Delegación de Pastoral de la Movilidad Humana (Migraciones) NOTA EN EL DÍA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE – 18 de diciembre de 2025 –
Madrid, 18 de diciembre de 2025
Desde la Delegación de Pastoral de la Movilidad Humana (Migraciones) de la diócesis de Madrid, nos unimos al lema que propone el Día Internacional del Migrante para este año: “Mi gran historia: culturas y desarrollo”. En dicho lema se destaca el hecho de cómo la movilidad humana impulsa el crecimiento, enriquece a las sociedades y ayuda a las comunidades a conectar, a adaptarse y a apoyarse mutuamente. En 2025 este mensaje es más urgente que nunca porque la migración sigue dando forma a las economías, a las comunidades y al desarrollo mundial.
Y, sin embargo, siendo esto así, la regulación ordenada y segura de los flujos migratorios, que propuso la Iglesia en la Asamblea de las Naciones Unidas celebrada en Marraqech en 2018 y el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado formalmente por casi 160 países en aquella Asamblea, distan mucho de ser puestos en práctica de hecho. Realmente, las legislaciones en todos los ámbitos (internacional, europeo y español) tienden a ser cada vez más restrictivas, securitarias y cicateras en materia de derechos humanos.
Frente a esta preocupante realidad y a un creciente aumento del miedo, los prejuicios y la xenofobia -también en nuestra sociedad madrileña e incluso en la Iglesia-, quienes participamos en la Delegación de Migraciones y en sus diferentes tareas apostamos por un modelo inclusivo, acogedor y hospitalario que fomente la cultura del encuentro enriquecedor en todas las esferas y ámbitos de la realidad: en el de las relaciones interpersonales, en el de la vida de la Iglesia, en el de la sociedad y en el de las diferentes administraciones. Y hacemos nuestras las palabras del Cardenal Arzobispo de Madrid, Don José Cobo, en la homilía de la Misa del Jubileo de los Migrantes y Refugiados y de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, celebrada en la Catedral de Madrid el día 5 de octubre: “Frente a la intoxicación ideológica, el uso partidista del sufrimiento, los discursos de rechazo –que a veces se cuelan también en nuestra Iglesia- el olvido de las causas y el dolor de los desplazamientos obligados, tenemos que dar a conocer relatos positivos de integración y de participación de los migrantes y refugiados en la Iglesia y en la sociedad”. Como él, también respaldamos la Iniciativa Legislativa Popular “para que las personas que han echado raíces entre nosotros, conviven pacíficamente entre nosotros y trabajan en la economía sumergida, puedan aflorar y participar en los deberes y derechos colectivos”.
Equipo de la Delegación de Pastoral de la Movilidad Humana (Migraciones) – – – Archidiócesis d Madrid
LOS CENTROS DE INTERNAMIENTO DE EXTRANJEROS (CIE) EN TERCEROS PAÍSES SON «UN GRAVE RIESGO PARA LOS DERECHOS HUMANOS» Más de 60 organizaciones se pronuncian contra la reubicación de inmigrantes aprobada por los ministros de Interior europeos
[tomado de Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo para Alfa y Omega de 10.12.25] [foto: reunión de ministros de interior de la UE el 8.12.25]
Más de 60 organizaciones europeas de la sociedad civil han expresado su «profunda preocupación» ante la posición adoptada el lunes por los ministros de Interior de la Unión Europea con respecto al desafío de la inmigración. El lunes, los estados miembros de la UE aprobaron, con la negativa de España, el Fondo de solidaridad migratoria para 2026, que consiste en 21.000 reubicaciones de solicitantes de asilo. Ello supone «un deterioro severo» de las garantías legales y de los estándares de derechos humanos aplicados a las personas sujetas a procedimientos de expulsión, afirman las organizaciones.
