Red Faciam MIGRACIÓN Y SINHOGARISMO Seminario en línea – 16.5.24
La Red Faciam convoca un seminario en línea con el tema MIGRACIÓN Y SINHOGARISMO, a partir del informe que sobre ese tema publicó el pasado enero (verlo en esta entrada) y dentro de la visión multidiciplinar que Faciam está lanzando sobre el sinhogarismo (verla aquí).
PRESENTACIÓN. Xabier Parra, Vicepresidente de FACIAM y Director de SERCADE.
DIMENSIONES DEL SINHOGARISMO EN LAS PERSONAS MIGRANTES. Iría Noa de la Fuente, Doctora en trabajo social, de la Universidad Complutense de Madrid – IUDC (Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación).
EXPERIENCIAS QUE CONSTRUYEN. 1. Empoderamiento de las mujeres en el Servicio Doméstico, Edith Espínola, Portavoz del Servicio Doméstico Activo (SEDOAC). 2. Acompañamiento a las personas migrantes subsaharianas, Nicole Ndongala, Directora de Asociación Karibu
PRESENTACIÓN DE PROPUESTAS DE ACCIÓN. Guillermo Fernández Maíllo, Sociólogo, Investigador y colaborador voluntario en la Red FACIAM.
En un mundo en el que la movilidad de las personas es una realidad que no pasa desapercibida por nadie, los movimientos migratorios se destacan como un gran agente impulsor de las sociedades. En este contexto, se plantea la responsabilidad de visibilizar y abordar la relación entre migraciones y sinhogarismo como una asignatura pendiente de resolver, una tarea compleja de tratar, siendo ésta una realidad que presenta cambios acelerados según las circunstancias de los territorios, contextos y sus respectivas políticas migratorias.
El informe Migración y Sinhogarismo de la serie “Más allá de la vivienda” –publicado por FACIAM y realizado por el IDUCM– pone el foco en la realidad que viven las personas migrantes sin hogar y presenta diferentes propuestas de acción enfocadas a su integración en una sociedad de la que ya forman parte.
En este webinar presentaremos la realidad de las personas migrantes en situación de sinhogarismo y exclusión residencial a través de diferentes datos y testimonios reflejados en el informe. Además, presentaremos experiencias que construyen respuestas a realidades concretas y propuestas de acción a diferentes niveles. Estas son algunas preguntas a las que daremos respuesta en este webinar:
¿Cuáles son las dimensiones que definen el sinhogarismo que afecta a las personas migrantes?
¿Qué papel juegan las redes sociales y el apoyo social en la definición del sinhogarismo que afecta a las personas migrantes?
¿Son la discriminación y la violencia dimensiones características del sinhogarismo de las personas migrantes?
Entidades de Iglesia piden a los grupos políticos del Parlamento que tomen en consideración la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas extranjeras
Temen que la propuesta respaldada por más de 700.000 personas y 900 organizaciones ni siquiera llegue a ser debatida en el Congreso
Madrid.- 05 de abril de 2024. La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Cáritas, el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES) piden a los grupos políticos del Parlamento que tomen en consideración la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) sobre la regularización extraordinaria de personas extranjeras.
Con pleno conocimiento de las consecuencias de la irregularidad administrativa en la vida de las personas migrantes, estas entidades eclesiales llevan desde el año 2021 apoyando el proceso por una regularización extraordinaria de las personas que residen en situación irregular en nuestro país. Este proceso ha contado con un respaldo transversal y diverso de la sociedad civil organizada, así como de más de 700.000 ciudadanos y ciudadanas, cuyas firmas han posibilitado presentarlo al Congreso de los Diputados como una Iniciativa Legislativa Popular.
Esta ILP se encuentra en un momento crucial: el próximo martes 9 de abril los partidos políticos han de decidir si la toman en consideración, abriendo un período sosegado de diálogo sobre esta reivindicación ciudadana, o por el contrario rechazan y ponen fin a su tramitación antes siquiera de debatir en profundidad sobre ella.
