CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes – 5.12.25 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –
Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materialesen esta entrada).
Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes. Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza. Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias. ¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!
¿Qué son los Círculos de Silencio?
Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes – 7.11.25 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –
Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materialesen esta entrada).
Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes. Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza. Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias. ¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!
¿Qué son los Círculos de Silencio?
Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
MENOS DEMAGOGIA CON LA EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS DELINCUENTES Margarita Martínez Escamilla La deportación penal ya está prevista en las leyes, pero un uso excesivo puede menoscabar funciones propias del derecho
[La publicación de este artículo no supone una u otra opinión de La Mesa por la Hospitalidad, pero se propone para la reflexión y el diálogo de todos]
+++ Margarita Martínez Escamilla es catedrática de Derecho penal desde 2008 en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, su principal línea de investigación está relacionada con la criminalización de las personas migrantes y refugiadas y el uso del Derecho penal y sancionador en la gestión de la movilidad humana. Más, aquí.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, viene lanzando desde hace unos meses propuestas sobre un asunto que ha erigido en prioritario: la cuestión migratoria, muy focalizada en los extranjeros que cometen delitos. Son propuestas que sorprenden por su ligereza, como, por ejemplo, expulsar de forma inmediata a cualquier extranjero en situación irregular que cometa un delito o ampliar los delitos por los que pueden ser expulsados quienes tienen autorización de residencia; propuestas que ponen de manifiesto, además, un desconocimiento del marco normativo.
El pasado julio se cumplieron 40 años de nuestra primera ley de extranjería, de 1985. Desde entonces, está legalmente prevista la expulsión de extranjeros que cometen delitos. Su actual regulación se encuentra en el artículo 89 del Código Penal, que prevé que las penas de prisión superiores a un año impuestas a ciudadanos extranjeros sean sustituidas, en su integridad o en parte, por la expulsión del territorio nacional, más una prohibición de regreso de cinco a diez años. Este precepto ha sido reformado nada menos que en cinco ocasiones y su prolija redacción es producto —sin duda mejorable— de la enorme complejidad del tema.
La voluntad de incrementar las expulsiones, particularmente las que tienen que ver con la comisión de delitos —llamémoslas expulsiones penales—, es una constante de la política migratoria nacional y de la Unión Europea. En esta línea, las sucesivas reformas del mencionado artículo 89 han estado encaminadas a ensanchar su ámbito de aplicación. Así, por ejemplo, tras la reforma de 2015, estas expulsiones se aplican a cualquier extranjero, con independencia de su situación legal. Conviene aclarar que, en las expulsiones penales, el Estado renuncia a la pena de prisión impuesta en sentencia por la comisión del delito, sustituyéndola —en su integridad o en buena parte— por la expulsión; es decir, el extranjero no cumple la pena sustituida en el país al que es deportado. También es importante percatarse de su ambivalencia aflictiva: mientras en algunos casos la expulsión será algo terrible —pensemos en quienes han tenido que sortear graves dificultades y peligros en su periplo migratorio—, en otros su aplicación puede resultar un regalo, por ejemplo para aquellos que se encuentran en España ocasionalmente para delinquir.
Es fácil, por tanto, entender que las expulsiones penales han de ser administradas con prudencia, pues un dato —la extranjería— que no tiene que ver ni con la gravedad del ilícito cometido ni con el reproche al autor se convierte en elemento determinante de la respuesta al delito. Un uso excesivo de la expulsión penal puede menoscabar funciones propias del derecho penal, como la prevención de futuros delitos a través de la amenaza con una pena, la reafirmación de la vigencia de la norma o la función constitucionalizada de la resocialización. Las lógicas de la política migratoria a veces chocan con las de la política criminal.
Más allá de las necesidades político-criminales, existe otra perspectiva que no se puede ignorar: la de los derechos implicados, algunos inderogables como son el derecho a la vida y a la integridad física o moral y la correlativa prohibición de la tortura y los tratos inhumanos o degradantes, que impide la expulsión a un país donde se corra un riesgo real de sufrir tales vulneraciones. Hay otros derechos que se pueden excepcionar, como el derecho a la vida privada y familiar, pero siempre atendiendo al caso concreto, de tal manera que no se produzca un sacrificio innecesario o excesivo. Es lo que pretende el “principio de proporcionalidad”, recogido expresamente en el artículo 89 del Código Penal: “No procederá la expulsión cuando, a la vista de las circunstancias del hecho y personales del autor, en particular su arraigo en España, la expulsión resulte desproporcionada”. No todos los delitos son iguales y, junto a su gravedad o naturaleza, habrá que ponderar otros factores, como el tiempo de permanencia en nuestro país, la integración sociolaboral, la existencia de familia, la nacionalidad del cónyuge o hijos o sus posibilidades de integración en el país donde sería expulsado el infractor, tal y como viene haciendo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No está de más recordar que el principio de proporcionalidad, que ya venía siendo aplicado por los tribunales, fue introducido en el artículo 89 a través de la Ley Orgánica 1/2015, cuando el Partido Popular tenía mayoría absoluta en el Congreso y en el Senado.
