EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS AMANECE ENTRE SONIDOS DE DISPAROS Y GRITOS Varias entidades sociales civiles y religiosas han reproducido ante la Cámara Baja el audio de lo que ocurrió en le playa del Tarajal (Ceuta) hace 11 años. «Es sobrecogedor», explica a Alfa y Omega María Seco, coordinadora del programa Afrique de la ONG Sercade
[Tomado de José Calderero de Aldecoa para Alfa y Omega, 6.2.25]
El Congreso de los Diputados ha amanecido este jueves 6 de febrero envuelto en 20 minutos de sonidos de disparos y gritos. No se trataba de ningún ataque, sino la reproducción sonora de lo que ocurrió hace hoy justo 11 años en la playa del Tarajal, de Ceuta.
Aquel día, a las 07:20 horas, una multitud de inmigrantes intentó entrar en España por la playa del Tarajal. Pero fueron repelidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado españoles y marroquíes. El resultado: 14 muertos y muchas personas devueltas en caliente al país vecino.
«Es sobrecogedor. En el audio se mezclan los disparos con los gritos de las personas que estaban en el mar intentando llegar a la playa. Y todo esto reproducido cuando en Madrid reina el silencio. Resulta impactante», explica a Alfa y Omega María Seco, coordinadora de Programa Afrique, de la ONG Sercade.
Junto con esta entidad regentada por los capuchinos, el acto ha estado organizado por un conglomerado de entidades: Alcalá Acoge, Asociación Apoyo, Coordinadora de Barrios, 8M Lavapiés, Red Interlavapiés, Red Solidaria de Acogida, San Carlos Borromeo, Sindicato de Manteros de Madrid, Territorio Doméstico y Valiente Bangla.
«Se trata de una iniciativa con la que queremos homenajear la memoria de estas 14 personas que murieron tiroteadas en el mar», cuyos cuerpos todavía permanecen en el fondo del océano. Pero «además de expresar nuestra solidaridad, queremos advertir de que el caso sigue pendiente de amparo ante el Tribunal Constitucional», señala Seco. El TC admitió a trámite este recurso en junio de 2023 y, desde entonces, no ha habido noticias.
Al acto de esta mañana le sigue otro organizado por la tarde, a las 19:00 horas, en la madrileña plaza de Lavapiés. El objetivo, expresado por los convocantes, es «gritar que todas la vidas importan, que las vidas migrantes importan, que las vidas negras importan. Seguiremos luchando tantos años como sean necesarios para que todas las vidas sean respetadas y dignificadas. Seguiremos reuniéndonos y alzando la voz por todas las víctimas de las fronteras. Seguiremos pidiendo justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición para ellas y sus familias. Migrar es un derecho. No más muertes en las fronteras».
CINCO ENTIDADES RECURRIRÁN ANTE EL SUPREMO LA REGULACIÓN DEL ASILO EN EL REGLAMENTO DE EXTRANJERÍA Consideran que hay suficientes fundamentos de derecho para impugnar la incompatibilidad entre el procedimiento de protección internacional y los arraigos
Martes, a 21 de enero de 2025. Andalucía Acoge, Cáritas, CEAR, Red Acoge y Servicio Jesuita a Migrantes han decidido recurrir de forma parcial el nuevo Reglamento de Extranjería, con la interposición, el día 20 de enero, del recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo, como primer paso del procedimiento judicial. La alianza formada por cinco organizaciones especializadas en el acompañamiento social y jurídico de personas migrantes y refugiadas, tras un primer análisis del documento, valora que la normativa establece una serie de mejoras importantes y fundamentales. Sin embargo, hay aspectos relevantes demandados por estas entidades a lo largo de todo el proceso que suponen un impacto negativo en los derechos de las personas solicitantes de protección internacional y que se han dejado atrás.
Entre ellas, consideran que hay suficientes fundamentos de derecho para impugnar la incompatibilidad entre el procedimiento de protección internacional y los arraigos. El actual Reglamento señala como concepto jurídico que el tiempo como solicitante de protección internacional no compute como tiempo de permanencia previa para solicitar una residencia por arraigo. Esto significa que si una persona migrante recibe una denegación a su solicitud de asilo deberá reiniciar su tiempo de permanencia previa –en situación irregular, en este caso– para optar a un arraigo. El recurso se centra en esta incompatibilidad, que dejaría en situación administrativa irregular a cerca de la mitad de las personas solicitantes de asilo, y se convierte en un elemento que desincentiva el ejercicio del derecho al asilo.
