LLEGADA DE MIGRANTES A CANARIAS: nueva investigación

Llegada de migrantes a Canarias
NIÑOS/AS DETENIDOS JUNTO A ADULTOS
– Una investigación de Amnistía Internacional España –

Imagen de Amnistía Internacional

– Entrada en la web de Amnistía Internacional España, 3.11.23 –
[La Mesa por la Hospitalidad no comparte forzosamente la información que aquí se expone, pero la propone para la reflexión y el diálogo de todos]

Niños y niñas que viajan solos detenidos junto a adultos y con sus pertenencias confiscadas.
La policía me quitó el teléfono al llegar a Canarias. Mi hermano murió ahogado en 2020 y yo no pude decir a mi madre que había llegado hasta nueve días después”.
Amnistía Internacional ha detectado, dos años después de la anterior crisis y ante un nuevo repunte de llegadas a Canarias, que continúan sin solucionarse aspectos clave para garantizar los derechos de las personas migrantes y refugiadas, especialmente de los y las menores que viajan solos.

Canarias: menores no acompañados detenidos junto a adultos. Informe de Amnistía Internacional España.
Madrid, 3 de noviembre de 2023.

Falta de información sobre sus derechos, incluido el derecho a solicitar asilo; ausencia de asistencia letrada y de interpretación de calidad; niños y niñas no acompañados a quienes la policía no identifica, detenidos y enviados a centros para personas adultas y que ven sustraídas sus pertenencias; y falta de infraestructuras para una adecuada recepción en la isla de El Hierro, donde el repunte de llegadas ha sido más acuciante en esta nueva emergencia, son algunos de los problemas estructurales a los que las autoridades no han dado solución después de que octubre se convirtiera en uno de los meses con un mayor número de llegadas de personas migrantes y posibles refugiadas a las islas Canarias.

Cerca de 23.537 personas migrantes han realizado, en lo que llevamos de 2023, la denominada “ruta Canaria”, una de las travesías más peligrosas que existen para llegar a España. 12.000 de ellas lo han hecho entre el 1 de septiembre y el 15 de octubre, de las cuales un gran número son niños y niñas que viajan solos. Pero a pesar de haber declarado la situación de emergencia, el Ministerio de Interior no ha mejorado los recursos humanos ni materiales para hacer frente a esta situación.

«El incremento repentino de llegadas puede presentar retos importantes, pero la realidad es que éstas no son inesperadas o excepcionales. Sin embargo, parece que el Ministerio de Interior se empeña en seguir improvisando respuestas caóticas a estas situaciones, aunque se hayan llevado a cabo algunas mejoras a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones«, señala Virginia Álvarez, responsable de investigación en Amnistía Internacional España.

Es cierto que Canarias cuenta con algunos dispositivos de acogida de emergencia habilitados a finales del 2020 gracias al Plan Canarias del Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones y que se están realizando traslados a la Península con mayor celeridad, pero la falta de voluntad política para cumplir con los estándares de derechos humanos sigue siendo evidente«, señala la investigadora, después de una misión a las islas de Santa Cruz de Tenerife y el Hierro entre los días 25 y 28 de octubre en la que ha realizado un total de 21 entrevistas individuales y dos grupales a personas migrantes y solicitantes de asilo, además de reuniones con autoridades y organizaciones.

Falta sistemática de información

Ninguna de las personas entrevistadas por Amnistía Internacional contó con asistencia letrada, un derecho que durante varias semanas no se ha garantizado en los Centros de Atención Temporal a Extranjeros (CATES) de Santa Cruz de Tenerife y El Hierro. Transcurrido este tiempo, cuando finalmente se ha producido, se ha realizado sin la comunicación adecuada, dada la falta de intérpretes suficientes.

Sin una asistencia letrada adecuada, que garantice que las personas migrantes y refugiadas puedan informarse y conocer sus derechos, y que permita evaluar de forma individual la situación de cada una de ellas, es más difícil que puedan detectarse sus vulnerabilidades y necesidades específicas. La falta de asistencia letrada y de interpretación de calidad es especialmente relevante para los casos de personas que, tal y como indicaron algunas con las que habló la organización, podrían enfrentar causas penales porque se les acuse de ser los patrones de la embarcación.

