Migrante con hijos: INFRAVIVIENDA O SIN HOGARISMO

MIGRANTE Y CON HIJOS, LA FÓRMULA PARA NO ENCONTRAR PISO EN MADRID
“Apenas dije ‘niños’, no volvió a contestar”
Los precios en alza y los requisitos imposibles marginan del mercado inmobiliario a hogares vulnerables con menores

[TEXTO Y FOTO («Wendy Rodríguez y su hijo Milán, después de recoger alimentos en una ONG de Madrid, en septiembre de 2025») de JUAN JOSÉ MARTÍNEZ para El País de 5.11.25]

Wendy Rodríguez (28 años, Colombia) paga 500 euros por una habitación subalquilada en Madrid, en donde se aprietan ella, sus dos hijos y su esposo, sin tratar de molestar a la casera —que vive en la habitación contigua con su familia y los ha expulsado varias veces—. Wendy describe una campaña de acoso contra los suyos: “Nos esconde la licuadora, los cuchillos, nos bota la comida […], nos desempadronó justo cuando estábamos haciendo los documentos del bebé y algunas noches pone el cerrojo con nosotros afuera”. No se van por razones similares a las de múltiples familias con niños entrevistadas por este diario: la oferta restringida, los precios desorbitados y las exigentes condiciones empujan a la infravivienda y hasta el sinhogarismo a cientos de familias en Madrid, especialmente migrantes, monoparentales o con integrantes con discapacidad.

Migrante con hijos: INFRAVIVIENDA O SIN HOGARISMO. J. J. Martínez.“Es desesperante ver que a ti te piden la habitación sin ningún argumento, solo porque tienes dos hijos. Yo le decía una vez a mi esposo que esto me parece un tipo de discriminación”, comenta Wendy, con su hijo Milán, de 13 meses, en brazos.

El padre, Luis Alexander Rodríguez (30 años, Colombia), obtuvo el permiso legal de residencia hace cuatro meses, lo que le permite trabajar como camarero, con un salario que les permitiría alquilar un piso en el extrarradio de Madrid, si la posibilidad de pagarlo fuera garantía para ello. “Nos piden nómina, que llevemos en el trabajo dos años, y que tengamos ahorros”, explica la colombiana, cuya condición de migrante, sin historial crediticio ni laboral, la ha condenado a vivir en habitaciones de alquiler. “Los niños no son libres porque tenemos que estar guardados en la habitación, solo tienen libertad cuando salimos al parque”.

Hace unos días, Wendy contactó con un casero que ofertaba una habitación por 650 euros fuera de la M-30. “Apenas dije ‘niños’, no volvió a contestar”, narra, antes de mostrar en su teléfono otras conversaciones con respuestas como “no se aceptan niños, qué pena, lo siento”, o “niños, a partir de 10 años”.

Ahora mismo, solo le queda una opción: “Una habitación en Ciempozuelos en donde tendríamos que pagar 700. Me reciben con los niños, pero es un edificio de okupas. No tenemos la garantía de que nos vayan a empadronar y de que mi hija puede estudiar allá”.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS), Carmen Flores Rodríguez, ha resaltado que el hecho de tener hijos “es para una inmobiliaria una situación de mayor riesgo”, por lo que “a quienes son más vulnerables y con menos capacidades económicas, incluso les piden mayores documentos y una mayor fianza”.

La activista, con más de tres décadas de movilización por la igualdad y la visibilización de la monoparentalidad, añade que desde la gestación emergen los obstáculos para encontrar un techo. “Al estar embarazada es más fácil que la mujer pierda el empleo”, lo que es un mal precedente ante propietarios e inmobiliarias.

Las familias monoparentales —más de 250.000 en la Comunidad de Madrid— o con miembros con discapacidad –cerca de 30.000, según la Administración regional– sufren “una capa más de vulnerabilidad”, en palabras de la portavoz de FAMS: “A la gente, en general, le asustan las situaciones que no son las más habituales: en cuanto hay algo diferente, ponen excusas para alquilar”.

