajan más de 40 horas semanales; mientras que casi una de cada cuatro encuestadas admite no tener ninguna oportunidad formativa.

Además, el 15% de las mujeres entrevistadas han sido víctimas de acoso sexual en el entorno laboral. En algunos casos “persisten actitudes clasistas, racistas y colonialistas que perpetúan relaciones asimétricas basadas en estereotipos que generan discriminaciones múltiples, como situaciones de maltrato y de violencia sexual en el entorno laboral”.

El informe sintetiza una serie de hallazgos sobre la situación de este sector. En España existe una desigualdad estructural en los cuidados, ya que son las mujeres quienes asumen mayoritariamente esa responsabilidad, lo que perpetúa la desigualdad de género y la precariedad de este sector, donde existe una alta informalidad y vulnerabilidad de derechos. Además, existe un modelo de políticas públicas de cuidados deficiente: las mujeres soportan esta carga y suplen dicho déficit en un contexto de mayor envejecimiento de población y de ausencia de medidas efectivas de conciliación.

Por otro lado, la complejidad en trámites de regularización administrativa, unida a la falta de información sobre la contratación para ambas partes, genera una inseguridad jurídica, alienta la informalidad laboral y la economía sumergida e invisibiliza esta labor. Todos estos factores generan sobreexplotación y tienen un alto impacto en la salud mental y física de las trabajadoras. 

INFORME 'CUIDAR CON DERECHOS, VIVIR CON DIGNIDAD'. Servicio Jesuita Migrantes. Trabajo. Migrantes.Para revertir estas situaciones, es necesario un cambio estructural que garantice el acceso a derechos sociolaborales, así como el reconocimiento del trabajo en cuidados como esencial y digno. Entre las recomendaciones que propone el informe, que el Estado promueva políticas que reconozcan los cuidados como un derecho; facilitar y flexibilizarla regularización y contratación de mujeres migrantes trabajadoras; establecer incentivos, asesoramiento y medidas de apoyo para familias empleadoras; prevenir riesgos laborales propios del sector, garantizando medidas de protección y acceso a seguridad social; y promover herramientas de sensibilización  social y cambio cultural que visibilicen esta labor esencial y contribuyan a erradicar prácticas discriminatorias hacia las mujeres trabajadoras.

El informe subraya la necesidad urgente de transformar el sistema de cuidados en España, priorizando la dignidad y los derechos de las trabajadoras del hogar y los cuidados. Para lograrlo, es imprescindible la colaboración de las administraciones públicas, las entidades del tercer sector y la sociedad en su conjunto. Solo con un esfuerzo coordinado será posible construir un modelo de cuidados más justo, equitativo y sostenible.

En palabras de una mujer empleada de hogar en Bilbao, participante en la investigación del informe, “que nuestras voces sean escuchadas y atendidas, que nuestra labor no se quede en la oscuridad, que nuestras peticiones como trabajadoras no se queden en bucle”.

Día de la Mujer 2025 – Empleadas de Hogar internas.

DÍA DE LA MUJER: LAS EMPLEADAS DEL HOGAR INTERNAS
8 de marzo de 2025

Ana María Ortiz para El Mundo de 6.3.25.


SON UNAS 40.000 MUJERES Y LA MAYORÍA EXTRANJERAS: «HAY QUE ABOLIR EL RÉGIMEN DE EMPLEADA DEL HOGAR INTERNA»
En la previa al 8-M, escuchamos a uno de los colectivos más vulnerables, las trabajadoras domésticas: «Se creen que somos todólogas. Te limpio, te cocino, te paseo al perro y le cambio el pañal al abuelo
«

Fue un domingo del año 2005. No se sabe exactamente la fecha, pero sí que era domingo puesto que es el único día en el que libraban las empleadas del hogar internas. Un grupo de ellas solían pasar su única jornada de descanso en el parque de Peñuelas, ubicado en el distrito de Arganzuela, en Madrid. Estaban Beatriz, Gladys, Marlene… Siete mujeres en total, todas migrantes, la mayoría colombianas.