La falta de asistencia letrada de calidad también afecta al derecho de solicitar asilo. Es el caso de cinco hombres malienses entrevistados por la organización que manifestaron su interés en pedir asilo pero que, según su testimonio, al llegar únicamente les solicitaron su nombre y algún dato más, y durante el tiempo que permanecieron detenidos por la policía no tuvieron acceso a asistencia letrada, ni nadie les dio ningún tipo de información individualizada en su idioma [bambara].

Tampoco ninguna de las personas entrevistadas contaba con información o documentación notificando la orden de devolución. Amnistía Internacional recuerda que sin asistencia letrada y sin que haya habido notificación de un posible expediente de devolución, dichas órdenes, en el caso de que hayan sido emitidas, son nulas y por lo tanto no pueden ser ejecutadas. Ahora que se están produciendo devoluciones de personas en vuelos hacia Senegal, la organización estará pendiente de que no se produzcan expulsiones ilegales desde la Península.

Niños y niñas tratados como adultos

La policía solo me preguntó mi nombre, nada más. Dije que tenía 17 años, pero estoy durmiendo en una tienda con los adultos. Hace mucho frío. Van a intentar trasladarme con los otros menores, pero tengo que esperar”, explica Lamin (nombre ficticio), de Gambia, que viaja solo y que se encontraba en el Centro de las Raíces [para adultos] de Tenerife en el momento de la entrevista.

Amnistía Internacional ha constatado que las autoridades policiales no están identificando adecuadamente a los niños y niñas que viajan sin compañía de personas adultas responsables, incluso cuando su apariencia física indica claramente que pueden ser menores de edad. Un total de 12 de las 29 personas entrevistadas por la organización, y que estaban en los centros de acogida de emergencia para personas adultas, tenían edades comprendidas entre los 15 y 17 años. Todas estas personas menores de edad habían permanecido varios días detenidas en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), junto con personas adultas y, a pesar de ser niños y niñas no acompañados, no habían recibido ningún tipo de medida de protección adicional según obliga el derecho internacional de los derechos humanos.

Viajo sola, no conozco a nadie en Europa. He venido porque quiero ser costurera, y ayudar a mi madre, porque tengo cuatro hermanos pequeños en Gambia. Al llegar, cuando la policía me preguntó, le dije a la intérprete que era menor, pero ella me dijo que era mentira, que yo tenía 19 años. Estuve en el CATE dos días, había hombres, mujeres, todos mezclados, solo un baño. Yo tenía que dormir en el suelo porque no había camas suficientes. Ya le he enseñado a la trabajadora social mi certificado de nacimiento para que puedan llevarme a un centro para menores«, relata Amie (nombre ficticio) de 17 años, también de Gambia.

Diversas personas, muchas de ellas menores de edad, contaron a Amnistía Internacional que a su llegada la policía les quitó todos sus efectos personales, incluyendo algunos amuletos, así como los teléfonos móviles, metiéndolos en algunas ocasiones en bolsas sin ningún tipo de identificación, complicando así la devolución de estos efectos personales por parte de las organizaciones que se encargan de la acogida de estas personas.

«La policía me detuvo durante tres días, me quitaron el teléfono y nueve días después aún no me lo han devuelto. Cuando me preguntaron la edad les dije que tenía 16, pero me llevaron detenido junto al resto. Una trabajadora del centro me ha dicho que necesito presentar mi certificado de nacimiento, pero no he podido pedirlo porque sin teléfono no me he podido comunicar con mi familia«, explica Ibra (nombre ficticio), de Senegal.

Según datos proporcionados por la Fiscal de Trata y Extranjería autonómica, Canarias tiene bajo su tutela a alrededor de 4.000 menores, aunque se desconoce el número de migrantes que hay entre ellos.  Además, el Gobierno de Canarias tendría 1.980 menores pendientes de la determinación de la edad en Tenerife y 811 en Las Palmas. Amnistía Internacional sigue recibiendo información de que a pesar de las recomendaciones internacionales realizadas a España, se continúan realizando pruebas médicas sobre la determinación de la edad, incluso cuando los y las menores aportan documentación que lo corrobora. Las autoridades deben garantizar que en todas las decisiones que les afecten prima el interés superior del niño y que los métodos de identificación de la edad cumplen con los derechos humanos, y sólo se utilizan cuando existan serias dudas sobre la presunta edad de un o una menor y no se disponga de documentos u otras pruebas.

