Universidad Carlos III – Madrid II CONVOCATORIA DE AYUDAS DESTINADAS A LA INSERCIÓN SOCIO-LABORAL DE UNIVERSITARIAS REFUGIADAS O SOLICITANTES DE ASILO – 23 de mayo de 2025 –
El pasado 27 de marzo se presento el informe ‘Cuidar con derechos, vivir con dignidad’, elaborado por el equipo de trabajo del área de mujer del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), que recoge perspectivas de trabajadoras del hogar y cuidados de origen migrado, familias empleadoras y profesionales técnicas sobre los cuidados y el empleo del hogar. Desde el reconocimiento a esta labor y su aporte social, se analizan dificultades y se proponen alternativas para que los derechos a cuidar y ser cuidadas sean realmente garantizados en la sociedad.
Mira aquí abajo el vídeo de la presentación del Informe:
En palabras de Susete Mourato, investigadora y autora principal del informe, “El sistema actual de cuidados a personas en situación de dependencia no garantiza su universalidad, sino que reproduce desigualdades de género y favorece la explotación laboral de las personas que trabajan en este ámbito. Cuidar y ser cuidadas es un derecho inherente a todo ser humano, pero sigue siendo un privilegio de unas pocas personas”.
Según el informe, el 58% de las mujeres entrevistadas no han obtenido contrato laboral ni seguridad social; el 35% no ha tenido ni vacaciones pagadas ni descansos; el 40% de las empleadas en régimen externo trabajan más de 40 horas semanales; mientras que casi una de cada cuatro encuestadas admite no tener ninguna oportunidad formativa.
Además, el 15% de las mujeres entrevistadas han sido víctimas de acoso sexual en el entorno laboral. En algunos casos “persisten actitudes clasistas, racistas y colonialistas que perpetúan relaciones asimétricas basadas en estereotipos que generan discriminaciones múltiples, como situaciones de maltrato y de violencia sexual en el entorno laboral”.
El informe sintetiza una serie de hallazgos sobre la situación de este sector. En España existe una desigualdad estructural en los cuidados, ya que son las mujeres quienes asumen mayoritariamente esa responsabilidad, lo que perpetúa la desigualdad de género y la precariedad de este sector, donde existe una alta informalidad y vulnerabilidad de derechos. Además, existe un modelo de políticas públicas de cuidados deficiente: las mujeres soportan esta carga y suplen dicho déficit en un contexto de mayor envejecimiento de población y de ausencia de medidas efectivas de conciliación.
Por otro lado, la complejidad en trámites de regularización administrativa, unida a la falta de información sobre la contratación para ambas partes, genera una inseguridad jurídica, alienta la informalidad laboral y la economía sumergida e invisibiliza esta labor. Todos estos factores generan sobreexplotación y tienen un alto impacto en la salud mental y física de las trabajadoras.
Para revertir estas situaciones, es necesario un cambio estructural que garantice el acceso a derechos sociolaborales, así como el reconocimiento del trabajo en cuidados como esencial y digno. Entre las recomendaciones que propone el informe, que el Estado promueva políticas que reconozcan los cuidados como un derecho; facilitar y flexibilizarla regularización y contratación de mujeres migrantes trabajadoras; establecer incentivos, asesoramiento y medidas de apoyo para familias empleadoras; prevenir riesgos laborales propios del sector, garantizando medidas de protección y acceso a seguridad social; y promover herramientas de sensibilización social y cambio cultural que visibilicen esta labor esencial y contribuyan a erradicar prácticas discriminatorias hacia las mujeres trabajadoras.
El informe subraya la necesidad urgente de transformar el sistema de cuidados en España, priorizando la dignidad y los derechos de las trabajadoras del hogar y los cuidados. Para lograrlo, es imprescindible la colaboración de las administraciones públicas, las entidades del tercer sector y la sociedad en su conjunto. Solo con un esfuerzo coordinado será posible construir un modelo de cuidados más justo, equitativo y sostenible.
En palabras de una mujer empleada de hogar en Bilbao, participante en la investigación del informe, “que nuestras voces sean escuchadas y atendidas, que nuestra labor no se quede en la oscuridad, que nuestras peticiones como trabajadoras no se queden en bucle”.
Grupo Diocesano de Migraciones de la Diócesis de Huelva MIGRACIONES DE LA DIÓCESIS DE HUELVA DENUNCIA LAS CONDICIONES EN LAS QUE VIVEN LOS TEMPOREROS
El Grupo Diocesano de Migraciones de la Diócesis de Huelva está formado por el Secretariado de Migraciones, Cáritas Diocesana de Huelva, Fundación Don Bosco, HOAC, CONFER, Nuevo Horizonte y Pastoral Penitenciaria.
Huelva, 17 de marzo 2025.
Todos los años. llegada esta fecha y coincidiendo con el final de la campaña de la aceituna en Jaén, miles de personas temporeras migrantes se desplazan hacia los municipios de Huelva, donde comienza la temporada de recolección de frutos rojos. Este flujo migratorio, habitual en esta época del año, trae consigo una serie de desafíos tanto para las personas trabajadoras como para las localidades que los reciben, así como para los empresarios y la propia administración.
En Lepe, uno de los puntos clave de acogida es un albergue de personas temporeras que no es suficiente para atender la llegada masiva de estas personas. Muchos de los recién llegados, ante la falta de espacio, se ven obligados a dormir en las calles, expuestos a las inclemencias del tiempo y en condiciones precarias. Esta situación ha generado preocupación entre las organizaciones sociales y las autoridades locales, que intentan buscar soluciones temporales para aliviar el problema sin poder dar respuestas a todos.
