CÁRITAS ESPAÑOLA Y OTRAS ENTIDADES SOCIALES RECLAMAN UNA REFORMA DE MAYOR ALCANCE DEL REGLAMENTO DE EXTRANJERÍA PARA EVITAR SITUACIONES DE IRREGULARIDAD Pese a los avances, existe un amplio margen de mejora para garantizar los derechos de las personas migrantes y acabar con situaciones de exclusión y desprotección
El Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, que en estos momentos está en proceso de reforma, es un instrumento clave en la política migratoria y herramienta fundamental para promover la inclusión de la población migrante en España.
La alianza formada por seis organizaciones especializadas en el acompañamiento social y jurídico de personas migrantes y refugiadas (Andalucía Acoge / Cáritas Española / CEAR / CONVIVE Fundación Cepaim / Red Acoge / Servicio Jesuita a Migrantes) valoran positivamente algunas de las reformas propuestas por el Gobierno, reconociendo que se han incorporado aportaciones clave compartidas por las entidades sociales, tales como la reducción del periodo de residencia previa para obtener la regularización o la simplificación de los procedimientos de arraigo . Sin embargo, consideran que todavía existe un amplio margen de mejora.
Para ello, estas seis organizaciones han presentado una batería de propuestas dirigidas a garantizar vías de entrada seguras y regulares que eviten la irregularidad administrativa, tales como la concesión de visados, la flexibilización de la figura de la reagrupación familiar para procurar el derecho a la vida en familia de las personas migrantes y la rebaja de los períodos de residencia exigidos para solicitar las autorizaciones de residencia y trabajo como única vía para evitar situaciones de exclusión y desprotección.
También se incorporan propuestas relativas a la propia tramitación de las autorizaciones, que en la actualidad representa la primera barrera con la que se encuentran las personas migrantes para poder regularizar su situación. Se propone reforzar las vías presenciales de presentación de solicitudes de expedientes de extranjería, con medidas como la creación de puntos de información, acompañamiento y orientación a las personas, con el fin de reducir la elevada brecha digital que se advierte en el acceso a la administración de extranjería, la traducción de la documentación a los idiomas más habituales o el uso de intérpretes.
Además, se insiste en la necesidad de proteger el acceso a la justicia y a la denuncia segura para las personas en situación administrativa irregular que son víctimas de delito, de manera que la condición de víctima prime sobre el estatuto de residencia, y puedan evitarse situaciones de gran desprotección, expulsión, infradenuncia e impunidad del denunciado/infractor.
La normativa de extranjería debe garantizar que no haya niños y niñas en situación irregular y para ello se requiere seguir profundizando en los instrumentos de protección y reconocimiento de derechos de las niñas y niños migrantes, acompañados o no por sus familias. En este sentido, se deben incorporar propuestas más amplias que las del texto presentado en cuanto a la autorización de residencia legal para menores que han nacido en España o la adaptación del sistema de determinación de la edad a la normativa internacional, entre otras.
Las seis organizaciones firmantes consideran necesario seguir avanzando en la modificación del Reglamento de Extranjería de forma dialogada y participada para desarrollar una política migratoria que no solo ponga el foco en las necesidades del mercado laboral español, sino que se aborde todos los obstáculos normativos y estructurales que impiden a la población migrante su plena participación en la sociedad española en igualdad de derechos.
Contactos de prensa: Andalucía Acoge (Nuria León), 670781051 comunicacion@acoge.org Red Acoge, 660 463 167 fabiola.barranco@redacoge.org Cáritas Española. Laura Daniele. 618 893 880 ldaniele.ssgg@caritas.es Servicio Jesuita a Migrantes – SJM (Daniel Martínez), 686 270 634, comunicacion@sjme.org Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR): 692636514 ricardo.cana@cear.es CONVIVE Fundación Cepaim: 674839833 prensa@cepaim.org
Presentación de «Internamiento Muteado», el informe CIE 2023 del SJM España (Servicio Jesuita a Migrantes). Este año, el informe analiza cómo el sufrimiento de las personas internas queda silenciado al resto de la sociedad.