Según la declaración conjunta (enlace al documento en inglés) de estas organizaciones, el planteamiento de la Comisión introduce «retrocesos significativos» como la posibilidad de ampliar los periodos máximos de detención hasta superar los 24 meses o la reducción de las oportunidades a la hora de recurrir decisiones de retorno. Las organizaciones advierten asimismo de que el texto incrementa las obligaciones de cooperación de las personas afectadas —incluyendo condiciones difíciles de cumplir en la práctica— y prevé sanciones severas en caso de incumplimiento.
Junto a ello, el comunicado critica, además, que se mantenga la posibilidad de establecer centros de retorno en terceros países —lo que se ha dado en llamar centros Meloni, en referencia a la política que ya ha adoptado la presidenta de Italia—, una medida que supone «graves riesgos para los derechos humanos», pues «implica contravenir principios clave del derecho internacional».
Un retorno justo y seguro
Asimismo, este tono en la política migratoria de la UE «podría vulnerar principios básicos como la prohibición de devolución a lugares donde existan riesgos para la integridad o la libertad de las personas retornadas».
Por todo ello, las entidades firmantes instan a los estados miembros y al Parlamento Europeo a revisar el texto en la fase de negociación interinstitucional, con el fin de garantizar un sistema de retorno «justo, seguro, respetuoso con la dignidad humana y plenamente conforme con el Derecho de la UE y las normas internacionales».
Lista de firmantes:
Africa Solidarity Centre Ireland (ASCI) ASGI AWO Bundesverband e.V. BRD-Sweden Caritas Europa Center for Legal Aid » Voice in Bulgaria Centre for Peace Studies, Croatia Churches´Commission for Migrants in Europe (CCME) Collectif de sauvegarde de la LADDH Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) Community Rights in Greece Croatian Law Centre Danish Refugee Council (DRC) Diakonie Deutschland Dutch Council for Refugees ECRE EGCSO European-Global Civil Society Organization EuroMed Rights European-Global Civil Society Organization Extranjeristas en Red FARR, the Swedish Network of Refugee Support Groups FEANTSA (European Federation of National Organisations Working with the Homeless) Female Fellows e.V Finnish Refugee Advice Centre Forum réfugiés France terre d’asile Greek Committee for International Democratic Solidarity Greek Council for Refugees (GCR) Greek Forum of Refugees Gruppo Melitea HIAS Greece Human Rights Legal Project Human Rights Watch ICMC Europe IRC – International Rescue Committee Italian Council for Refugees Italiani Senza Cittadinanza Jesuit Refugee Service (JRS) Europe JRS Belgium JRS Croatia Karama – Collective Solidarity Klikaktiv Macedonian Young Lawyers Association Mediterranea Bruxelles Mesdhe Migr/Azioni Migrante Netherlands Migration Inc. Migration Policy Group – MPG Ocalenie Fundation Oxfam Palestina e lire Passerell Pinay sa Holland-GABRIELA Portuguese Refugee Council (CPR) PRO ASYL National Working Group on Refugees Right to Protection Charitable Foundation Safe Passage International Schweizerische Flüchtlingshilfe Support Group Network (SGN) Swedish Refugee Law Center Symbiosis-Council of Europe School of Political Studies in Greece The Palestinian Human Rights Organization – PHRO Vluchtelingenwerk Vlaanderen WeMove Europe 80:20 Educating and Acting for a Better World
CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes – 2.1.26 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –
[entrada publicada: 4.12.25; 1ª actualización: 8.12.25]
Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materialesen esta entrada).
Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes. Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza. Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias. ¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!
¿Qué son los Círculos de Silencio?
Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
LEÓN XIV CULTURA DE LA RECONCILIACIÓN FRENTE A GLOBALIZACIÓN DE LA IMPOTENCIA Discurso para el Encuentro «Refugiados y Migrantes en nuestra Casa Común» – 2.10.25. Fuente original en este enlace –
Empecemos, así, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La paz esté con vosotros. Buenos días a todos, y bienvenidos.
