FRANCISCO – DESCANSE EN PAZ
21 de abril de 2025
Categoría: Francisco
TRUMP, la obispa EDGARD y el papa FRANCISCO
TRUMP, LA OBISPA EDGARD Y EL PAPA FRANCISCO
A las dos últimas personas citadas en el título de esta entrada, es seguro que se le podían sumar más. Y es que no son sólo el papa católico y la obispa episcopal quienes han manifestado una oposición clara y firme a las políticas (¿políticas?) migratorias de Trump.En todo el mundo ha habido personas e instancias -religiosas y laicas- que se han manifestado en la misma línea.
Con todo, guardemos aquí memoria de las intervenciones de los dos líderes religiosos dichos, porque no tienen desperdicio ni en su fondo ni en su forma (y los segundo no es, tristemente, frecuente hoy en día, donde parece que discrepar sólo puede expresarse insultando).
La obispa episcopal Mariann Edgar Budde (véase quién es en este enlace de El País), durante la homilía de un servicio religioso que ella presidía y en la que estaba presente el presidente Trump (al día siguiente de su toma de posesión el 20 de enero de 2025), se dirigió directamente a Trump sin ambages: «En el nombre de Dios, le pido que tenga misericordia para gente en nuestro país que tiene miedo ahora», Puede leerse el discurso íntegro de la obispa en este enlace de El País. O ver una amplia crónica sobre las partes del discurso sobre las deportaciones de migrantes en este enlace de la BBC.
El papa Francisco, el día antes de la toma de posesión de Trump, ya había calificado como «una desgracia» que el líder republicano cumple con una de sus promesas electorales estrella: llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes. Y, además de ampliar esa idea, la reiteró en el mensaje de felicitación que envió al presidente. Y todo eso se sumaba a que, dos semanas antes, se había nombrado arzobispo de Washington a Robert Walter McElroy, claramente a favor de los inmigrantes y de la acogida de los homosexuales en la Iglesia, y que no ha tenido empacho en criticar públicamente a Trump, como cuando tachó de «ineficaz y grotesca» la construcción del muro ante Méjico. Puede leerse ampliado todo esto en este enlace de El Diario Vasco.
Y de nuevo el papa Francisco es quien ha enviado el pasado 10 de febrero una Carta a los obispos estadounidenses (puede leerse en español en esta enlace de la Santa Sede), que expone ampliamente el rechazo a las deportaciones y acaba así: «Exhorto a todos los fieles de la Iglesia católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados. Con caridad y claridad todos estamos llamados a vivir en solidaridad y fraternidad, a construir puentes que nos acerquen cada vez más, a evitar muros de ignominia, y a aprender a dar la vida como Jesucristo la ofrendó, para la salvación de todos.».
Presentan a Francisco el documento de la CEE sobre migrantes
PRESENTAN AL PAPA LA APUESTA DE LA CEE POR LOS MIGRANTES
Francisco «está muy interesado» por la exhortación pastoral «Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la Pastoral con migrantes», que la CEE presentó en mayo, ha asegurado el arzobispo de Madrid, que ha conversado con él en compañía del exdirector del Departamento de Migraciones del episcopado, Xabier Gómez.
[tomado de MARÍA MARTÍNEZ LÓPEZ para Alfa y Omega del 14.11.24]
El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, y el obispo electo de Sant Feliu y exdirector del departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Xabier Gómez, han presentado en la mañana de este jueves al Papa Francisco la exhortación pastoral Comunidades acogedoras y misioneras, que la CEE presentó en mayo pasado. La conversación ha tenido lugar durante una audiencia pública.
El Santo Padre «está muy interesado» en el contenido de este documento, ha asegurado posteriormente el cardenal Cobo. El texto pretende ofrecer una pastoral transversal con personas migradas. De hecho, recuerda que este documento pretende responder a propuestas del mismo Papa.
En su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado de 2021, el Pontífice señalaba dos desafíos para la pastoral con personas migradas. El reto ad intra «tiene que ver con la manera de vivir la catolicidad de nuestra fe» y propone, como primer paso, «ensanchar el espacio de la tienda para que se pueda incluir a todos» y «donde todos puedan preservar las diferencias que enriquecen a la comunidad». Por otro lado, el reto ad extra «se refiere a la manera de ser una Iglesia verdaderamente misionera» que sale «al encuentro de los necesitados, los descartados, los marginados, los oprimidos… que estamos llamados a reconocer y a cuidar».
Mirada del Evangelio, no de la política
Al presentar la exhortación, Gómez valoró cómo esta busca ofrecer «una pedagogía sobre las migraciones leída con la mirada de la Iglesia». Y aconsejó «a las personas preocupadas por la identidad de los católicos» que esta no consiste en «tener un pasaporte» sino en «ser capaz de identificarse con Jesucristo y con los hermanos más vulnerables». «Cualquier otra cosa se quedaría corta», sentenció.
El ahora obispo electo de Sant Feliu —será ordenado y tomará posesión el próximo 30 de noviembre— celebró que «el pueblo de Dios es numeroso y con su capilaridad está presente en todos los barrios». Y le encargó «que contribuya a generar espacios seguros». «Frente al intento de hacernos consumir la droga del miedo que puede dejar anestesiada la conciencia de la gente, sobre todo en tiempo de elecciones, nosotros proponemos la vacuna de la hospitalidad», reivindicó. E insistió en que «un católico no puede comulgar con el racismo y la aporofobia».