En resumen, cualquier propuesta sobre la expulsión de extranjeros que cometen delitos ha de estar en condiciones de explicar su relación con las necesidades político-criminales y con el principio de proporcionalidad. Ignorar estas variables es ofrecer soluciones inconsistentes a problemas complejos, es decir, populismo.
[entrada publicada: 2.10.25; 2ª actualización: 7.10.25]
Este evento en línea, abierto al público, reunirá a representantes de la Iglesia Católica, organizaciones basadas en la fe, organizaciones de la sociedad civil de base y agencias vinculadas a las Naciones Unidas, para reflexionar sobre el mensaje del Jubileo de los Migrantes. Se prestará especial atención a los desafíos actuales que enfrentan los migrantes, refugiados, sobrevivientes de la trata de personas y quienes los ayudan.
Inspirados por las palabras del Papa León XIV, los ponentes principales compartirán sus perspectivas orientadas al futuro sobre cómo las comunidades de fe, la sociedad civil y las instituciones multilaterales pueden defender la dignidad humana, los derechos humanos y el derecho internacional en las políticas y prácticas relacionadas con la migración y el desplazamiento forzado, especialmente en vista del actual contexto de rápidos cambios.
Entre los ponentes del evento se encuentran:
El Cardenal Fabio Baggio, CS, Subsecretario del DSDHI.
El Obispo Mark Seitz, Obispo de El Paso y Presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).
El Arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otras Instituciones Especializadas en Ginebra.
La Sra. Elizabeth Tan, Directora de la División de Protección Internacional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La Hna. Olivia Umoh, DC, Directora de Defensa de la Infancia Segura y Coordinadora de Talitha Kum Ghana.
El Sr. Davide Bernocchi, Secretario General de la Comisión Católica Internacional de Migración.
La Sra. Hala Alkayal, activista de la sociedad civil siria y ex refugiada.
El moderador del seminario web será el Sr. Victor Genina, director de Desarrollo Humano Integral de Caritas Internationalis.
CIE (Centro Internamiento Extranjeros): ESPACIO DE DESHUMANIZACIÓN – VIGILIA POR LAS PERSONAS INTERNADAS en los CIE –
IMPORTANTE Este evento forma parte de los EVENTOS CENTRALES de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (pulsa aquí) y el Jubileo de los Migrantes en Madrid (pulsa aquí)
El álbum de fotos está en Flickr:https://flic.kr/s/aHBqjCwdD8 Las fotos y el álbum pueden descargarse y compartirse, pero no usarse con fines comerciales. Si se publican, debe darse acredito al autor: Pastoral Social Ver también Crónica del eventoen este enlacede Cáritas Madrid.
Un año más nos reunimos para alzar la voz y velar en solidaridad con quienes sufren el ingreso en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
4 de octubre de 2025 — 12:00 — En Metro Aluche. Sobre el INFORME CIE de este año, pulsa aquí.
Los CIE son lugares que, aunque se presentan como medidas administrativas, son en realidad espacios de deshumanización, donde se priva de libertad a personas migrantes.
Allí dentro, la rutina de rejas y restricciones reduce las vidas a números. Se limita la comunicación con el exterior, se obstaculizan las visitas, la atención sanitaria es insuficiente y la salud mental se deteriora. Los CIE convierten la espera en incertidumbre y el arraigo en sospecha. Pero, aunque se pretenda despojar de humanidad, la dignidad y la condición de hermanos y hermanas que caminamos juntos/as nunca se pierden.
En la vigilia visibilizaremos las situaciones que vive una persona migrante al ser internada en un CIE, poniendo rostro y nombre al sufrimiento oculto tras los muros. También trataremos de dar la vuelta a los discursos de odio y criminalización, mostrando que en cada migrante late una historia de vida, de dignidad y de esperanza.
Vivimos en un mundo fracturado, con muchos lugares de violencias, todas unidas por un mismo hilo a las que sufren las personas migrantes. Nos inspira la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado y las palabras de León XIV: Ellos y ellas son mensajeros de esperanza, testigos de valentía y tenacidad que desafían la desesperanza. Junto a sus proyectos migratorios y retos queremos visibilizar también a otros mensajeros de esperanza, personas e iniciativas de la sociedad civil que, con su luz, acompañan y dan vida incluso en el interior de estos centros.
Nuestra Vigilia es oración, silencio, presencia y denuncia. Para mantenernos despiertos/as, junto a quienes sufren detrás de los muros. Denuncia para reclamar el cierre de los CIE y la construcción de alternativas humanas, justas y hospitalarias.
Te invitamos a unirte a esta Vigilia solidaria. Que el silencio no sea cómplice y que la esperanza sea más fuerte que los muros.
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