CIE y COVID-19: un doble encierro

CIE y COVID-19: UN DOBLE ENCIERRO
La pandemia agrava las condiciones de los migrantes en estos centros, que se cerraron durante la primera ola

[Tomado de Fran Otero para Alfa y Omega; 13.2.21]

CIE y COVID19. Doble encierro.

[Vigilia ante el CIE de BCN (30.1.21). Imagen de Sol Quiñónez]

Los centros de internamiento de extranjeros (CIE) son, según denuncian habitualmente las organizaciones sociales y, entre ellas, la Iglesia, una medida de política cosmética para trasladar a la opinión pública que se está actuando en materia migratoria. Una afirmación que, además, se sostiene con datos. Según las cifras recabadas por Alfa y Omega, los internos en los seis CIE abiertos en nuestro país –el de Valencia está inactivo por obras– en la última semana superaban los 150. Una cifra que contrasta con los migrantes que han entrado de forma irregular durante el mes de enero: 3.214. «Es una mala lotería», dice Josep Buades, director de la Asociación Claver y coordinador de Frontera Sur del Servicio Jesuita a Migrantes.

La pandemia todavía la refuerza más, aunque esta no haya sido el motivo principal del cierre de los CIE entre marzo y septiembre. Lo fue la imposibilidad de realizar deportaciones y por eso ahora, con una situación sanitaria más complicada en algunas regiones, estos se mantienen abiertos y recibiendo internos. El último en reactivarse tras su remodelación fue el de La Piñera, en Algeciras, con chicos desde finales de enero. Hace una semana solo había tres, según detalla Buades, que los pudo visitar.

La mayoría de los que habitan tras los muros de estos lugares son marroquíes –aunque también hay grupos de subsaharianos– llegados en patera. Muchos llegan del Rif, una zona muy deprimida a nivel social y económico y, además, con un conflicto político con el resto de Marruecos. Entre ellos hay solicitantes de asilo, migrantes económicos y personas con residencia en la UE que se quedaron atrapados en Marruecos por la pandemia durante una visita a la familia – y que decidieron embarcarse en una patera para volver–; también hay personas que llevan ya diez años en España, la mitad en la irregularidad. Hay migrantes como varios senegaleses que consiguieron volar a Barcelona desde Canarias y que fueron detenidos nada más bajar del avión e internados en el CIE tras haber estado en libertad en las islas. O un joven marroquí que sufrió la misma situación y que fue enviado al centro de Aluche, en Madrid. Allí lo doblegó el sufrimiento e intentó suicidarse. Fue expulsado.

No ha sido el único caso de intento de lesión en este centro, según explica Ana Bosch, abogada y responsable de visitas al CIE de Pueblos Unidos. También refiere «mucha presión policial» y varias huelgas de hambre.

La COVID-19 está afectando mucho a los internos en todos estos centros. No solo por las limitaciones de estos lugares para cumplir todas las medidas que aconsejan las autoridades sanitarias, sino también porque se hace más difícil la atención por parte de las organizaciones sociales que los visitan.

Visitas entre mamparas

Los voluntarios que sí pueden entrar los CIE que lo permiten han visto cómo la pandemia también ha precarizado la atención. Se han colocado mamparas, habilitado espacios comunicados solo por ventanas… En el caso del CIE de Madrid –la comunicación se hace, además, a través de un teléfono– se impide la presencia de los intérpretes, por lo que la comunicación se hace muchas veces a través de aplicaciones de móvil. «Hay obstáculos y esto afecta a nuestra capacidad de identificar vulnerabilidades», reconoce Ana Bosch, de Pueblos Unidos.

Sin visitas en Barcelona

En Barcelona, los voluntarios de Migra Studium no han vuelto a entrar en el CIE tras la reactivación en octubre. Según explica Josetxo Ordóñez, responsable del grupo de visitas, la presión de las entidades sociales provocó que uno de los jueces de control –hay dos– reconociese que son un derecho de los internos, pero la otra resolvió que estaban suspendidas por la pandemia. «Son resoluciones contradictorias ante las que el fiscal ha pedido una aclaración».