En otros municipios como Palos de la Frontera ocurre algo similar, las chabolas que fueron arrasadas por un gran incendio y que no dejaron volver a construir dejan un lugar desolador donde se concentran las personas que van llegando y sin alternativa de alojamiento lo que hace que numerosas personas duerman al raso acompañados de un fuego que los calienta para pasar de la noche.
En Lucena del Puerto, las personas temporeras que regresan a los asentamientos informales se encuentran con que sus chabolas han sido devastadas por algún que otro incendio y tampoco tienen alojamiento alternativo, algunos se afanan en volver a construirlas para pasar la temporada de trabajo. En Lucena se ha construido un pequeño albergue pero que no está en marcha por la falta de gestión. De hecho, estas estructuras que servían como refugio durante las campañas anteriores, han sido eliminadas en operativos de desalojo, dejando a muchos sin un lugar donde resguardarse.
En Moguer, otra localidad que recibe a cientos de temporeros, también se desborda y se puede ver cómo están por las calles o hacinados en almacenes indignos u otro tipo de infraviviendas. En Moguer no existe albergue para personas temporeras, están trabajando en la línea de erradicación del chabolismo habilitando unas viviendas alternativas.
Ante esta realidad, algunas de esas personas temporeras confían en que, una vez encuentren trabajo en alguna finca, les ofrezcan alojamiento en la misma propiedad, una práctica común en el sector agrícola onubense.
La llegada de las personas temporeras a Huelva marca el inicio de una de las campañas más importantes para la economía de la región, pero también pone en evidencia las carencias en materia de infraestructura y apoyo social para estos trabajadores esenciales. Mientras tanto, las organizaciones no gubernamentales y colectivos locales redoblan sus esfuerzos para brindar asistencia humanitaria, reclamando a las administraciones públicas medidas urgentes que garanticen condiciones dignas para quienes sostienen uno de los pilares económicos de la provincia.
Como personas cristianas no podemos ignorar la valiosa aportación de las personas migradas a nuestra sociedad y nuestra Iglesia [Comunidades acogedoras y misioneras Identidad y marco de la pastoral con migrantes. Exhortación Pastoral, 2.1] y denunciamos la necesidad de políticas integrales que aborden de manera sostenible la situación de las personas temporeras, garantizando sus derechos y mejorando su calidad de vida.
III Seminario Antonio Algora LA PASTORAL DEL TRABAJO EN EL ACOMPAÑAMIENTO A PERSONAS MIGRANTES – 25.5.24 –
[Entrada publicada el 8.5.24; actualizado el 30.5.24]
Crónica del Seminario 25.5.24 – Secretariado de Pastoral del Trabajo Publicadoen la web de Pastoral Social de la CEE
El sábado, 25 de mayo, celebramos el III Seminario Mons. Antonio Algora bajo el lema “La Pastoral del Trabajo en el acompañamiento a las personas migrantes”. En esta jornada pretendíamos compartir el acompañamiento que, desde la Pastoral del Trabajo, se viene realizando con las personas migradas y valorar los procesos de acogida e integración que se están dando en nuestras comunidades y movimientos con las personas migradas católicas.
Con respecto a la primera parte de este Seminario, queremos compartir la riqueza de las vivencias vividas: desde la atención urgente para atender necesidades de primera necesidad, pasando por el acompañamiento para ir superando las trabas burocráticas con las que se encuentran ante la regularización de su situación, el apoyo ante situaciones laborales injustas, la ayuda a que se autoorganicen en la defensa de sus derechos, la denuncia de los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE), el acompañamiento de trabajadores en asentamientos, la denuncia de las situaciones en las que se encuentran, etc.
También hemos compartido la experiencia del trabajo con otras entidades eclesiales y sociales. Esta riqueza de entidades que se coordinan para dar respuesta a la acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes son una muestra de la solidaridad de muchas personas con esta realidad.
Con respecto al segundo objetivo del Seminario, vemos cómo, poco a poco, las personas migradas católicas se van insertando en nuestras comunidades parroquiales y movimientos, no sin ciertas dificultades. Las personas migradas agradecen nuestra acogida y solidaridad, a la vez que reivindican que quieren ser parte activa de nuestras comunidades, no sólo objeto de la caridad. También hemos compartido que las distintas vivencias y expresiones de la fe enriquecerán nuestras comunidades. Especialmente se señalaba que las personas migradas están ayudando a rejuvenecer nuestras comunidades eclesiales.
Hemos valorado la exhortación pastoral “Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes” como un buen instrumento para orientar nuestro quehacer en el acompañamiento de las personas migradas y la necesidad de seguir coordinándonos en esta tarea con la Pastoral con Migrantes. También hemos compartido que, desde la Pastoral del Trabajo, tenemos que poner el acento en las situaciones que, como trabajadoras y trabajadores, viven las personas migrantes y en la caridad política.
Una vez más nos queremos hacer eco de un nuevo incendio en el asentamiento de personas migrantes en Lucena del Puerto (Huelva), donde han ardido una treintena de chabolas. Pedimos a los empresarios y a la administración que busquen soluciones habitacionales a las personas trabajadoras que acuden a estas localidades para trabajar como temporeros en el campo.
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El Secretariado de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española convoca el III Seminario Antonio Algora con el tema La Pastoral del Trabajo en el Acompañamiento a Personas Migrantes.
25 de mayo de 2024. De 10:00 a 14:00.
En el Aulario Papa Francisco. C/ Aleixandre, 5. 28033 Madrid.