Por este motivo, las cinco entidades, que llevan realizando un seguimiento detallado del proceso desde que se puso en marcha y elaboraron un catálogo de propuestas concretas de mejora [véase esta entrada], han decidido dar un paso adelante con este recurso ante el Tribunal Supremo, poniendo en primera línea la importancia de que la legislación española avance de forma definitiva en garantizar los derechos de las personas en el camino hacia su inclusión como ciudadanía participante.
La plataforma que está detrás de la concentración del pasado 30 de noviembre, “Por la Paz. Alto el Fuego ¡Ya! Ni Terrorismo, Ni Genocidio” (https://pararlaguerra.es/), vuelve a convocarnos -tras el pasado 30 de noviembre- a un nuevo acto en Madrid o donde pueda cada grupo, parroquia, ciudadano, etc.: se trata de participar asistiendo y, en su caso, organizándose en las plazas y espacios de cualquier lugar del territorio nacional para cantar, como canción de este movimiento por la Paz, “Sólo le pido a Dios”.
La plataforma la conforman -ver su página web- un gran número de entidades civiles y religiosas, y la firma de su manifiesto está abierta a todos.
Mons. Luis Argüello, en su discurso de clausura en la presentación de la Memoria de Actividades de la Iglesia, del pasado 10 de diciembre, hace referencia a este nuevo acto (ver a partir del minuto 2,25 en https://www.youtube.com/watch?v=NB_BQEqrfrw).
DE CARA A LA REUNIÓN DEL CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA, JRS INSTA A EUROPA A RECUPERAR LA HUMANIDAD
Bruselas, 17 de octubre 2024
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS Europe) insta en la antesala del Consejo de la Unión Europea a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión a recuperar la humanidad.
Estimados/as jefes/as de Estado y de Gobierno de la Unión Europea:
Exactamente hace 25 años, sus predecesores acababan de acordar trabajar juntos “hacia una unión de Libertad, Seguridad y Justicia” en las Conclusiones del Consejo de Tampere. Se comprometieron a hacerlo a través de políticas comunes que respeten nuestros valores compartidos de dignidad humana, libertad, democracia, estado de derecho, igualdad y derechos humanos. Ellos, y sus sucesores, trabajaron juntos para armonizar la forma en que extendemos la protección y el disfrute de los derechos humanos a aquellos que se ven obligados a huir de la violencia y la persecución.
Mantener estos estándares no es fácil. Se necesita audacia y fuerza para mantener el compromiso, incluso cuando el contexto parece volverse más desafiante.
En los últimos años, hemos sido testigos del debilitamiento de este compromiso. En las últimas semanas, aún más. En JRS, hemos expresado nuestra oposición al recientemente adoptado Pacto sobre Migración y Asilo. Un Pacto que elige la detención y la segregación de las personas que buscan protección en las fronteras exteriores de la UE. Un Pacto que permite numerosas derogaciones nacionales de las políticas comunes en tiempos de supuesta crisis. Un Pacto que promueve la externalización de la responsabilidad de proteger a las personas a países fuera de la UE.
Desafortunadamente, estas decisiones ya están cosechando frutos nefastos. Cada vez más, los Estados miembros están anunciando cambios en la legislación y políticas nacionales que se apartan de la legislación común de la UE.
Los Países Bajos quieren desvincularse del Sistema Europeo Común de Asilo, Alemania introduce controles fronterizos internos, Polonia quiere suspender el derecho a solicitar asilo en las fronteras con Bielorrusia, Italia ha comenzado a llevar a las personas rescatadas en el mar a un centro de detención fuera de la UE, en Albania. También vemos cómo los fondos europeos pesimamente invertidos en terceros países conducen a graves violaciones de los derechos humanos, como en los centros de detención en Turquía.
Por si esto fuera poco, los gobiernos continúan buscando formas de mantener alejados a los migrantes o devolverlos antes incluso de que pongan un pie en territorio europeo, diseñando «centros de retorno» en terceros países que son cuestionables, tanto desde una perspectiva ética como de viabilidad.
A medida que el compromiso con nuestros valores compartidos se desmorona, la injusticia y el sufrimiento aumentan. En JRS, lo vemos todos los días, escuchando a las personas en centros de detención, apoyando a las personas que han sido abandonadas a su suerte, acompañando a aquellas cuyas solicitudes de asilo han sido injustamente rechazadas. Todo esto, mientras que ninguna de las iniciativas mencionadas anteriormente ha tenido realmente efecto alguno en la reducción de la migración hacia Europa.
No tiene por qué ser así. La generosa y unánime respuesta de la UE ante la crisis de personas desplazadas de Ucrania ha demostrado lo que podemos lograr cuando actuamos juntos y de acuerdo con nuestros valores. La Unión Europea aún puede cambiar de rumbo y elegir inequívocamente actuar conforme a los valores que la fundaron.