Lunes, 10 de junio de 2024.
De 11:00 a 12:00.
En la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados. Para acudir al acto de presentación, es imprescindible enviar nombre, apellidos y DNI al correo sjme@sjme.org, indicando que se quiere asistir.
Con la participación de Enric Puiggròs, Provincial de los Jesuitas en España, junto a equipos técnicos y voluntaria de visitas en CIE.
Conferencia Episcopal Española Exhortación Pastoral COMUNIDADES ACOGEDORAS Y MISIONERAS. IDENTIDAD Y MARCO DE LA PASTORAL CON MIGRANTES – Marzo de 2024 –
– – – – – – [Descarga el documento -en PDF- PULSANDO AQUÍ (se abrirá en otra pestaña)] [MUY INTERESANTE: Descarga en este enlace (se abrirá en otra pestaña) un resumen del documento muy pedagógico y adecuado para el estudio personal o en grupo] – – – – – –
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ofrece la Exhortación pastoral “Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes”, que fue aprobada por la Asamblea Plenaria del pasado mes de marzo.
SENTIDO, PUNTOS PRINCIPALES Y RESUMEN DE LA EXHORTACIÓN
Sentido
El objetivo del documento es actualizar la identidad y el marco de referencia de la pastoral con personas migradas. Y ofrecer, desde la diversidad aportada por las migraciones, algunas claves para afrontar los desafíos del futuro.
La Exhortación se divide en 5 capítulos. El primero, poner en contexto la migración y sus causas y analiza la integración de las personas migradas en la sociedad. El segundo capítulo, reconoce la aportación de los migrantes a la sociedad y señala unos criterios de acción. El tercero perfila la conversión personal y pastoral. El cuarto plantea las claves para avanzar de una pastoral para a una pastoral con. Y en el último se presentan un conjunto de propuestas y buenas prácticas. Las primeras páginas son un preámbulo en el que se sintetiza el contenido del documento, que se cierra con un apartado de agradecimientos.
Este nuevo documento actualiza “La Iglesia en España y los inmigrantes”, de 2007, pero sin prescindir de su reflexión teológico-pastoral que “continúa siendo un referente válido”. Sin embargo, “desde el 2007 se han sucedido muchos cambios en la sociedad y en la propia Iglesia”. Los datos confirman que «el futuro de la sociedad y de la Iglesia en España pasa por la plena incorporación de las personas migradas”. En consecuencia, “o somos una Iglesia acogedora y misionera, o no seremos”.
“La integración, que no asimilación, de las personas migradas en la Iglesia es uno de los signos de los tiempos eclesiales más claros”. Partiendo de esta premisa, esta Exhortación se publica con la esperanza de suscitar “un cambio en la conciencia y el enfoque de quienes conformamos el santo pueblo de Dios».
Para ello, se formula una pastoral transversal con personas migradas, en una Iglesia «en salida» donde “cabemos todos”. Asumiendo, así, los dos grandes retos que planteó el papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado de 2021. Un reto «hacia dentro» que “tiene que ver con la manera de vivir la catolicidad de nuestra fe” y que propone, como primer paso, “ensanchar el espacio de la tienda para que se pueda incluir a todos” y “donde todos puedan preservar las diferencias que enriquecen a la comunidad”. Y un reto «hacia afuera» que “se refiere a la manera de ser una Iglesia verdaderamente misionera” que sale “al encuentro de los necesitados, los descartados, los marginados, los oprimidos… que estamos llamados a reconocer y a cuidar”.
Puntos principales
Se propone una pastoral transversal con personas migradas, en una Iglesia «en salida» donde cabemos todos.
La población de origen inmigrante está fuertemente arraigada en España. Este arraigo en nuestra sociedad no se corresponde con una equiparación socioeconómica con la población autóctona.
Una mirada creyente permite acoger la valiosa aportación de las personas migradas a nuestra sociedad y nuestra Iglesia: aportan su trabajo, nos permiten crecer como personas en la acogida, nos acercan a Dios y hacen crecer la comunidad cristiana.