España acumula hasta 17 condenas por parte del Comité que vela por el cumplimiento de la Convención de Derechos del Niño por vulneración del interés superior del menor. El Comité ha recordado reiteradamente que mientras el proceso de determinación de la edad esté abierto, debe otorgarse a la persona el beneficio de la duda, lo que supone presumir su minoría de edad, y tratarla como un niño o niña, prevaleciendo el interés superior del menor. Además, los Estados deben nombrar a un representante legal e intérprete para todas las personas que aleguen ser menores de edad, deben abstenerse de realizar pruebas médicas innecesarias cuando existe documentación probatoria de su edad, y solo debe procederse a una evaluación global del desarrollo físico y psicológico del niño o de la niña cuando no exista dicha documentación. La evaluación debe realizarse  por pediatras y  especialistas,  sin injerencias o violaciones a su derecho a la intimidad y a su dignidad. Igualmente, debe garantizarse el derecho de pedir asilo a los niños y niñas que lo deseen, y en estos casos además de asignarles un tutor legal, debe garantizarse también la representación legal.

El Hierro, la isla más lejana del archipiélago, con la mayor afluencia

Ya en 2021 representantes de la Subdelegación del Gobierno en El Hierro, isla con una población de algo más de 11.000 habitantes, dijeron enfrentarse a problemas logísticos diarios para alojar a las 1.752 personas que habían llegado entre enero y septiembre. Sin embargo, dos años después y a pesar del incremento de llegadas (solo en los últimos meses de 2023, 9.000 personas habían llegado a esta isla, cinco veces más que en 2021), nada se ha hecho para mejorar esta situación. Las personas que han llegado han sido trasladadas desde el puerto de la Restinga a San Andrés (en el municipio de Valverde), en la parte alta de la isla, donde se ha instalado una carpa dentro de un polideportivo en ruinas que no reúne los estándares adecuados para acoger a estas personas.

En muchos casos es la población local la que se hace cargo de la atención de estas personas. Una vez más, Amnistía Internacional denuncia que las medidas ad hoc adoptadas por el Gobierno central no abordan las deficiencias estructurales de un sistema que carece de coordinación y  depende excesivamente de organizaciones no gubernamentales o incluso de la población local para cubrir las necesidades cotidianas de estas personas. Frente a esto, la organización pide a las autoridades que establezcan infraestructuras adecuadas para garantizar una acogida digna a las personas migrantes que llegan a El Hierro.

Falta de humanidad en los discursos

A la organización le preocupa que, como ya ha denunciado en el pasado, no haya una política estatal y de corresponsabilidad interterritorial para el traslado a otras comunidades autónomas que permita acabar con la saturación del sistema de acogida de Canarias. Aunque en octubre de 2022 el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 aprobó el Plan de Respuesta ante la crisis migratoria para menores migrantes 2022-2023, con una propuesta de distribución territorial y un crédito presupuestario para la atención de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, lo cierto es que la acogida por parte de otras Comunidades Autónomas ha sido muy escasa.

Además de no ser obligatorio, lo que hace que dependa de la voluntad de cada Comunidad el ofrecerse para acoger a menores, esta situación ha sido aprovechada por algunas autoridades para aumentar los discursos racistas y xenófobos que fomentan la violencia hacia colectivos en situación de especial vulnerabilidad. Amnistía Internacional recuerda que tachar de «invasión», o vincular la llegada de personas migrantes y posibles refugiadas con el terrorismo, las enfermedades, o la inseguridad nacional puede suponer una estigmatización y deshumanización de estas personas. Las normas internacionales de derechos humanos establecen que debe prohibirse toda expresión de odio nacional, racial o religioso que constituya incitación directa a la discriminación, la hostilidad o la violencia contra un grupo de personas vulnerable, lo que se suele conocer como «apología del odio». Por lo tanto, la organización exige que se tomen medidas para acabar con este tipo de discursos.