Opten por trabajar juntos para diseñar formas innovadoras de garantizar vías seguras y legales para las personas que huyen de la violencia y la persecución.
Opten por buscar y rescatar a las personas en el mar, y trabajen juntos para llevarlas al puerto seguro más cercano en Europa.
Opten inequívocamente por respetar el derecho de todas las personas a la libertad, y rechacen el uso de la detención administrativa como un mal necesario.
Opten por la hospitalidad y el acompañamiento desde el momento en que las personas llegan, y diseñen juntos modelos de acogida digna que permitan el verdadero encuentro con la comunidad local.
Opten por crear acuerdos de colaboración sólidos con terceros países que verdaderamente fortalezcan sus sistemas de protección y apoyen su desarrollo, no para convertirlos en ejecutores satélites de políticas inhumanas de la UE.
En la antesala de este Consejo Europeo, les pedimos que crean en nuestros valores y opten por hacer que Europa vuelva a ser humana.
4 apartados publicados en esta página después de la Vigilia (ALOCUCIÓN DE NUESTRO OBISPO — GALERÍA DE FOTOS — CRÓNICAS DEL EVENTO — MANIFIESTO LEÍDO EN LA VIGILIA):
ALOCUCIÓN DE NUESTRO OBISPO (descárgala en PDF en este enlace):
Un año más, llamamos a la puerta del CIE para mirar de otra forma. Los cristianos miramos de otra forma: vemos que Dios se queda en las realidades y en los que sufren. No queremos polarizar, ni dividir. No queremos tensionar la vida social en un mundo con demasiadas guerras . No se trata de tensión sino de mirar humanamente. Solo eso.
Todos tenemos miedo, es cierto. Pensamos que nos salvará el “primero nosotros” y “luego ellos”. Pero eso es engañoso: ese pensamiento nos encierra y nos quita la oportunidad de ser humanos y de ser mejores personas, pues nos priva de la capacidad de entrar en relación con el otro y de mirar a los ojos a cada uno que llega.
Hoy, aquí en Aluche, como creyentes, tenemos una buena noticia que dar a nuestra sociedad: Dios nos visita en los migrantes y refugiados, como en tantos otros, para rescatarnos de nuestros encierros y ofrecernos el poder ya entrar en su Reino.
No vale la respuesta del miedo o la de encerrarnos, ni la de elevar los muros.
Necesitamos mirar a los ojos y acoger a las personas , proteger y ser humanos
Necesitamos modelos de regularización, si, pero no estos. Necesitamos regular sin olvidar los dramas de las personas ni a los que mueren por huir de muchos infiernos.
Seguro que hay otros caminos que no sean estos Centros de Internamiento, cuto mensaje disuasorio puede ser uno que dice: “No os queremos. Si venís huyendo os espera esto. Mejor quedaros en vuestro país. No queremos hacer efectos llamada, pues no es nuestro problema el vuestro”.
¿Es esto lo que queremos como sociedad civil?
¿Es este mensaje el que queremos dar al mundo?
¿Son estas nuestras raíces en un Madrid forjado con gentes de mil culturas?
¿Es esa la raíz de una Europa de culturas que quiere ser ejemplo de humanidad? Una Europa forjada a golpe de flujos migratorios, de movimientos de Imperios, de culturas que la han hecho más humana cuando ha respondido integrando y acogiendo.
No son un número. No son una amenaza. Ni un peligro. No son una intrusión. Son personas que tienen derecho a quedarse sin tener que huir de sus casas. Son personas que tienen derecho a sobrevivir.
Necesitamos políticas que regularicen la migración. Vivimos en un mundo globalizado donde no tenemos problema para aceptar la globalización del mercado, de la información, de la riqueza… Y ¿por qué no aceptamos la globalización de la responsabilidad de vivir mirando y acogiendo a estas personas? Si acogemos los beneficios ¿cómo no compartimos la responsabilidad del sistema que sostenemos y del que nos aprovechamos?
Por eso, el papa Francisco nos lanza a dar respuestas globales y acciones transversales en nuestra sociedad. Llama a todos a quienes les mueva la humanidad, a sumarse en el proyecto DE LA ONUpara concretar un PACTO MUNDIAL SOBRE LA CUESTIÓN DE LOS REFUGIADOS Y SOBRE LA MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR.
Queremos cambiar la mirada. Los migrantes nos enseñan a hacerlo y despiertan nuestra falta de memoria. Frente a la retórica que subraya los «riesgos» y «el coste de la acogida, se trata de ver que «traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías y sus aspiraciones, y por supuesto los tesoros de su propia cultura»[Mensaje de Francisco para la LXI Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2018]. Nos traen caminos de humanización y de construcción del reino de Dios que humaniza y saca lo mejor y más humano de nosotros.