En estos momentos también están restringidas las entradas de ONG a los centros de Barranco Seco (Las Palmas), Sangonera (Murcia) y Hoya Fría (Tenerife). En los dos últimos hay sendos brotes de COVID-19. En Murcia los cuatro positivos, según explica Juan Guirado, de la ONG Convivir Sin Racismo, han sido derivados a un recurso humanitario, mientras que en Tenerife los positivos están pasando la cuarentena en el propio CIE. «No es un espacio preparado para personas enfermas ni para controlar los contagios», explica Arancha Méndez, responsable de Migraciones en Cáritas Diocesana de Tenerife.

Como en Madrid, donde contagiarse de COVID-19 en el CIE supone un encierro más. Las cuarentenas, explica Ana Bosch, se pasan en una celda sin comunicación, sin contacto con nadie, con la única distracción del teléfono móvil durante cuatro horas al día, las estipuladas para todos los internos. «Nos preocupa cómo puede afectar esto a la salud mental de las personas y cómo se está controlando, sobre todo, cuando ha habido intentos de suicidio», añade la abogada.

Con todo, las condiciones de estos lugares no parecen las más adecuadas para salir indemnes de la COVID-19. En Murcia no tienen aseo en la celda ni lavadora; solo una pila y una valla para tenderla. En Algeciras no hay detergente, mientras en Madrid no cuentan con gel hidroalcohólico, solo jabón. En estos y otros CIE tampoco tienen ropa para cambiarse y no está claro el protocolo para la sustitución de mascarillas: o no se facilitan o se dejan a la consideración del propio interno.

[APLAZADA] Vigilia 2021 por las personas encerradas en los CIE

[APLAZADA]
VIGILIA POR LAS PERSONAS ENCERRADAS EN LOS CIE – 2021

Vigilia CIE Aluche

  • 30 de enero, sábado. 12:00 h.
  • En la plaza de Aluche (Metro Aluche, salida Maqueda, cumpliendo las medidas sanitarias.

Vigilia CIE AlucheBajo el lema VIVIR SIN CIE ES POSIBLE, un año más diversas entidades nos unimos en una Vigilia ante el CIE de Aluche (Madrid). Nuestra Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación y la Mesa por la Hospitalidad de nuestra Iglesia en Madrid nos sumamos a la convocatoria del Servicio Jesuita a Migrantes. Tenemos qae denunciar las situaciones de injusticia y desamparo que sufren las personas que son encerradas tras los muros de los CIE. Un aislamiento que hemos podido sentir más cercano este año, con limitaciones de movilidad y confinamiento.

Con una Vigilia, a través de la oración y el silencio, queremos dar todo nuestro apoyo a las personas que están internas o han pasado por estas situaciones, y queremos pedir por una sociedad que prescinda de estos centros y se cimiente en la fraternidad y la amistad social, como nos motiva el Papa. En 2020, por primera vez en la historia, estuvimos casi 6 meses con todos los CIE de España vacíos, y comprobamos que vivir sin CIE es posible.

Alguna documentación sobre los CIE en nuestra web y en la de Mesa

 

Al Gobierno y Defensor del Pueblo: no reabrir los CIE

– Mesa por la Hospitalidad –
NO REABRIR LOS CIE:
CARTA AL GOBIERNO Y QUEJA AL DEFENSOR DEL PUEBLO

La Mesa por la Hospitalidad de la archidiócesis de Madrid (integrada por la Comunidad de Sant’ EgidioJusticia y Paz CáritasConfer Migraciones Pueblos Unidos SercadeDelegación de Pastoral de la Movilidad Humana), hemos enviado una carta criticando la reapertura de los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros) al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; al Vicepresidente 2º, Pablo Iglesias; al Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; al Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y al Defensor del Pueblo, Francisco M. Fernández Marugán.

La Mesa ya intervinimos contra esta reapertura el 27 de septiembre pasado, con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. En la carta enviada ayer, denunciamos que el Gobierno ha hecho «oídos sordos a ese clamor» y pedimos alternativas. «¿Tendremos que esperar a lamentar alguna desgracia para volver a denunciar la oportunidad perdida de buscar otras alternativas dignas y humanas a la detención de personas administrativamente indocumentadas?». La carta termina con «la esperanza de que el Gobierno de España revoque una decisión tan profundamente contraria a la dignidad humana y nuestra sociedad dé un paso adelante en la búsqueda de otros mecanismos de acogida, protección, promoción e integración de los inmigrantes y refugiados».

No Reabrir CIE, Mesa por la Hospitalidad. Foto Claudio Álvarez.