Peticiones de Amnistía Internacional

  • En materia de asilo: Garantizar el acceso a procedimientos de asilo con todas las garantías, incluida la asistencia letrada e intérprete desde el principio y de calidad.
  • En materia de acogida: Garantizar la adecuada atención y acogida de personas migrantes y refugiadas, especialmente de aquellas en situación de mayor vulnerabilidad como niños/as no acompañados.
  • En materia de menores: Asegurar la protección jurídica efectiva de los niños y niñas no acompañados y velar por que se aplique el principio de no devolución y se tenga en cuenta el interés superior del niño como consideración primordial. Impartir formación a los profesionales pertinentes y orientaciones adicionales sobre la determinación del interés superior del niño, llevándose a cabo las pruebas médicas correspondientes únicamente en casos de graves dudas acerca de la edad comunicada y considerando las pruebas documentales u otros tipos de pruebas disponibles. Además, es necesario que la responsabilidad compartida por parte del resto de Comunidades Autónomas sea obligatoria de manera que haya un reparto equitativo de niños y niñas no acompañados en todo el territorio.
  • En materia de coordinación: Mejorar la coordinación entre las diferentes administraciones e instituciones con competencia en la materia, a nivel nacional, regional y local, de manera que se adopten todas las medidas necesarias para garantizar los derechos de estas personas de acuerdo a estándares internacionales.
  • En materia de racismo: las autoridades deben abstenerse de realizar mensajes y discursos que incitan a la violencia contra personas migrantes y refugiadas o contribuyen a su estigmatización y deshumanización.

5 senegaleses recién llegados a Canarias

CINCO SENEGALESES RECIÉN LLEGADOS A CANARIAS

– Artículo publicado en El País, 16.10.23 –
[Texto, María Martín. Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro. Foto, Gelbert Finol]

ÉXODO RUMBO A CANARIAS
Las islas viven semanas con cifras récord de desembarcos. La desesperanza de los senegaleses reactiva la ruta migratoria con fuerza.
– María Martín –

Es difícil encontrar en los registros semanas como las que se están viviendo ahora en las islas Canarias. Con más de 7.500 migrantes desembarcados solo en octubre, este año está cerca de batir récords de llegadas. Hasta este domingo ya se habían contado más de 23.000, con una particularidad: aproximadamente el 80% de los migrantes han venido en los últimos tres meses y medio. Solo la isla de El Hierro, de apenas 11.000 habitantes, ha recibido más de 6.000 personas.

ÉXODO RUMBO A CANARIAS. Testimonio de 5 migrantes senegaleses.
Más allá de las calmas, que mantienen el mar como un plato de septiembre a noviembre, y de la crisis política en Senegal, que ha frustrado la esperanza de cambio de millones de jóvenes, faltan respuestas para explicar qué está pasando. “En realidad, no lo sabemos”, reconoce un alto cargo de las fuerzas de seguridad.

La ruta ha ganado complejidad en los últimos días. Y a las constantes llegadas desde Senegal (y alguna de Mauritania y de Gambia) que han marcado el verano canario, se están sumando los marroquíes que salen del Sáhara Occidental y del sur de Marruecos, zonas teóricamente controladas por las autoridades marroquíes.

Las cifras oficiales del Ministerio del Interior revelan poca información sobre el perfil y la procedencia de los migrantes que entran en España de forma irregular, pero los registros de la Cruz Roja a pie de muelle arrojan algunos datos.

Hasta el pasado lunes, cuando se habían registrado 19.490 migrantes, se contaban casi 18.100 hombres y más de 1.300 mujeres. Entre ellos, había 3.659 menores. Algunos, medio centenar, son tan pequeños que aún se consideran lactantes. Aunque la mayoría, unos 2.600, son niños entre 12 y 17 años. Estos datos no clasifican a los recién llegados por nacionalidad, pero a falta de actualización, los senegaleses son la primera nacionalidad de los que han arribado a las islas en los últimos meses.