Una mirada completa incluye: el derecho a no tener que migrar; el derecho a migrar y a la ciudadanía mundial; la necesidad de una autoridad mundial; el horizonte de la cultura del encuentro y la catolicidad de la Iglesia que se muestra mediante la fraternidad.
Se debe iniciar procesos de escucha activa, adecuación y transformación de las comunidades a la nueva realidad para que ese futuro común sea un «hogar» para todos.
Acoger no es solo dar la bienvenida, sino extraer consecuencias del enriquecimiento mutuo y recíproco entre quienes acogen y son acogidos.
Crecer en coordinación, misión compartida y trabajo en red, caminar juntos en la diversidad sin la confusión de roles y servicios; y crecer juntos en la fe, la formación, la caridad y el sentido de identidad.
Cuidar la participación activa de las personas migradas involucrándolos en la vida de la comunidad cristiana y en cualquier organismo o responsabilidad pastoral para que sean sujetos activos de la evangelización.
Construir comunidades acogedoras y hospitalidad, discernir y concretar en cada comunidad cómo encarnar una Iglesia que vive y se muestra como familia que acoge a todos.
Ofrecer narraciones positivas y el servicio a la verdad en relación a las personas migradas, en todos los ámbitos: educación, medios de comunicación, formación, predicación.
Resumen de la Exhortación
Preámbulo
Objetivo: actualizar la identidad y el marco de referencia de la pastoral con personas migradas. Y ofrecer desde la diversidad aportada por las migraciones algunas claves que contribuyan a afrontar los desafíos del futuro desde un enfoque transversal y sinodal al servicio de cualquier proyecto, tanto de evangelización como de reestructuración pastoral.
Esta nueva exhortación ya no habla de pastoral de migraciones o para los migrantes, sino que propone una pastoral transversal con personas migradas, en una Iglesia «en salida» donde cabemos todos, trabajamos por proyectos y aprendemos que la diversidad cultural nos hace vivir mejor la catolicidad y fraternidad.
1. El contexto
La realidad a la que nos referimos en este documento es la realidad de una de cada cinco personas que vivimos en España, y que ha transformado la sociedad española, y con ella, nuestras diócesis, parroquias, y comunidades eclesiales.
No todas las situaciones migratorias son iguales. El contexto migratorio viene marcado en unos casos por una dinámica socioeconómica en la que participan tanto los países de emisión como nuestro propio país. Los migrantes no solo no son una amenaza laboral para la ciudadanía española, sino que son un recurso valioso y necesario del que dependemos, sobre todo cuando están laboralmente cualificados. Nuestra economía demanda, porque necesita, una gran cantidad de mano de obra migrante, sin la cual el exitoso desempeño de esta no habría tenido lugar.
La población de origen inmigrante está fuertemente arraigada en España. La gran mayoría de las personas migradas llevan más de diez años en nuestro país, con una edad media de 37 años frente a los 45 de los nacionales y una tasa de natalidad de 1,35 %, frente al 0,6 % de los nacionales; han formado sus familias aquí y han elegido nuestro país para desarrollar su proyecto vital. Los migrantes han contribuido así a paliar el invierno demográfico.
Este arraigo en nuestra sociedad no se corresponde con una equiparación socioeconómica con la población autóctona. Las personas migradas sufren mayores índices de desempleo o subempleo, acceden con menor intensidad a las políticas sociales, y sufren mayor vulnerabilidad social.
2. Vivir la catolicidad
Una mirada creyente permite acoger la valiosa aportación de las personas migradas a nuestra sociedad y nuestra Iglesia:
Trabajo: aportan su trabajo para el desarrollo del país de acogida e incluso del país de origen.
Crecimiento personal. Su presencia nos ofrece también una oportunidad de crecer como personas: Ellos demuestran el valor de realidades como la perseverancia, la austeridad, la alegría, el sacrificio la laboriosidad.
