F. REDONDO, Dtor. Dpto. Migraciones de CEE, ANTE SUCESOS MURCIA

Fernando Redondo,
director del Departamento de Migraciones de la CEE,
ante los sucesos en Torre-Pacheco (Murcia)
FUI FORASTERO Y ME ACOGISTEIS

Nota de Fernando Redondo, director del Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, ante los sucesos en Torre-Pacheco (Murcia). Tomado de la web de Pastoral Social de la CEE.
Imagen: Alfonso Verdú para El País

Como cristiano y más específicamente como Director del Departamento de Migraciones de la CEE, no puedo dejar de manifestar mi preocupación, disconformidad y repulsa ante las proclamas y acusaciones que, en estos días, algunos grupos y personas están vertiendo en contra de las personas migrantes afincadas en nuestro país, pidiendo incluso una expulsión generalizada e incitando a la violencia a través de las redes sociales ,provocando enfrentamientos entre migrantes y autóctonos como está sucediendo en estos días en Torre-Pacheco (Murcia).

Fernando Redondo, dtor. dpto. Migraciones de la CEE. Ante los sucesos de TorrePacheco: FUI FORASTERO Y ME ACOGISTEIS. Foto Alfonso Durán.Los datos y la realidad nos dicen que la gran mayoría de las personas migrantes están fuertemente arraigadas en España [Ver AA.VV. Un arraigo sobre el alambre. La integración social de la población inmigrante en España (Colección de Estudios 46; Fundación Foessa 2020)]. Contribuyen a paliar el invierno demográfico que estamos atravesando y son en gran medida responsables del sostenimiento económico y estado de bienestar de nuestro país.

Desde el punto de vista eclesial, tenemos que reconocer que la presencia de personas migrantes está revitalizando, rejuveneciendo y animando la vida de muchas de nuestras parroquias y comunidades cristianas envejecidas y diezmadas.

Como no podía ser de otra manera, la Iglesia siendo fiel al Evangelio que nos recuerda «Fui forastero y me hospedasteis» (Mt 25, 35) y en consonancia con su doctrina social, siempre ha tenido una actitud positiva de acogida, acompañamiento e integración de las personas migrantes.

El compromiso de muchas parroquias y otras entidades eclesiales que llevan tiempo acogiendo e integrando en su seno, sin prejuicios, a las personas migrantes, dice más que mil palabras. Este ya es un gesto importante que favorece la convivencia entre todos, pero es necesario no bajar la guardia y que las parroquias sigan propiciando momentos y espacios de encuentro entre migrantes y autóctonos que posibiliten la escucha, superen prejuicios y favorezcan el enriquecimiento mutuo.

También es fundamental que transmitan por todos los medios narraciones positivas que muestren tanto al interior de la propia comunidad como de la sociedad circundante lo positivo que aporta la migración a las comunidades y a la sociedad, como un medio eficaz de desmentir bulos y combatir actitudes xenófobas.

Fernando Redondo Pavón
Director del Departamento de Migraciones de la CEE

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