Cinco senegaleses, protagonistas de un éxodo que no tiene visos de frenarse, cuentan a EL PAÍS los motivos que les han llevado a subirse a un cayuco. Les une un sentimiento de desesperanza.

El niño que soñaba con Europa

A Mbaye Fall, de 17 años, le gusta esconder cosas. Él mismo es como una culebra que aparece y desaparece sin que te des cuenta. Durante los últimos cuatro años, este adolescente senegalés con cara de niño fue metiendo entre su ropa parte de lo que ganaba vendiendo mochilas y zapatos y haciendo viajes con su motillo. Su objetivo siempre fue venir a España en cayuco. Sus padres, con otros tres niños más pequeños a su cargo, no sabían nada.

A finales de septiembre, Fall se enteró de que saldría un cayuco en unos días y, como aún no le llegaba el dinero para pagar los 600 euros que costaba el viaje, acabó entregando su moto para poder subirse. “Nunca había estado tanto tiempo sin comer y sin dormir. Lo pasé muy mal, hacía mucho viento”, explica sobre su viaje de una semana que concluyó en la isla de El Hierro el pasado 8 de octubre. “Pero al llegar me puse contento, pensé que podría trabajar y ayudar a mi familia”, recuerda.

Ahora, acogido en un centro para adultos en Tenerife, Fall pide ayuda a los periodistas. Su ficha dice que es mayor de edad, pero él insiste en que no lo es. Pregunta qué debe hacer al intérprete de wolof que acompaña a EL PAÍS, que también llegó siendo un niño a Canarias hace unos años. El traductor le dice: “Si eres pequeño, es mejor que te lleven con los pequeños”. Pero no es tan fácil.

Las constantes llegadas a Canarias, más de 7.500 en lo que va de mes, vuelven a poner en entredicho el triaje que hace la Policía Nacional de los recién llegados al desembarcar. Hay decenas de adultos en centros de menores y decenas de menores en espacios destinados a los adultos. Poco a poco, en los campamentos para mayores, los trabajadores sociales van identificando quiénes son claramente niños y los derivan a centros de menores, a cargo de la comunidad autónoma. Pero el proceso, como ha señalado repetidas veces el Defensor del Pueblo, debería ser mucho más eficiente desde que ponen el pie en el muelle.

Antes de despedirse, Fall, que hace todas sus cuentas con los dedos de las manos, desaparece sin decir nada. Vuelve con su teléfono móvil, que mantiene tiene escondido en algún árbol o muro de los alrededores para que nadie se lo quite. Al grabar su número puede verse el nombre que se ha puesto en su perfil de WhatsApp. Pequeño Fall, se lee en francés.

La huida de los pescadores

Hace tiempo que Maguette Cisse, un pescador senegalés de 25 años, ya no llegaba a fin de mes. Cuenta frustrado cómo tras varias de sus expediciones en alta mar volvía con las redes vacías. Cisse explica que la deriva antidemocrática de Senegal, que ha acabado con el líder del principal partido de la oposición en la cárcel, también atraviesa al sector pesquero. De él viven más de 600.000 personas, un 17% de la población activa del país. “Yo era uno de los que vestía la camiseta de [Ousmane] Sonko y desde que lo metieron en la cárcel todo han sido problemas, la policía no nos deja trabajar”, explica en la puerta de uno de los centros de acogida de Tenerife.

El pescador pidió dinero a su madre para pagar los casi 800 euros que le costó el viaje en cayuco. La tarifa, cuenta, incluía el soborno a los policías que les vieron partir de una playa de Rufisque, a solo 30 kilómetros de Dakar.

Cisse es uno más de las decenas de pescadores que están alcanzando las islas de El Hierro y Tenerife en los últimos meses. El sector pesquero de Senegal está en crisis y la sobreexplotación de los recursos está causando conflictos entre los propios pescadores y contra las autoridades. “Yo no pensaba venir a España, pero hubo un problema grave entre pescadores y decidí marcharme”, explica Karim Fall, de 21 años.