GRACIAS A TODOS los que sembráis esperanza. Queremos agradecer y, a la vez, animar a todos los cristianos que trabajan en la acogida, protección, promoción e integración de los inmigrantes y refugiados en la sociedad y en la Iglesia.
GRACIAS:
A los que acompañáis a los internos del CIE.
A quienes sembráis solidaridad en la sociedad, en las redes, entre vuestros amigos.
A quienes rezáis y os unís en oración al sufrimiento que hay tras aquellos muros. La oración sana y llega al corazón de Dios, y consuela a los pobres.
A los que habéis venido. Una oración y un gesto que es siembra de humanidad.
A quienes apoyáis los Pactos Globales
A quienes queréis ser más humanos y hacéis que, desde Dios, nuestro mundo sea más humano.
MANIFIESTO (puedes descargarlo en PDF en este enlace). Adhesión de entidades al Manifiesto en este enlace. Puedes mostrar tu apoyo en los comentarios a esta entrada,
Madrid, 05 de octubre 2024 Vigilia en apoyo a las personas internadas en los CIE
“ROMPAMOS EL SILENCIO”
Como cada año por estas fechas, alzamos la voz para Romper el Silencio que oculta y encubre la realidad de la detención e internamiento de personas migrantes en nuestro país. Una vez más, nos inspira la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado y nos sumamos al mensaje de la Iglesia en solidaridad con quienes arriesgan sus vidas para ejercer su derecho a migrar. El papa Francisco señala claves interesantes para detener las muertes y el sufrimiento en las rutas migratorias:
“No es mediante leyes más restrictivas, no es con la militarización de las fronteras, no es con las expulsiones como vamos a obtener este resultado. Lo obtendremos ampliando las vías de acceso seguras y regulares para los migrantes, facilitando el refugio para quien escapa de las guerras, las violencias, la persecución y las tragedias; lo obtendremos favoreciendo una gobernanza global de las migraciones fundada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad”.
Nos inspira también el testimonio de vida de las personas migrantes que atraviesan mares y desiertos para llegar a una tierra donde vivir en paz y seguridad. Alzamos la voz a hombros de gigantes, desde su testimonio y desde el compromiso de la sociedad civil, a través de tantas iniciativas para acompañar y denunciar la hostilidad hacia las personas migrantes.
Los centros de detención (CIE) forman parte de esas respuestas hostiles, militarizadas y restrictivas a la movilidad humana que denuncian la sociedad civil y el mensaje de la iglesia. Justo lo contrario que señala el Papa Francisco. Más de 2000 personas son privadas de libertad cada año en estos no-lugares, a los que se suman miles de detenciones en comisarias, aeropuertos y otros espacios, un sufrimiento que permanece oculto y silenciado al resto de la sociedad.
¿Quiénes son estas personas?: personas migrantes en situación administrativa irregular, la mayor parte llevan años en nuestro país, trabajando, estudiando o impulsando una familia, en definitiva, echando raíces con la intención de construir futuro. Han sufrido una detención en su lugar de trabajo, en la calle o en otros contextos arbitrarios interrumpiendo su proyecto de vida.
Los CIE les privan de un derecho básico: su libertad. Privados y privadas de libertad en estas instituciones, por el hecho de ser migrantes, encontramos a menores, personas con graves problemas de salud, con hijos o hijas menores a su cargo, solicitantes de asilo y otros perfiles vulnerables. Estas personas se ven sometidas a un régimen de internamiento que no cumple las mínimas garantías: suficiente acceso a la justicia y defensa, comunicación con el exterior, obstáculos a las visitas, privacidad, espacios de ocio, todo ello en contextos, en ocasiones, cargados de tensión y violencia.
Solicitamos el cierre de estos espacios de opacidad e indefensión. Exigimos alternativas al internamiento que no pasen por la privación de libertad y re-inviertan el inmenso gasto presupuestario, de estos centros carcelarios, en políticas de gestión de las migraciones que no vulneren derechos humanos.
En la ciudad de Madrid, en Aluche, nos encontramos con uno de los CIE con mayor actividad de España y, ante esta realidad, nos vemos de nuevo llamados y llamadas a romper el silencio e invitar a una Vigilia Solidaria. El sábado 5 de octubre, a las 11:30h, a la salida del metro Aluche.
Distintas espiritualidades, unidas a los hombres y mujeres de buena voluntad, queremos hacer vigilia, mantenernos despiertos/as y alerta para que el abrazo hospitalario a quien llama a nuestra puerta sea expresión del abrazo que el mismo Dios nos ofrece, más allá de la confesión religiosa que se profese.