Acercamiento a Dios. Los migrantes nos pueden acercar a Dios y hacer que términos como liberación, éxodo, pobres, viudas, etc. cobren nueva actualidad y fuerza, y nos orientan a reencontrarlo, hacen resurgir el profetismo, la llamada de Dios a la renovación y a la conversión.
Crecimiento de la comunidad. En el encuentro con ellos se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente.
La migración supone para la Iglesia un desafío particular por las dimensiones y por la situación de dolor que encierra. Ante las migraciones, tenemos una tarea y un gran reto: ser fieles al deseo y al mandato del Señor Jesús de reunir en una sola familia a todos los pueblos, siendo una fraternidad que ilumine a todos sobre cómo llegar a conseguir la unidad de los pueblos diversos.
Este es nuestro punto de partida: A cada ser humano que se ve obligado a dejar su patria en busca de un futuro mejor, el Señor lo confía al amor maternal de la Iglesia. Es una gran responsabilidad que la Iglesia quiere compartir con todos los creyentes y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Abrazar la «cultura de la vida» en todas las circunstancias que componen una biografía nos lleva a decir que no es tolerable que se siga dejando morir a las personas en las fronteras o en su intento de cruzarlas.
De este punto surgen unos criterios para la acción:
El derecho a no tener que migrar: la posibilidad de tener una vida en paz y con futuro en el propio país es una medida muy eficaz para evitar las tragedias que contemplamos.
El derecho a migrar y a la ciudadanía mundial. Las naciones más prósperas tienen el deber de acoger al extranjero que busca seguridad y medios de vida. Deben velar para que se respete el derecho natural que coloca al huésped bajo la protección de quienes lo reciben.
La necesidad de una autoridad mundial. Una gobernanza global para las migraciones menos ideológica y centrada en la dignidad de la persona y el bien común.
El horizonte de la cultura del encuentro y la catolicidad de la Iglesia que se muestra viviendo la universalidad del género humano mediante la fraternidad.
Hacer una pastoral donde la diversidad en armonía sea el modo de caminar juntos.
3. Orientaciones para la conversión personal y pastoral
Volver a Jesucristo Toda actividad pastoral adquiere sentido en la medida en que nos hace vivir más enraizados en el Señor y la vida de gracia, así como crecer en la amistad con Jesús, la alegría de la fe. El Evangelio es una escuela para aprender a ver, a mirar con el corazón.
El valor de la hospitalidad. Nuestras sociedades necesitan abrirse con urgencia al valor de la hospitalidad como principio de humanización y puente entre las culturas y las personas.
Actitudes con futuro:
Maternidad de la Iglesia de puertas abiertas que acoge.
Mirada contemplativa sobre lo que sucede en la vida de las personas.
Creatividad para imaginar espacios de encuentro y oración
Salir de las zonas de comodidad para ir a los foros donde se protege la cultura de la vida.
Funciones de las delegaciones y secretariados: Tienen la misión de promover en cada su diócesis la acogida, acompañamiento e integración de las personas migradas en la vida pastoral y social. También deben ofrecer los cauces para integrar las diversas entidades eclesiales que cuenten con proyectos de misión para personas migradas en las diócesis.
Una pastoral diocesana de conjunto: trabajar en procesos y por proyectos.
4. Claves de transformación: de una pastoral para a una pastoral con
Se trata de iniciar procesos de escucha activa, adecuación y transformación de las comunidades a la nueva realidad para que ese futuro común sea un «hogar» para todos.
En comunidades significativas, acogedoras y misioneras. Acoger no es solo dar la bienvenida, sino extraer consecuencias del enriquecimiento mutuo y recíproco entre quienes acogen y son acogidos.
El diálogo ecuménico y el diálogo interreligioso. La pastoral con migrantes está habituada y promueve tanto la sensibilidad ecuménica como el diálogo interreligioso desde la vecindad, la cultura del encuentro y la caridad. En nuestro caso desde la artesanía de hacer cada día posible el entendimiento, la convivencia, la ayuda mutua, el respeto y el caminar juntos.