«Allí, en el parque, además de intercambiar tips de qué pasa si un vino se derrama en la camisa, cómo se plancha esta ropa o cómo se hacen las lentejas, comenzaron a hablar de su situación: ‘Pues a mí me pagan más que a ti, pues mi empleador me dice que tengo que hacer esto…’. Se dieron cuenta de que si no conocían las leyes iban a estar oprimidas y empezaron a informarse de sus derechos… Como que despertaron».
LAS EMPLEADAS DEL HOGAR INTERNAS. SON UNAS 40.000 MUJERES Y LA MAYORÍA EXTRANJERAS.
En aquel parque las siete internas decidieron crear Servicio Doméstico Activo (Sedoac), formada por mujeres migrantes trabajadoras del hogar. Y años después la asociación alumbraría el centro en el que nos encontramos, situado en el madrileño barrio de Usera. Según una estadística del Ayuntamiento de 2018, el 17% de las mujeres de este distrito que entonces tenía un empleo formal (4.561) eran empleadas del hogar.

Preside la fachada del local un enorme letrero de no menos de 30 metros de largo: «Centro de Empoderamiento de Trabajadoras del Hogar y Cuidados» (Cethyc). Bajo él hay varios murales, en los que se ve a una mujer con el cepillo y el cubo de la fregona, a otra atendiendo a un anciano, a un grupo sujetando una pancarta: «Reivindicamos la igualdad plena de derechos, condiciones de trabajo justas y dignas».

Hasta aquí hemos acudido en la previa del 8-M para palpar la situación de uno de los colectivos más vulnerables del sector laboral: es el que mayor porcentaje de empleadas mujeres tiene, con un enorme peso de las migrantes y de quienes trabajan irregularmente, sin contrato ni cotización a la Seguridad Social.

Nos atiende Edith Espínola, paraguaya de 46 años, la mujer que ha contado antes como nació Sedoac en un parque. Edith trabaja ahora como directora del centro, pero durante ocho años fue empleada doméstica, cuatro de ellos interna, por el salario mínimo y sin contrato.

«Me levantaba a las seis de la mañana y me acostaba a las once de la noche porque tenía que recoger la cena y dejar la mesa puesta para el desayuno. Los viernes estaba hasta las dos de la madrugada porque los empleadores salían y me dejaban con los niños. Si se iban de fin de semana, yo me quedaba a hacer limpieza extra. Y esto se dio en todos mis trabajos a excepción del último, que fue de externa con la persona que me hizo los papeles», cuenta en la cocina del Cethyc mientras le da sorbos a una infusión de mate.

Aquí imparten talleres de cocina española para que las migrantes aprendan a elaborar los platos locales; se les muestra cómo funciona el lavavajillas, la vitrocerámica o el sistema de reciclaje; les explican que no se puede mezclar el amoniaco y la lejía, les enseñan cómo cuidar a un adulto mayor o les dan asesoría legal.

En una pared de la cocina hay pegados un montón de post-it con mensajes de las usuarias: «Para mí, mi entusiasmo, mi mayor motivación, es aprender a cocinar la comida española y desempeñar nuestro trabajo con mucha experiencia», «sueño estar en mi país con mi ama», «conseguir un justo empleo y que mis hijos hayan terminado sus objetivos».

Desde que en mayo de 2019 se fundó el centro, por aquí han pasado entre 1.850 y 2.200 personas cada año, de las que unas 600-700 (el 42% internas) han recibido atención individualizada. Sus datos y circunstancias se han plasmado en un informe que bien sirve como radiografía del sector.