Ana Lucía Ávila (28 años, Perú) sabe de lo que habla la presidenta de FAMS porque lo ha vivido en sus carnes. Narra haber sido estafada, rechazada por los servicios sociales, alquilada en un edificio okupado y finalmente inquilina por 800 euros la habitación. “Busqué mucho, pero cuando les decía que tenía cuatro hijos me decían que no”, narra esta madre que, tras meses de periplo, convenció a una señora en Parla de que le alquilara una habitación por 600 euros, eso sí, “con dos fianzas y un mes de alquiler por adelantado”.

Ana Milena Hernández (40 años, Perú) se une a la denuncia: “Nos alquilan por dos o cuatro meses, no nos permiten empadronarnos y no nos hacen contrato con la excusa de que viene un familiar… nos cierran la puerta porque tenemos una criatura, o sea, a mí se me caen las lágrimas“. Esta madre, su esposo y su hija de dos años viven en un piso de cuatro habitaciones, donde habitan cuatro familias distintas, la única con niños es la de ella. “Ya nos dijeron que hasta este fin de mes podemos quedarnos porque va a venir un familiar”.

Hernández tiene “un trabajito en negro, cuidando a una abuela”, que le da “prácticamente para pagar la habitación”. “Como usted ve, no nos podemos dar el lujo ni de comer carne ni de comer pescado”, asegura desde una de las filas de reparto de alimentos gratuitos en el distrito de Tetuán.

“Que los niños pintan las paredes”, o “que no nos pueden sacar del piso si somos okupas por tener menores de edad”, son dos temores que cree haber identificado Hernández en los propietarios que le han negado el alquiler de una vivienda.

Una de cada cuatro familias en España vive en alquiler. En 2010, era una de cada cinco, según cifras de Eurostat, citadas por el Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. El último boletín anual del Observatorio revela que la población en viviendas alquiladas o cedidas ha alcanzado el 26,3% en 2024, cada vez más cerca de la media de la UE, del 31,6%.

España, el segundo país con mayor número de propietarios de la UE, ha empezado a tender hacia el alquiler. La eclosión de las habitaciones en piso compartido bulle en los oráculos digitales de la vivienda, donde la oferta no es la misma para todos. En Idealista, se ofertan más de 6.000 habitaciones en la capital de Madrid, de las cuales solo quedan 137 al aplicar el filtro “admite menores de edad”. Incluso, muchas de las que sobreviven al tamizaje aclaran en la descripción que “solo se admiten chicas solas”.

“No encuentro un lugar donde estar con mi bebé”, asegura una madre soltera que habla bajo anonimato, por temor a ser expulsada del albergue municipal en el que se encuentra, después de que su primera casera le incrementará 100 euros al alquiler, tras el nacimiento de su hija A., de menos de un año. Se fue, pero el nuevo casero no tardó en comunicarle que “no quería nada de bebés”.

La migrante de 24 años relata que la trabajadora social del Ayuntamiento que la acompaña le dijo que “si no tenía a dónde ir, lo único que podían hacer era llamar a [centro de menores de] Hortaleza y que ellos se van a dedicar a mantener al niño”.

Los programas municipales dirigidos a familias en problemas para encontrar un techo suman cerca de 200 plazas para estancia temporales de entre tres y seis meses, repartidas en al menos cinco recursos. Destaca el centro de acogida municipal Mejía Lequerica, que ofrece 128 cupos temporales para familias migrantes en emergencia habitacional.

Flores manifiesta que los recursos públicos “evidentemente son insuficientes”, por lo que, remarca, “somos las entidades del tercer sector —entidades privadas sin ánimo de lucro— las que estamos dando soluciones a estas familias”.

Otros que no hallaron buen techo en la capital han apostado por buscar un futuro en el campo, como la familia López Zárate, que pasó de pagar 750 euros por una única cama en un piso compartido en Madrid a pagar 350 euros por una casa de 200 metros y jardín en Pesquera del Duero, un municipio vallisoletano de 423 habitantes.

“En Madrid tuvimos problemas con los niños porque nadie nos quería alquilar. Y lo poco que había era demasiado caro: 700, incluso 800 euros por habitaciones pequeñas”, señala la madre (30 años, Perú), hoy sorprendida al descubrir que sus hijos, “no quieren volver a Madrid”.

CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes (dic. 25)

Discapacidad. Local accesible a personas con movilidad reducida.