El joven fue uno de los participantes de un violento episodio que enfrentó en abril a decenas de pescadores de dos comunidades por el tipo de redes que se estaban empleando. Es una cuestión importante, porque ante la escasez de peces, el uso de unas herramientas u otras tiene un impacto mucho más perjudicial en el ecosistema marino.

Aquel incidente acabó con decenas de heridos y al menos un muerto y una persecución policial contra los involucrados. Fall asegura que aunque no instigó la protesta, huyó tras los altercados porque no confía en la policía ni en el Gobierno. Él es también simpatizante del líder opositor preso. “Sonko daba a esperanza a muchos de nosotros porque el Gobierno no resuelve ninguno de nuestros problemas”, mantiene.

La frustración de los pescadores no es nueva y ya en 2020 arribaron a Canarias cientos de ellos asfixiados por las restricciones de la pandemia. Los de antes y los de ahora señalan un mismo culpable de sus problemas: el impacto de la pesca industrial de los arrastreros extranjeros.

Familia a bordo

El 22 de agosto desembarcó en la isla de El Hierro la familia de Ndiaga Suare, otro pescador de 27 años. Suare se marchó de Joal, una localidad al sureste de Dakar, con su mujer Ndeye, de 21 años y su hija Penda, de un año y ocho meses. Compraron leche en polvo para la pequeña y se subieron a un cayuco que no sabían dónde acabaría. El pescador no quiere entrar en detalles, pero explica que lo suyo fue una huida de su propia familia. “Teníamos muchos problemas. Llegué a mudarme de ciudad, pero mis hermanos me encontraron”, relata.

El hombre está abatido, lleva dos meses en un campamento para hombres adultos separado de su mujer y su hija. “Está siendo muy duro. Apenas puedo verlas, aquí hay mucha gente y la comida no es buena. Hay días que prefiero no comer”, explica.

Le frustra no entender la separación. “Desde que llegué aquí no estoy tranquilo, estoy bloqueado, no soy capaz de pensar en los próximos pasos”.

Acoso policial

El viaje en cayuco de Khalifa Ababacar Seck, de 37 años, terminó, después de siete días en alta mar, en el hospital. El hombre, que trabajaba en el sector metalúrgico en Saint Louis, aún lleva la pulsera de su internamiento por un fracaso renal agudo.

Él asegura que viene para trabajar y poder enviar dinero a su mujer y sus dos hijos. “Aquí no teníamos suficiente para vivir”, explica. “Tengo amigos aquí que trabajan y ganan dinero. Yo querría construirme una casa en mi país”, añade.

Pero lo que acabó empujando a Seck a subirse a ese cayuco fue la situación política de su país y el “acoso policial” a su familia. “Mi familia es simpatizante de Sonko y últimamente no nos dejaban en paz”, lamenta.

Buzón de Consultas Jurídicas sobre Menores Migrantes

BUZÓN DE CONSULTAS JURÍDICAS SOBRE MENORES
– Dirigido a Menores, Familiares y Profesionales –

La Merced Migraciones pone a disposición exclusivamente de niños menores de 19 años y los profesionales o familiares que les acompañan un BUZÓN DE CONSULTAS JURÍDICAS (accede a través de este enlace).
BUZÓN DE CONSULTAS JURÍDICAS SOBRE MENORES MIGRANTES. La Merced Migraciones.
Se trata de un servicio para que esos niños y niñas, y los profesionales que les acompañan en procedimientos judiciales, tengan un espacio seguro y gratuito para exponer sus preguntas y recibir orientación jurídica directa y personalizada. Es una asesoría legal generalista que atiende de modo preferente a los siguientes casos: niños y niñas víctimas de violencia y/o abusos, niños y niñas que migran solos en procedimientos de determinación de la edad o solicitantes de protección internacional, infancia en situación de exclusión social en defensa de sus derechos sociales, económicos y culturales.

Restaurante dando empleo a Menores Migrantes sin familia

Restaurante dando empleo a menores migrantes sin familia

MENAS. Taberna La Magdalena.Un laico de la Mesa por la Hospitalidad de nuestra Iglesia en Madrid, ha creado un restaurante en el que emplea a seis menores migrantes sin familia en España: Taberna La Magdalena. Algunos de ellos han estado acogidos en los pisos de Cáritas Madrid. Se puede comer, cenar, desayunar, tomar tapas… Toda la información en la web de la Magdalena.