Fijémonos en el último año que recoge, 2022. El 95% de las personas atendidas en el Cethyc ese año fueron mujeres, mayoritariamente peruanas (38%), seguidas de ecuatorianas, colombianas, paraguayas, salvadoreñas, bolivianas, hondureñas y brasileñas. El 58% eran mayores de 50 años (el 15% tenía más de 65) y sólo el 60% tenía DNI o NIE, lo que quiere decir que el 40% estaban en situación irregular, sin papeles. Sobre sus estudios: universitarios, el 16,7% (eran 21% el año anterior); FP, el 16,7%; y Secundaria, el 56,9%.

A propósito del alto número de universitarias, Edith Espínola recuerda el caso reciente de una médica cubana. «Era especialista en cuello uterino y estaba trabajando de interna. No le permitían comer en la casa y tenía que llevar su comida. Era eso o vivir en la calle. Hace un año y medio salió, regularizó su situación y está trabajando en una mutua».
LAS EMPLEADAS DEL HOGAR INTERNAS. SON UNAS 40.000 MUJERES Y LA MAYORÍA EXTRANJERAS.
Para obtener una visión general del sector, saber cuántas personas trabajan como empleadas del hogar, hay que recurrir a la Encuesta de Población Activa (EPA) y a las estadísticas de la Seguridad Social. Y ahí encontramos el descuadre. Mientras que en la EPA -datos del último trimestre de 2024- 567.900 personas declaraban que trabajaban como personal doméstico, en la Seguridad Social, en diciembre del mismo año, sólo estaban dadas de alta 352.760.

Del desfase, asociaciones y sindicatos concluyen lo lógico: las 217.140 personas de diferencia (el 38,23%, más de un tercio) están trabajando en la economía sumergida, sin cotizar.

No hay datos oficiales de cuántas internas hay. El citado informe del Cethyc recoge la cifra de 40.000 citando a la ONG Intermón Oxfam y apunta que la experiencia de las asociaciones indica que el dato podría ser mayor. Son las más vulnerables dentro de las vulnerables.

«El propio trabajo de interna te aísla porque no tienes compañeros. Vives allí, duermes allí y sales solo unas horas libres a la semana, como un preso. No es lo mismo trabajar en una empresa de 100 personas que ser tú solita la que tengas que ir a denunciar. Algunas nos dicen: «Es que me han dicho que si no me voy, van a contar que yo robé». Siempre el empleador suele tener poder sobre el trabajador, pero en el empleo doméstico esto es estructural y sistémico. Tú eres un objeto y deciden sobre tu vida y circunstancias. Y si estás indocumentada es aún peor: explotación hasta violenta en muchos casos2, dice Edith.

Ahonda en las adversidades a las que se enfrentan las internas explicando sus dificultades para obtener el empadronamiento. «Como a una amplia mayoría, hasta el 70%, no las dejan empadronarse en su lugar de trabajo, alquilan una habitación para poder acceder al médico o a renovar su documentación. Sin padrón no existen«.

Y pone sobre la mesa la práctica ilegal a las que algunas están recurriendo: «Compran el empadronamiento. Según varias asociaciones, hay gente que está cobrando entre 200 y 300 euros, y hasta 600, sólo por empadronar a una interna, sin tener derecho a vivir o usar el sitio». Es por todas estas circunstancias y otras muchas por las que Edith concluye: «Hay que abolir el régimen de interna».

El sábado no irán a ninguna de las dos manifestaciones en las que se dividen las mujeres el 8-M. «Las compañeras han decidido hacer una actividad de cuentacuentos en la que se recordará por qué se celebra este día», dice Edith, quien añade que ni la Comisión 8M ni el Movimiento Feminista de Madrid se posicionan -«o lo hacen de forma tibia»- sobre la situación de las internas: «Si luchas por la igualdad pero no exiges la eliminación del régimen de interna… Eso no es igualdad, pero esto es una reflexión sólo mía», dice Rafaela.

No son partidarias de la abolición sin embargo las mujeres de Territorio Doméstico, asociación hermana de Sedoac pese a esta discrepancia. Para charlar con su portavoz, Rafaela Pimentel, acudimos al barrio de Carabanchel, donde vive.