Tanto por la temática tratada por la iniciativa legislativa, con su potencial impacto positivo en la vida de muchas personas, como por la legitimación democrática que ofrece el apoyo de centenares de miles de ciudadanos a través de sus firmas, resultaría incomprensible que esta iniciativa no sea debatida por los representantes políticos en la sede de nuestra soberanía popular.
Por todo ello, estas entidades eclesiales convocan a los partidos políticos con representación parlamentaria a iniciar conjuntamente un diálogo constructivo, votando a favor de la toma en consideración de la ILP.
Vídeo del debate de 12.3.24 en la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso en este enlace. Pueden descargarse en video de forma separada las distintas intervenciones desde este enlace. [Fuente: Congreso de los Diputados 12.3.24]
CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes – 5.4.24 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –
Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materialesen esta entrada).
Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes. Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza. Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias. ¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!
¿Qué son los Círculos de Silencio?
Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche – Madrid UNA SEMANA SANTA CON SABOR A CENÁCULO Y CATACUMBAS – 24 a 31 de mar. de 2024 –
Rufino García Antón Capellán del CIE de Aluche y Deleg. episcopal de Migraciones
Al comenzar la Semana Santa, nuestro Arzobispo, D. José Cobo, nos ofrecía tres claves para vivir la Semana Santa: adoración y contemplación,implicación y actualización y acortar la pasión y los viacrucis que hay anuestro alrededor(ver el vídeo en este enlace). Pues bien, con esas tres claves me dispuse a vivir la Semana Santa en el CIE, que tuvo tres momentos: el Domingo de Ramos, elJueves Santo y el Domingo de Pascua.
En cuanto a la primera clave, siempre recuerdo, cuando voy los jueves a escuchar a quienes quieren hablar conmigo y los domingos a celebrar la Eucaristía, el episodio de la zarza ardiendo y cómo Dios le dice a Moisés que se descalce, porque el sitio que pisa es terreno sagrado (Ex 3, 2-5). No es que el CIE como espacio físico sea un sitio sagrado, más bien al contrario, porque allí las personas están encerradas en contra de su voluntad, pero, precisamente por eso, estas personas encarnan el rostro vivo y sufriente de Cristo hoy y para acercarse a ellas hay que desnudarsey descalzarse interiormente.
En cuanto a la segunda clave, la de la implicación y la actualización, la hemos vivido las personas internas y yo en la celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén y en la lectura de la Pasión el Domingo de Ramos, en la celebración de la Última Cena de Jesús y en el lavatorio de los pies el Jueves Santo y en la celebración de la Resurrección de Jesús el Domingo de Pascua. Han sido celebraciones densas e intensas, con sabor a cenáculo y catacumba, en las que, con la sencillez de un ramo de olivo, la humildad de la palangana y la toalla y un sobrio gesto de la paz hemos resaltado la entrada de Jesús en Jerusalén, el amor hecho servicio y la paz que nos trae el Resucitado. Y la mesa del altar con lo imprescindible: un icono de María, una cruz modesta, una vela, el pan y el vino, y la Biblia. Hemos participado en torno a unas veinticinco personas (el Jueves Santo algunas menos) y hemos vivido unas celebraciones verdaderamente actualizadas, porque las personas que hemos estado en ellas no hemos tenido que hacer ningún esfuerzo para actualizarlas; allí se encontraba Jesucristo en medio de nosotros, compartiendo y haciendo suyas nuestra fragilidad, nuestra incertidumbre y nuestra esperanza, sí, nuestra esperanza también. Impresionaba contemplar los rostros atentos, doloridos, dignos y agradecidos de quienes están privados de la libertad exterior, pero poseen los dones más preciados de la fe y de la confianza en Dios y del agradecimiento a quienes, modestamente, intentamos aliviar su sufrimiento. Si tuviera que destacar el gesto que más profundamente me ha impresionado durante estos días, este gesto se realizó el Jueves Santo cuando, por iniciativa de una de las personas participantes en la celebración, no solo les lavé yo los pies a quienes lo desearon, sino que una de ellas me los lavó a mí también. Sin comentarios.