El proyecto de La Magdalena surge, no solo para acercar la fantástica gastronomía cántabra a Madrid, sino también con un fin social.

La pandemia de la Covid-19 nos ha afectado a todos, pero ha tenido un grandísimo impacto en aquellos que ya se encontraban en una situación de vulnerabilidad. Es el caso de los menores desplazados forzosamente, que cuando cumplen los 18 años deben abandonar los centros de protección de menores. Chicos y chicas que, a pesar de adquirir la mayoría de edad legal, necesitan aún apoyo y acompañamiento hasta completar su formación y tener la posibilidad de comenzar una vida autónoma.

Estos jóvenes abandonan el Sistema de protección con una formación nula o escasa por varias razones: problemas con el idioma, falta de herramientas educativas específicas para paliar las desigualdades, nivel de estudios, etc. Esto, unido a las dificultades que encuentran para acceder a una vivienda digna, hace que la mayoría de los jóvenes abandonan el Sistema de Protección sin expectativas de conseguir un empleo, debido también a su situación administrativa.

En este contexto nace el proyecto de La Magdalena, con la intención de impulsar la integración sociolaboral de estos jóvenes. Así, en La Magdalena les brindamos la oportunidad de mejorar su currículo mediante una formación de calidad en cocina y restauración que les sirva como referencia de formación y experiencia para futuras oportunidades laborales.

Comenzamos esta aventura gracias al esfuerzo de un gran grupo humano que permitirá la contratación de seis de estos jóvenes. Seis jóvenes que, a día de hoy, ya disfrutan del primer “piso de autonomía”, y que tienen como objetivo aprovechar y fortalecer este proyecto, y emanciparse en un plazo no muy lejano con el fin de poder ofrecer esta misma oportunidad a otros jóvenes en su misma situación.

Como decíamos al principio, además del fin social, queremos ofrecer un lugar donde podrás conocer en primera persona la gastronomía cántabra. Todo el producto con el que elaboramos nuestra oferta llega desde Cantabria y hemos creado una carta que te permitirá descubrir lo mejor de la gastronomía de la zona con un producto de primera calidad, y con platos diseñados por un gran Chef, Carlos Núñez y su equipo , a quienes queremos agradecer desde aquí su implicación en el proyecto y el cariño con el que han elaborado nuestra oferta gastronómica.

La Mesa por la Hospitalidad ante las elecciones del 4M en Madrid

Logo de la Mesa por la Hospitalidad de Madrid

 

 

NOTA DE LA MESA POR LA HOSPITALIDAD (21.4.21)
ANTE LAS ELECCIONES DEL 4M EN MADRID

La Mesa por la Hospitalidad de la Archidiócesis de Madrid demanda a los partidos políticos que concurren a las elecciones en la Comunidad de Madrid que los debates y la publicidad de sus formaciones eviten cualquier forma de discurso de odio, de estigmatización a la población vulnerable y de falsa contraposición de derechos entre las personas. En razón de nuestra tarea, nos preocupa especialmente la situación de las personas migrantes y, en particular, de la infancia en situación de desventaja que, con independencia de su nacionalidad, goza en nuestro país de todos los derechos que su dignidad, no mensurable en términos económicos, reclama, como reconocen los convenios internacionales suscritos por España. El alarmismo, el miedo y la xenofobia no pueden ser fomentados y explotados con fines políticos (cf. Fratelli tutti 39 y 86).

La Mesa por la Hospitalidad de Madrid ante las elecciones del 4M— ADHESIONES (orden alfabético; haz un comentario o ecsribe a apoyo.innovacion@gmail.com) — — —

– Mesa por la Hospitalidad: Archidiócesis de Madrid – Delegación de Movilidad Humana / Cáritas Madrid / Comunidad de Sant’Egidio / CONFER / Justicia y Paz Madrid / Pueblos Unidos / SERCADE.