Tras 33 años como trabajadora doméstica externa -los 29 últimos con la misma familia y legalmente contratada- ha tenido que dejarlo por los problemas que las tareas le han provocado en un brazo y que la han llevado al quirófano. Ya puede peinarse, por ejemplo, pero no planchar tres horas. Le han denegado la incapacidad total y sólo le dan ocho meses de paro con 27 años cotizados. Ha puesto el caso en manos de un abogado. Tiene 64 años.

«No somos partidarias de la abolición del régimen de interna porque cuando surgió este debate hicimos unas jornadas con las compañeras internas y muchas decían: «Si este trabajo tuviera las condiciones que tiene que tener un trabajo, yo lo haría». Lo que hay que hacer es garantizar sus derechos», opina Rafaela, que mañana acudirá con Territorio Doméstico y gafas y peluca a la manifestación de la Comisión 8M. Empezaron a disfrazarse en 2008, cuando asistieron a la primera marcha, porque muchas temían que los jefes las reconocieran. Mantienen la tradición.

Territorio Doméstico tiene además un disco editado con canciones como Adelita: [Cántese con la melodía de Si Adelita se fuera con otro] «Si Adelita tuviera un contrato/ sus papeles podría arreglar/ Adelita 10 años currando/ pero sigue siendo ilegal».

Sí coinciden con Sedoac en otras muchas reivindicaciones. En 2011 ya consiguieron que la Seguridad Social creara el Sistema Especial para Empleados del Hogar, explican, tener bajas laborales como cualquier trabajador o un contrato por escrito. En 2022, lograron la prestación por desempleo y el fin del despido por desistimiento, es decir que el empleador pudiera poner fin a la relación laboral sin aviso ni justificación alguna. Edith recuerda el caso de una compañera ecuatoriana despedida sin aviso en Nochebuena que tuvo que irse a vivir al aeropuerto.

«Pedimos estar en el Régimen General de la Seguridad Social, como los demás trabajadores, y que haya políticas públicas de cuidados, para que no seamos las mujeres migrantes empobrecidas las que sostengamos el sistema de cuidados», dice Rafaela Pimentel, quien también reclama que haya inspecciones laborales o el reconocimiento de las enfermedades propias del empleo.

«Se debería categorizar el trabajo del hogar y que los cuidados estén aparte», dice Edith. «Lo que no se puede permitir es que la trabajadora del hogar lo haga todo, pase a ser una todóloga: te limpio, te cocino, te plancho, te paseo al perro, hago de profesora de los niños y además le cambio el pañal al abuelo por un precio de risa».

Violencias sobre Mujeres Migradas – Trilogía gráfica

VIOLENCIAS SOBRE MUJERES MIGRADAS
– Trilogía Gráfica –

Ofrecemos 3 herramientas de sensibilización -no exentas de humor- que ayudan a visibilizar y tomar conciencia sobre las manifestaciones de las violencias hacia las mujeres migradas desde un enfoque interseccional. La trilogía ha sido coproducida con las propias mujeres migradas y en diálogo con la ilustradora Quan Zou. Con el apoyo de Cony Carranza y Emilia Larrondo y con la colaboración del área de igualdad de la Diputación Foral de Vizcaya.

Presentamos en galería de imágenes cada una de las 3 herramientas.
Pulsando en el título de cada una puedes descargarlas en PDF.

«Si les damos trabajo, ¿de qué se quejan?»

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  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Damos trabajo, de qué se quejan-7

«Las migrantes, ¿por qué vienen, por qué no se vuelven a su país?»

  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-1
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-2
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-3
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-4
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-5
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Por qué vienen-6

«Mujer latina, mujer de sangre caliente, caliente, ¿caliente?»

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  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Latina, sangre caliente-2
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Latina, sangre caliente-3
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Latina, sangre caliente-4
  • MIG 220101 Antirrumores Mujeres Migrantes. Latina, sangre caliente-5