Es un placer para mí daros la bienvenida al Vaticano en el ámbito de vuestra conferencia, que tiene como tema “Refugiados y migrantes en nuestra casa común”. Doy las gracias a los organizadores de estas jornadas de debate, reflexión y colaboración, como también a cada uno de vosotros por su presencia y las contribuciones que da a esta iniciativa.
Estos pilares forman parte de la misma misión: reunir las voces más autorizadas de una variedad de disciplinas con el fin de responder a los actuales desafíos urgentes planteados por el creciente número de personas, estimado actualmente en más de 100 millones, que se ven afectadas por la migración y el desplazamiento.
Rezo para que vuestros esfuerzos al respecto produzcan ideas y enfoques nuevos, buscando siempre poner la dignidad de cada persona humana en el centro de toda solución.
Mientras proseguís vuestro encuentro, quisiera sugerir dos temas que podríais integrar en vuestros planes de acción: la reconciliación y la esperanza.
Uno de los obstáculos que a menudo surgen cuando se afrontan dificultades de tales dimensiones es la actitud de indiferencia por parte tanto de las instituciones como de los individuos. Mi venerable predecesor ha hablado de “globalización de la indiferencia”, allí donde nos acostumbramos a los sufrimientos de los otros y ya no tratamos de aliviarlos. Esto puede llevar a esa que anteriormente he definido “globalización de la impotencia”, cuando corremos el riesgo de volvernos inmóviles, silenciosos y quizá tristes, pensando que no se puede hacer nada cuando nos encontramos delante del sufrimiento de inocentes (cfr. Videomensaje con ocasión de la presentación de la candidatura del proyecto “Gestos de la acogida” a la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO, 12 de septiembre de 2025).
Así como el Papa Francisco habló de la cultura del encuentro como antídoto a la globalización de la indiferencia, también nosotros debemos comprometernos para afrontar la globalización de la impotencia promoviendo una cultura de reconciliación.
De esta manera particular de encontrar a los otros, «debemos encontrarnos curando nuestras heridas, perdonándonos el mal que hemos hecho y también el que no hemos hecho, pero del que llevamos los efectos». Esto exige paciencia, disponibilidad a la escucha, capacidad de identificarse con el dolor de los otros y el reconocimiento de que tenemos los mismos sueños y las mismas esperanzas.
Quisiera por tanto animaros a llevar formas concretas para promover gestos y políticas de reconciliación, especialmente en tierras donde hay heridas profundas causadas por conflictos de larga duración. Esta no es una tarea sencilla, pero si queremos que los esfuerzos de trabajar por un cambio duradero tengan éxito, estos deben incluir formas para tocar los corazones y las mentes.
Al formular vuestros planes de acción es importante también recordar que migrantes y refugiados pueden ser testigos privilegiados de esperanza a través de su resiliencia y su confianza en Dios (cfr. Mensaje para la 111ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado).
A menudo conservan su fuerza mientras buscan un futuro mejor, no obstante los obstáculos que encuentran. Mientras nos preparamos para celebrar los Jubileos de los Migrantes y de las Misiones en este Año Santo jubilar, os animo a resaltar estos ejemplos de esperanza en las comunidades en las que servís. De tal manera pueden servir de inspiración para los otros y ayudar a desarrollar formas para hacer frente a los desafíos que han afrontado en su vida.
Con estos sentimientos, os deseo una conferencia fructífera y rezo para que, iluminados por el Espíritu Santo, podáis continuar trabajando para encontrar soluciones comprensivas con el fin de promover una cultura del encuentro, reconciliación y solidaridad fraterna en beneficio de todos. Con gusto imparto mi bendición a cada uno de vosotros y a los que forman parte de vuestra misión. Gracias.