[foto by Claudio Álvarez]

Lee aquí abajo la carta completa (es la dirigida al presidente del Gobierno, el texto central es el mismo en las demás cartas y en la queja al Defensor del Pueblo, o descárgala pulsando aquí.

Mesa por la Hospitalidad: No Reabrir los CIE

– Mesa por la Hospitalidad –
NO REABRIR LOS CIE

[Añadido: posteriormente a este comunicado, el 19 de octubre la Mesa enviamos una carta al Presidente del Gobierno y a varios ministros, y una queja al Defensor del Pueblo: ver aquí]

Desde la Mesa por la Hospitalidad de la archidiócesis de Madrid, integrada por la Comunidad de Sant’ EgidioJusticia y Paz CáritasConfer Migraciones Pueblos Unidos SercadeDelegación de Pastoral de la Movilidad Humana, queremos manifestar nuestro desacuerdo y profunda preocupación por el anuncio del Ministerio del Interior de la reapertura de los CIE. En su momento, en plena crisis de la pandemia, su cierre nos pareció una decisión muy acertada. Podían convertirse en un peligroso foco de contagio, lo cual añadía más dolor y sufrimiento innecesarios a los internos retenidos contra su voluntad en un espacio sin más futuro que la deportación o la calle y en unas condiciones de vida denigrantes.

No Reabrir CIE, Mesa por la Hospitalidad. Foto Claudio Álvarez.

[foto by Claudio Álvarez]

Nos parecía que era el momento de buscar otras alternativas más dignas. Nos ha causado una enorme perplejidad que el Ministerio del Interior haya decidido reabrir estos Centros de Internamiento en unas circunstancias que no son mejores que cuando se cerraron, con un futuro tan incierto y un umbral de incertidumbre tan alto para todos. La crisis de la pandemia y sus efectos contagiosos siguen causando estragos en la población y, especialmente, en sus sectores más vulnerables. Y, como acaban de denunciar multitud de entidades sociales y eclesiales de acompañamiento a personas desplazadas, espacios como los CIE no son precisamente los lugares más adecuados para frenar los contagios del coronavirus. Al contrario, son una verdadera bomba infecciosa. Las personas internadas, funcionarias, empleadas en diferentes tareas o voluntarias que visiten los Centros van a estar expuestas a un riesgo altísimo para su salud.

En el marco de la celebración de la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, tenemos que recordar las palabras del Papa Francisco: «En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en territorio nacional sin estar autorizados».

Consideramos que es el momento adecuado para que nuestra sociedad y sus gobernantes den un paso adelante, apuesten por esas alternativas al internamiento, cierren definitivamente todos los CIE, y propicien mecanismos de acogida, protección, promoción e integración de los inmigrantes y refugiados. Todos saldremos ganando con esas decisiones.

Madrid, a 27 de septiembre de 2020,
Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado.

Informe CIE 2019: Diez años mirando a otro lado

Tras una década de visitas en CIE, el SJM denuncia el sufrimiento constante que generan estas instituciones y la mirada hacia otro lado de las Administraciones.
● En 2019 fueron internadas un total de 6.473 personas, un 18% menos que en 2018. El porcentaje de repatriación desde CIE se mantuvo, en torno al 60%; y uno de cada tres internos solicitaron asilo.
● Los equipos de SJM visitaron el pasado año a 793 personas y detectaron, además de a 59 posibles menores de edad internados, una larga lista de derechos vulnerados, reiterados durante los diez años de presencia en CIE.

Madrid, 6 de julio de 2020. El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) presenta Informe CIE 2019 SJM_Diez años mirando a otro lado’, décima publicación anual de esta serie. Diez años desde que un grupo de personas comenzaron a visitar el CIE de Madrid y a publicar trabajos de análisis anuales con el objetivo de despertar la conciencia social sobre la realidad hostil de CIE y a llamar a la puerta de la Administración para exigir el cumplimiento de los derechos humanos en estos centros y su cierre definitivo.