En cuanto a la tercera clave, la de acortar la pasión y los viacrucis que hay a nuestro alrededor, esa es una tarea que se realizó durante estos días allí por el propio dinamismo transformador de lo vivido ycelebrado, y es una tarea que estamos llamados a seguir realizando quienes, de una u otra forma, contribuimos a aliviar el dolor y el sufrimiento de quienes padecen una situación de indefensión e incertidumbre, producto de un sistema injusto que construye vallas, muros y centros de internamiento, y es una llamada a aplicarnos en la tarea de construir puentes y espacios de encuentro y de libertad. Es, por tanto, una tarea de acortar la pasión y los viacrucis y, a la vez, de vivir en la dinámica de la Resurrección.
Estampa que se entregó a todos/as el Jueves Santo
Estampa que se entregó a todos/as el Domingo de Pascua
Artículo de opinión de Soledad Gallego Díaz en esta entrada.
Vídeo del debate de hoy -12.3.24- en la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso en este enlace. Pueden descargarse en video de forma separada las distintas intervenciones desde este enlace. [Fuente: Congreso de los Diputados 12.3.24].
Comunicado de entidades de Iglesia ante la llegada de la ILP al Parlamento en esta entrada.
Enterrada por el ruido de la amnistía y la corrupción, esta semana será discutida en el Congreso una propuesta que habrá cambiado nuestra sociedad para siempre. Se trata de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que solicita al Gobierno la regularización de cerca de medio millón de seres humanos que viven en nuestro país atrapados en una ciudadanía de tercera clase. La friolera de 611.821 españoles y españolas exigimos de la forma más solemne a nuestros representantes que corrijan esta anomalía democrática y social. Y lo hemos hecho espoleados por una coalición de más de 900 colectivos que abarca desde la Conferencia Episcopal al Soviet de Getafe, y que está liderada por los propios migrantes a través del movimiento Regularización Ya. Incluso antes de ser votada, esta iniciativa ya ha hecho historia.
El trámite parlamentario será rápido, con votación en pleno antes del verano. Todo está abierto, a expensas de la posición que tomen PSOE y PP, que en el pasado aprobaron 4 y 5 regularizaciones, respectivamente.
La movilización ciudadana por la ILP está fundamentada en razones sólidas. La primera de ellas se deriva de las magnitudes en juego. De acuerdo con las estimaciones más fiables y recientes, alrededor de 425.000 personas (el 12% del total de la población migrante en 2021) residen hoy en nuestro país en situación de irregularidad administrativa. La inmensa mayoría de esta población procede de América Latina, más de la mitad son mujeres y alrededor de 112.000 tienen menos de 16 años (según datos actualizados para la ONG Save the Children).
La condición de migrante irregular constituye uno de los determinantes más devastadores de vulnerabilidad social y legal. La irregularidad impide el adecuado acceso a la justicia para las víctimas, limita el derecho a la salud y la educación, multiplica las posibilidades de vivir en la pobreza y deja al trabajador desprotegido frente a la explotación. Una de cada tres personas extranjeras está en riesgo de exclusión social severa, una proporción tres veces más alta que la de los nacionales. La tasa de riesgo de pobreza en los hogares de migrantes con menores a cargo es del 60%; para los hogares españoles, esta tasa es del 20%.
Pero, si existen buenas razones éticas para la regularización, los argumentos prácticos no son menos contundentes. Los trabajadores y trabajadoras sin papeles cumplen un papel activo e irremplazable en la estructura económica de España. Su contribución se distribuye a lo largo de toda la escala de cualificación, pero resulta particularmente relevante en sectores como el de los cuidados, la agricultura o la industria manufacturera. La fuerza laboral de los migrantes irregulares fue determinante en los primeros meses de la respuesta a la pandemia, apuntalando la producción y distribución de alimentos o garantizando el cuidado de niños y mayores.