CÍRCULO DE SILENCIO
en solidaridad con los inmigrantes
– 5.12.25 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –

Círculos de Silencio Madrid.

Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materiales en esta entrada).

Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes.
Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza.
Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias.
¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!

¿Qué son los Círculos de Silencio?

  • Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
  • En Madrid se celebran desde 2011.
  • Información detallada en la web de Círculos de Silencio.

CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes (nov. 25)

Discapacidad. Local accesible a personas con movilidad reducida.

CÍRCULO DE SILENCIO
en solidaridad con los inmigrantes
– 7.11.25 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –

CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes.

Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materiales en esta entrada).

Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes.
Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza.
Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias.
¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!

¿Qué son los Círculos de Silencio?

  • Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
  • En Madrid se celebran desde 2011.
  • Información detallada en la web de Círculos de Silencio.

MENOS DEMAGOGIA CON LA EXPULSIÓN de extranjeros delincuentes [opinión]

MENOS DEMAGOGIA CON LA EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS DELINCUENTES
Margarita Martínez Escamilla
La deportación penal ya está prevista en las leyes, pero un uso excesivo puede menoscabar funciones propias del derecho

– Tribuna publicada en El País, 9.10.25

[La publicación de este artículo no supone una u otra opinión de La Mesa por la Hospitalidad, pero se propone para la reflexión y el diálogo de todos]

+++ Margarita Martínez Escamilla es catedrática de Derecho penal desde 2008  en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, su principal línea de investigación está relacionada con la criminalización de las personas migrantes y refugiadas y el uso del Derecho penal y sancionador en la gestión de la movilidad humana. Más, aquí.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, viene lanzando desde hace unos meses propuestas sobre un asunto que ha erigido en prioritario: la cuestión migratoria, muy focalizada en los extranjeros que cometen delitos. Son propuestas que sorprenden por su ligereza, como, por ejemplo, expulsar de forma inmediata a cualquier extranjero en situación irregular que cometa un delito o ampliar los delitos por los que pueden ser expulsados quienes tienen autorización de residencia; propuestas que ponen de manifiesto, además, un desconocimiento del marco normativo.

Migraciones. MENOS DEMAGOGIA CON LA EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS DELINCUENTES. Margarita Martínez Escamilla.El pasado julio se cumplieron 40 años de nuestra primera ley de extranjería, de 1985. Desde entonces, está legalmente prevista la expulsión de extranjeros que cometen delitos. Su actual regulación se encuentra en el artículo 89 del Código Penal, que prevé que las penas de prisión superiores a un año impuestas a ciudadanos extranjeros sean sustituidas, en su integridad o en parte, por la expulsión del territorio nacional, más una prohibición de regreso de cinco a diez años. Este precepto ha sido reformado nada menos que en cinco ocasiones y su prolija redacción es producto —sin duda mejorable— de la enorme complejidad del tema.

La voluntad de incrementar las expulsiones, particularmente las que tienen que ver con la comisión de delitos —llamémoslas expulsiones penales—, es una constante de la política migratoria nacional y de la Unión Europea. En esta línea, las sucesivas reformas del mencionado artículo 89 han estado encaminadas a ensanchar su ámbito de aplicación. Así, por ejemplo, tras la reforma de 2015, estas expulsiones se aplican a cualquier extranjero, con independencia de su situación legal. Conviene aclarar que, en las expulsiones penales, el Estado renuncia a la pena de prisión impuesta en sentencia por la comisión del delito, sustituyéndola —en su integridad o en buena parte— por la expulsión; es decir, el extranjero no cumple la pena sustituida en el país al que es deportado. También es importante percatarse de su ambivalencia aflictiva: mientras en algunos casos la expulsión será algo terrible —pensemos en quienes han tenido que sortear graves dificultades y peligros en su periplo migratorio—, en otros su aplicación puede resultar un regalo, por ejemplo para aquellos que se encuentran en España ocasionalmente para delinquir.

Es fácil, por tanto, entender que las expulsiones penales han de ser administradas con prudencia, pues un dato —la extranjería— que no tiene que ver ni con la gravedad del ilícito cometido ni con el reproche al autor se convierte en elemento determinante de la respuesta al delito. Un uso excesivo de la expulsión penal puede menoscabar funciones propias del derecho penal, como la prevención de futuros delitos a través de la amenaza con una pena, la reafirmación de la vigencia de la norma o la función constitucionalizada de la resocialización. Las lógicas de la política migratoria a veces chocan con las de la política criminal.