Recemos juntos como nos ha enseñado Jesús: Padre nuestro…
Febrero de este 2025. “Nunca había visto algo así”, asegura Aly Sow, un conductor senegalés de 44 años que el lunes 27 de enero acudió a presentar su dosier a la oficina de senegaleses del exterior de la región de Saint Louis, en el norte de Senegal para uno de los programas de migración circular u ofertas de empleo temporal para trabajadores agrícolas lanzados por el Gobierno español en los países de África subsahariana. “Había gente haciendo cola desde las cuatro de la madrugada. Hubo empujones, personas que trataban de pasar por delante, de todo. Me sorprendió ver a estudiantes y personas que tienen un buen trabajo. Todo el mundo quiere irse”, asegura. Komilá Diatta, de 35 años, trabaja como jornalero para una empresa china en Dakar y gana alrededor de 225 euros al mes para mantener a su mujer y su hijo. Su sueño es entrar en el programa. “En tres meses en España puedo ganar lo que gano aquí en dos años”, apunta, “pero, visto lo visto, no tengo muchas esperanzas”.
Más de 30.000 personas de Senegal, Mauritania y Gambia se han postulado para lograr , por ejemplo, alguno de los 350 puestos de trabajo de temporada en Huelva que se han abierto este año para esos tres países. “El gran número de jóvenes se explica por el hecho de que en su subconsciente la migración está asociada al éxito económico y al avance social”, explica Aly Tandian, sociólogo, profesor de la Universidad Gaston Berger de Saint-Louis y presidente del Observatorio Senegalés de la Migración. “Se piensa en España como el país de la abundancia, una tierra milagrosa donde la naturaleza rebosa de generosidad para sus habitantes y sus huéspedes y será difícil, tras estos programas de migración circular, hacer comprender a los jóvenes africanos que España no necesita mano de obra”.
Todo esto de la «migración circular» se trata de una figura legal bastante desconocida para la sociedad en general, que está recogida en la normativa bajo el nombre de «autorización de trabajo para actividades de temporada», pero que ahora el Ejecutivo español parece estar priorizando frente a otras opciones como son los corredores humanitarios. Una de las claves para medir el éxito de estos programas es que una vez terminado el trabajo, los candidatos vuelvan a sus países y no permanezcan en España de forma irregular y aquel año, todos ellos regresaron. En 2023 se decidió ampliar el cupo a 120 trabajadores, pero, en esa ocasión, dos de cada tres se quedaron irregularmente. Aun así, el programa siguió adelante y en 2024 fueron 150, de los que un centenar regresó a Senegal tras el periodo estipulado. La Guardia Civil acabó detectando una trama que amañaba la contratación para beneficiar a los aspirantes que pagaban el trato de favor para, después, exigirles dinero, incluso por quedarse en España irregularmente. Para este año 2025 se han previsto 350 plazas.
La ampliación de los programas de migración circular fue una de las promesas estrella de la visita que realizó el verano de 2024 Pedro Sánchez a estos tres países, durante la cual se reunió con sus respectivos presidentes. Un ejemplo de esta fórmula es la que España mantiene desde hace 20 años con las miles de temporeras marroquíes que cada año vienen asumir la recogida de frutos rojos, especialmente en Huelva. A pesar de que las condiciones laborales en las que trabajan las mujeres siguen siendo mejorables, el Gobierno considera este sistema un éxito y lleva años intentando perfeccionarlo y ampliarlo, mirando a Centroamérica y al resto de África.
La fórmula genera el rechazo de la derecha española, que habló, una vez más, de efecto llamada, pero también de Sumar, que ve en la promesa de la migración circular una “visión reduccionista” que “no resuelve el problema ni es respuesta para los que residen aquí”. El sociólogo Aly Tandian también es crítico con la iniciativa porque, entre otras cosas, parte de la misma premisa usada por los “vendedores de sueños que operan en la inmigración irregular”, la de que Europa necesita mano de obra debido al envejecimiento de su población. Tandian la cuestiona: “No estoy seguro de que los programas de migración circular tal como se proponen puedan realmente convertirse en una alternativa a la inmigración ilegal. Hoy en Senegal necesitamos directrices claras y duraderas en materia de gobernanza migratoria y de políticas de empleo, más que simples medidas efímeras”, explica. “Tal como se propone, puede incentivar la salida de candidatos que no estaban previamente destinados a migrar, pero que aprovechan esta oportunidad para irse de manera completamente regular y legal. La migración circular estaría ampliando así la base de reclutamiento de candidatos y puede constituir un incentivo”.