Este año, lamentablemente, el informe cuenta con muy pocos datos estadísticos del Ministerio del Interior, que incumple su deber legal de transparencia. Los datos obtenidos son fragmentarios, y en ocasiones no están bien identificados y las cifras obtenidas son discordantes. Según los datos manejados, el año pasado fueron internadas 6.473 personas, un 18% menos que en 2018. De ellas, casi el 60% habrían sido finalmente repatriadas forzosamente desde CIE. Las cifras sobre solicitudes de asilo no cuadran: el informe maneja la cifra de 2.164, publicada por el Ministerio. Esa cifra supondría un aumento de un 10% respecto de 2018 y un máximo histórico. Sin embargo, recientemente hemos tenido acceso a otra cifra distinta, también proporcionada por Interior: 1.684. De nuevo, es deplorable la falta de transparencia del gobierno. Llama la atención que en los dos CIE de Canarias, donde se internó al 54% de las personas llegadas de forma irregular, solicitó asilo sólo el 0,28%, frente a lo que sucedió en el CIE de Algeciras (y su extensión en Tarifa), donde solicitó asilo el 69% de internos.

En 2019 el SJM constató graves vulneraciones de derechos de las personas extranjeras internas, mediante 1.462 visitas de sus equipos a 793 personas en cinco CIE del territorio. Estas vulneraciones son una constante en estos diez años de trayectoria de SJM en CIE, en realidad desde su apertura. El informe repasa casos de deficiencias en las autorizaciones judiciales de internamiento; episodios de violencia policial, calificados incluso de torturas y tratos degradantes y vejatorios; casos de autolesiones y suicidio que han exigido un severo protocolo para limitar el aislamiento en Valencia; internamiento de menores de edad, así como de personas con enfermedades mentales y físicas; problemas estructurales graves en las instalaciones (por ejemplo en el CIE de Las Palmas pese a las largas obras de reforma realizadas); trabas en la asistencia humana de las ONG; carencias en la asistencia jurídica y de intérpretes; falta de actividades socioculturales… A pesar del esfuerzo por parte de la sociedad civil, el Defensor del Pueblo y los Juzgados de Control de CIE para denunciar esta larga lista de derechos vulnerados que atentan contra la dignidad humana, el Ministerio del Interior hace oídos sordos y dirige la mirada hacia otro lado, manteniendo una práctica tan lesiva como el internamiento, en el que se observa cómo sufren tantas personas y cómo se repiten episodios de violencia.

El informe analiza la aplicación defectuosa del Reglamento de Funcionamiento y Régimen Interior de los CIE, nacido en 2014 ya sin pulso. Esta normativa ha demostrado ser insuficiente a la hora de garantizar el cumplimiento de los derechos que ampara, e ineficaz al no ser capaz de terminar con un modelo carcelario y policial, ni de proveer debidamente los servicios previstos.

Este informe también dirige una breve mirada a los CATE y otros dispositivos de primera detención, como las salas de inadmisión de los aeropuertos. Pone de manifiesto la arbitrariedad y la falta de transparencia sobre los criterios para derivar a unas personas a recursos de acogida humanitaria e internar en CIE a otras; así como las deficiencias en la asistencia letrada y en la interpretación que denuncia el Defensor del Pueblo. Asimismo dirige una breve mirada a las instalaciones aeroportuarias y a los vuelos de repatriación gestionados por Frontex, en los que el Defensor del Pueblo observa deficiencias, insistiendo en lo problemático de ejecutar la expulsión sin un preaviso de 12 horas.

El SJM deplora que el Gobierno y las instituciones sigan mirando hacia otro lado ante la realidad que acontece en los CIE, haciendo oídos sordos a la llamada de la sociedad civil, del Defensor del Pueblo y de los juzgados de control, que exigen una mirada crítica y de frente, denunciando un modelo insostenible. SJM reclama una vez más el cierre de los CIE, o al menos, en el caso de que se reabran, que se garanticen los derechos humanos y se restrinja su uso a casos muy excepcionales, como último recurso tal y como la ley prevé. Durante la pandemia de la covid-19 que aún vivimos, España ha podido vivir con los centros de internamiento vacíos sin que se rompan sus costuras. La inminente apertura de fronteras genera preocupación e inquietud, en la medida en la que la posibilidad de ejecutar de nuevo las órdenes de expulsión y de devolución mueva al Gobierno a valerse de nuevo del internamiento. El SJM considera que es tiempo de políticas que faciliten procesos de regularización e impidan situaciones de irregularidad sobrevenida: a nuevos tiempos, nuevas políticas.

Puedes descargar el Informe CIE 2019, aquí

[Fuente: SJME. Informe CIE 2019 ]