Más allá de las necesidades político-criminales, existe otra perspectiva que no se puede ignorar: la de los derechos implicados, algunos inderogables como son el derecho a la vida y a la integridad física o moral y la correlativa prohibición de la tortura y los tratos inhumanos o degradantes, que impide la expulsión a un país donde se corra un riesgo real de sufrir tales vulneraciones. Hay otros derechos que se pueden excepcionar, como el derecho a la vida privada y familiar, pero siempre atendiendo al caso concreto, de tal manera que no se produzca un sacrificio innecesario o excesivo. Es lo que pretende el “principio de proporcionalidad”, recogido expresamente en el artículo 89 del Código Penal: “No procederá la expulsión cuando, a la vista de las circunstancias del hecho y personales del autor, en particular su arraigo en España, la expulsión resulte desproporcionada”. No todos los delitos son iguales y, junto a su gravedad o naturaleza, habrá que ponderar otros factores, como el tiempo de permanencia en nuestro país, la integración sociolaboral, la existencia de familia, la nacionalidad del cónyuge o hijos o sus posibilidades de integración en el país donde sería expulsado el infractor, tal y como viene haciendo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No está de más recordar que el principio de proporcionalidad, que ya venía siendo aplicado por los tribunales, fue introducido en el artículo 89 a través de la Ley Orgánica 1/2015, cuando el Partido Popular tenía mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado.

En resumen, cualquier propuesta sobre la expulsión de extranjeros que cometen delitos ha de estar en condiciones de explicar su relación con las necesidades político-criminales y con el principio de proporcionalidad. Ignorar estas variables es ofrecer soluciones inconsistentes a problemas complejos, es decir, populismo.

Seminario Internacional en línea – LA JOR. MIGRANTE Y REFUGIADO DESDE LA FE Y LOS DERECHOS HUMANOS

Seminario en línea
“UN JUBILEO DE ESPERANZA PARA MIGRANTES Y REFUGIADOS. PERSPECTIVAS DESDE LA FE Y LOS DERECHOS HUMANOS”
Con traducción simultánea al español
Organizan la Comisión Católica Internacional de Migración (International Catholic Migration Commission, ICMC) y el Foro de Organizaciones de Inspiración Católica (Ginebra)
Patrocinan el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) y la Misión Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas (Ginebra)

[entrada publicada: 2.10.25; 2ª actualización: 7.10.25]


Este evento en línea, abierto al público, reunirá a representantes de la Iglesia Católica, organizaciones basadas en la fe, organizaciones de la sociedad civil de base y agencias vinculadas a las Naciones Unidas, para reflexionar sobre el mensaje del Jubileo de los Migrantes. Se prestará especial atención a los desafíos actuales que enfrentan los migrantes, refugiados, sobrevivientes de la trata de personas y quienes los ayudan.

Inspirados por las palabras del Papa León XIV, los ponentes principales compartirán sus perspectivas orientadas al futuro sobre cómo las comunidades de fe, la sociedad civil y las instituciones multilaterales pueden defender la dignidad humana, los derechos humanos y el derecho internacional en las políticas y prácticas relacionadas con la migración y el desplazamiento forzado, especialmente en vista del actual contexto de rápidos cambios.

Entre los ponentes del evento se encuentran:

  • El Cardenal Fabio Baggio, CS, Subsecretario del DSDHI.
  • El Obispo Mark Seitz, Obispo de El Paso y Presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
  • El Arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras Instituciones Especializadas en Ginebra.
  • La Sra. Elizabeth Tan, Directora de la División de Protección Internacional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
  • La Hna. Olivia Umoh, DC, Directora de Defensa de la Infancia Segura y Coordinadora de Talitha Kum Ghana.
  • El Sr. Davide Bernocchi, Secretario General de la Comisión Católica Internacional de Migración.
  • La Sra. Hala Alkayal, activista de la sociedad civil siria y ex refugiada.
    • El moderador del seminario web será el Sr. Victor Genina, director de Desarrollo Humano Integral de Caritas Internationalis.