Diego Fernández, abogado del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española, explica a Alfa y Omega los pormenores del proceso: «Los empresarios con necesidades de mano de obra lanza una oferta de trabajo colectiva». Es decir, no se trata de una oportunidad laboral unipersonal. Esta, además, «incluye el compromiso de satisfacer las necesidades de alojamiento del empleado». Hasta ahora, según Fernández, era uno de los elementos más problemáticos de la normativa. El experto califica el estado de las instalaciones como «cuestionable» en no pocos casos, aunque reconoce que «estas se han visto claramente dignificadas por el nuevo reglamento de extranjería».
Una vez que se formalizaba el contrato de trabajo, «el empleado puede desempeñar la actividad laboral para la que ha sido contratado por un periodo máximo de nueve meses al año». Cumplido este tiempo, ha de volver a su país. «El proceso se puede repetir durante cuatro años seguidos y, a partir de ahí, el trabajador podrá optar a un permiso de residencia plena en España», aclara el abogado. Sin embargo, todo este proceso depende del Gobierno, que «es quien decide el número de autorizaciones permitidas al año». Así, las autoridades pueden impulsar el programa en mayor o menor medida en función de la situación.
«Creo que es importante no perder de vista que se trata de una vía legal y segura para migrar que tiene elementos muy positivos», reconoce el miembro de Cáritas Española. «Estamos hablando de personas que llegan a nuestro país con un visado y un billete de avión y no jugándose la vida en el mar», subraya. Además, «obtienen unos ingresos por su trabajo», lo cual impacta de forma decisiva en la maltrecha economía de muchas familias africanas.
A Fernández le «chirría» más la circularidad de este procedimiento. «Al final vienen a cubrir una necesidad del mercado laboral y, cuando esta está satisfecha, tienen la obligación de retornar a su país». En este sentido, el experto habla de una vía de migración «legal y segura», pero «parcial». Y añade: «La política migratoria no puede estar exclusivamente centrada en los requerimientos económicos». En realidad, la entidad caritativa de la Iglesia lleva años advirtiendo de esta situación. Ya en 2021 sacó una campaña cuyo lema era Esperábamos trabajadores, vinieron personas y queremos vecinos. El pasar de uno a otro depende, según el miembro del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española, de garantizar los derechos de residencia.
Con esto, además, se eliminaría la tentación de no cumplir con la obligación de retornar al país de origen y quedarse en España para optar al permiso de residencia y trabajo por otras vías, como puede ser la del arraigo social, que con la reforma de la ley de extranjería bajó de tres a dos años el tiempo que una persona ha de pasar en territorio nacional para poder tramitar este procedimiento regulatorio. No obstante, hay que aclarar que este último aboca a las personas a llegar a España de forma ilegal y a permanecer en esta situación durante 24 meses.
Diferente es el caso de la reagrupación familiar, que como el programa de selección de trabajadores en origen, «es la vía legal y segura que nosotros más reivindicamos», asegura Diego Fernández. «Gracias a este procedimiento, una persona migrante residente en España puede traer a un familiar que se encuentre en el país de origen para que ambos convivan». Lo que ocurre es que «las condiciones son un tanto rígidas, sobre todo el tema de la adecuación de la vivienda». Al final, con el mercado inmobiliario al alza, la reagrupación familiar es casi una utopía para la mayoría de las personas a las que les gustaría acceder a ella.