«Ante las migraciones queremos ofrecer la mirada del Evangelio, centrada en la dignidad de la persona y distinta a la nacional, la de los intereses o la ideológica», dijo por su parte el arzobispo de Madrid. Vaticinó además que «el documento plantea que la Iglesia tiene una gran posibilidad de ofrecer a nuestra sociedad espacios de fraternidad y comunitarios que demuestren que son posibles».
«Ante los discursos catastróficos, yo no hago más que visitar parroquias donde conviven diferentes culturas», añadió. Y celebró que, en los templos, «cada uno se mira a los ojos y reza a través de la Virgen, es una oferta preciosa para nuestra sociedad». Cobo llamó a los católicos a participar de manera responsable en los procesos políticos preguntándose «qué votaría Jesús ante un migrante».
Hospitalidad Atlántica
Durante la conversación de este jueves con el Pontífice, el cardenal Cobo y Gómez también han compartido con el Papa el proyecto Hospitalidad Atlántica, en la que participan diez países y 26 diócesis. La iniciativa ofrece una información veraz a los migrantes para que puedan elegir con libertad si emprender el viaje a Europa o no.
Ya se ha presentado la versión en francés y se está trabajando en el resto de traducciones. «Lo que buscamos es facilitar el acceso a una información veraz que contribuya a una toma de decisión libre sobre si migrar o no», explicaba a comienzos de año el propio Gómez a este semanario. En la conversación de ambos con el Santo Padre se ha tocado asimismo un proyecto similar para el Mediterráneo, ha afirmado el cardenal Cobo.
Francisco: «El Señor está con los migrantes, no con quien los rechaza»
Francisco:«EL SEÑOR ESTÁ CON LOS MIGRANTES EN EL MEDITERRÁNEO, NO CON QUIENES LES RECHAZAN»
El Papa ha pedido que las fronteras no se militaricen, sino que se abran vías legales y seguras para los migrantes y así combatir la trata.
[Tomado de Alfa y Omega 28.8.24]
TEXTO COMPLETO DEL PAPA en este enlace
Ángeles Conde Mir —
Francisco ha hecho un paréntesis este miércoles en su ciclo de catequesis sobre la acción del Espíritu Santo y ha dedicado la audiencia general a hablar sobre migración tras la lectura del libro del Éxodo.
De una manera concreta y clara, ha centrado su reflexión en el drama de las personas que se ven abocadas a atravesar mares y desiertos para buscar una vida mejor, o en palabras del Papa, «para alcanzar una tierra donde vivir en paz y seguridad». Ha explicado que en las vivencias que le cuentan los migrantes, las palabras «mar» y «desierto» se repiten con una connotación, evidentemente, muy negativa como lugares «donde han sido abandonados a su suerte».
Francisco ha recordado que el Mediterráneo, el mare Nostrum, «se ha convertido en un cementerio».«La mayor parte de estos muertos podrían haber sido salvados», ha exclamado el Papa que, con frecuencia, escucha a supervivientes o rescatadores en el Mediterráneo.
De manera muy directa, ha asegurado que «hay quien opera sistemáticamente y con todos los medios posibles para rechazar a los migrantes». «Cuando se hace esto con consciencia y responsabilidad, es un pecado grave», ha sentenciado el Pontífice.
El Papa no solo ha señalado el mar como lugar de muerte. También ha hablado de los desiertos en los que perecen de hambre y sed tantas personas. Sin ir más lejos, ha recordado a Fati y Marie, la esposa y la hija de Pato, a quien Francisco ha dado un trabajo en el Vaticano tras conocer su terrible historia. El Pontífice ha criticado que, en un tiempo en el que los drones y satélites vigilan cada rincón del planeta, no se quiera ver a estas mujeres y niños que sufren en el desierto. «Solo Dios ve y escucha su grito. Y esta es una crueldad de nuestra civilización», ha reconocido.
Dios está con los migrantes, con los que llora y espera, como hizo durante el éxodo del pueblo de Israel. Por eso, el Papa ha afirmado que «el Señor está con nuestros migrantes en el mare Nostrum, el Señor está con ellos, no con quienes los rechazan».
«Hay una cosa en la que todos podemos estar de acuerdo: En esos mares y desiertos mortales, los migrantes no tendrían que estar», ha señalado.
No a la militarización de las fronteras
También ha ofrecido su fórmula para detener las muertes en estas rutas migratorias y combatir a los traficantes de seres humanos: «No es mediante leyes más restrictivas, no es con la militarización de las fronteras, no es con las expulsiones como vamos a obtener este resultado. Lo obtendremos ampliando las vías de acceso seguras y regulares para los migrantes, facilitando el refugio para quien escapa de las guerras, las violencia, la persecución y las tragedias; lo obtendremos favoreciendo una gobernanza global de las migraciones fundada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Y uniendo fuerzas para combatir la trata de seres humanos, para detener a los criminales traficantes que sin piedad explotan la desgracia de los demás».
Francisco no ha querido terminar esta particular catequesis sin invitar a pensar en los muertos en tantas tragedias en Lampedusa o aquella de Crotone en la que perecieron 94 personas en un naufragio. Por ello, ha dado las gracias a quienes, como «buenos samaritanos», salvan a estos migrantes. «Son signo de una humanidad que no se deja contagiar de la cultura de la indiferencia y del descarte», ha dicho el Papa que ha mencionado expresamente a Mediterranea Saving Humans. Esta ONG trabaja en coordinación con la Conferencia Episcopal Italiana. El pasado fin de semana, su nave rescató a más de 180 personas de una muerte segura en el mar.
Estos rescatadores están en primera línea, pero si no se puede estar en un barco salvando vidas humanas, Francisco ha invitado a rezar por estos migrantes a quienes «se quiere echar», ha concluido.