Si les dejasen, su contribución podría ser aún mayor. Un estudio de la Fundación porCausa demostraba al principio de estas movilizaciones que la regularización supondría un pingüe beneficio para las arcas públicas. En concreto, estimábamos en unos 3.400 euros por trabajador y año el aporte de la regularización para el Estado. Un beneficio acumulado neto de entre 790 y 950 millones de euros por año, suficiente, por ejemplo, para que estas familias aportasen al presupuesto del Ingreso Mínimo Vital 2,2 euros por cada euro recibido.
Ni el Gobierno ni los partidos que lo sostienen en el Parlamento ignoran estas cifras. Sin embargo, en vez de responder a ellas con una propuesta de normalización transparente y ambiciosa, sus representantes han optado por una vergonzante regularización encubierta que busca los mismos efectos sin declararlos públicamente. Las reformas del reglamento de extranjería –primero con la incorporación laboral de los jóvenes extutelados y después con la flexibilización y ampliación de las formas de arraigo– tienen el propósito mal disimulado de ordenar el mercado de trabajo e incrementar la base de una pirámide laboral y demográfica que se estrecha en España de forma peligrosa.
La sociedad española ha reclamado una regularización extraordinaria porque la gravedad de la situación es extraordinaria. Y lo ha hecho por encima de sus afinidades personales
Todo esto estaría muy bien si no fuese porque no está funcionando. Las cifras más recientes de autorizaciones de residencia sugieren un incremento llamativo de las regularizaciones excepcionales —por arraigo o por razones humanitarias—, pero en niveles muy por debajo de lo necesario: 92.000 regularizaciones por arraigo entre mediados de 2022 y mediados de 2023. El arraigo por formación, que prometía una vía generosa y acelerada de regularización, se ha convertido en un nuevo infierno burocrático que genera más úlceras que estudiantes. Por si fuera poco, estas medidas siguen ignorando a un grupo tan abultado y vulnerable como el de los niños, a los que ahora el Gobierno promete un apaño a través del proyecto de Ley de Familias. Y ni siquiera sabemos cuántos migrantes se han incorporado a la irregularidad en este mismo período, porque aún no tenemos cifras detalladas del padrón para 2022.
Demasiado poco, demasiado lento, demasiado cobarde. La sociedad española ha reclamado una regularización extraordinaria porque la gravedad de la situación es extraordinaria. Y lo ha hecho por encima de sus afinidades personales, como demuestran los datos de una encuesta realizada por la organización More in Common en febrero de este año. De acuerdo con sus resultados (ver gráfico arriba), la regularización no solo recibe el apoyo abrumador de los votantes de izquierda y centroizquierda, sino también de la mayoría de los votantes del Partido Popular. En todos los rangos de edad. Incluso uno de cada cinco simpatizantes de Vox apoya esta medida.
La regularización no es caridad, sino el imprescindible borrón y cuenta nueva para afrontar una reforma justa e inteligente de un modelo migratorio roto. Estudio tras estudio, expertos y empleadores recuerdan a las sociedades europeas el abismo demográfico al que nos asomamos. Uno de los más recientes, elaborado por Allianz Research, recuerda que España perderá hasta un 30% de su fuerza laboral en 2050 en ausencia de migraciones. Y estima en 338.000 el número de llegadas netas anuales necesario para sostener nuestro sistema de pensiones, casi el doble de los sugeridos por el informe España 2050 hace solo tres años. Mientras la UE pierde trabajadores y gana jubilados, las regiones de nuestro entorno se preparan para beneficiarse de una carrera por el talento global que nosotros ya estamos perdiendo. Para cuando hayamos decidido establecer vías legales y seguras de movilidad, tal vez sea demasiado tarde.
Podemos seguir cavando más hondo en el mismo agujero, convirtiendo nuestras fronteras en espacios aún más caóticos y salvajes, pulverizando el derecho de protección y bailando al ritmo político de los nacionalpopulistas. Pero también podemos intentar la alternativa de un modelo más flexible, ordenado y adaptado a los intereses de todos. Esta regularización es el primer paso en la dirección correcta.