5. Propuestas y buenas prácticas
Esta pastoral quiere contribuir a la revitalización de la Iglesia presente en medio de cada barrio, ciudad o pueblo. Se nos propone afrontar un cambio de enfoque: pasar de entender la acción pastoral para los migrantes a concretar una acción pastoral con los migrantes, tratando de centrar la misión no tanto en «ellos», sino en «un nosotros cada vez más grande». Algunas de las áreas en las que se pueden crecer y propuestas para su desarrollo son:
Crecer en coordinación, misión compartida y trabajo en red, caminar juntos en la diversidad sin la confusión de roles y servicios; a crecer juntos en la fe, la formación, la caridad y el sentido de identidad
Contribuir a la formación de todos: seminaristas, presbíteros y laicos: contribuyan a capacitar a seminaristas y presbíteros en su servicio a las comunidades de una Iglesia cada vez más sinodal y culturalmente diversa.
Cuidar la participación activa de las personas migradas involucrándolos especialmente en los consejos pastorales parroquiales, y en cualquier organismo o responsabilidad pastoral donde no suelen estar, para que sean sujetos activos y no solo destinatarios de la evangelización.
Construir comunidades acogedoras y hospitalidad, discernir y concretar en cada comunidad cómo encarnar una Iglesia que vive y se muestra como familia que acoge a todos,
En coherencia con la cultura de la vida, cuidar la maternidad en situaciones vulnerables y desarrollar programas eficaces para la integración de los niños y niñas migrantes
Trabajar juntos por la «plena ciudadanía» de todos
Ser parte de las narraciones positivas y el servicio a la verdad en relación a las personas migradas, en todos los ámbitos: educación, medios de comunicación, formación, predicación.
Agradecimientos
Agradecemos a las personas y familias migradas su valiosa aportación a la revitalización de nuestra sociedad y en el caso de los católicos también su contribución a revitalizar nuestra Iglesia.
También agradecemos a todos los miembros de la pastoral con migrantes y a quienes desde dentro o fuera de nuestras comunidades cristianas, caminan junto a ellos.
Nuestro reconocimiento a Cáritas, a la vida consagrada y a todas las realidades eclesiales cuyos fines y actividades contribuyen a hacernos ver a Cristo en cada uno de ellos.
Entidades de Iglesia piden a los grupos políticos del Parlamento que tomen en consideración la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización extraordinaria de personas extranjeras
Temen que la propuesta respaldada por más de 700.000 personas y 900 organizaciones ni siquiera llegue a ser debatida en el Congreso
Madrid.- 05 de abril de 2024. La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Cáritas, el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES) piden a los grupos políticos del Parlamento que tomen en consideración la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) sobre la regularización extraordinaria de personas extranjeras.
Con pleno conocimiento de las consecuencias de la irregularidad administrativa en la vida de las personas migrantes, estas entidades eclesiales llevan desde el año 2021 apoyando el proceso por una regularización extraordinaria de las personas que residen en situación irregular en nuestro país. Este proceso ha contado con un respaldo transversal y diverso de la sociedad civil organizada, así como de más de 700.000 ciudadanos y ciudadanas, cuyas firmas han posibilitado presentarlo al Congreso de los Diputados como una Iniciativa Legislativa Popular.
Esta ILP se encuentra en un momento crucial: el próximo martes 9 de abril los partidos políticos han de decidir si la toman en consideración, abriendo un período sosegado de diálogo sobre esta reivindicación ciudadana, o por el contrario rechazan y ponen fin a su tramitación antes siquiera de debatir en profundidad sobre ella.
Tanto por la temática tratada por la iniciativa legislativa, con su potencial impacto positivo en la vida de muchas personas, como por la legitimación democrática que ofrece el apoyo de centenares de miles de ciudadanos a través de sus firmas, resultaría incomprensible que esta iniciativa no sea debatida por los representantes políticos en la sede de nuestra soberanía popular.
Por todo ello, estas entidades eclesiales convocan a los partidos políticos con representación parlamentaria a iniciar conjuntamente un diálogo constructivo, votando a favor de la toma en consideración de la ILP.
Vídeo del debate de 12.3.24 en la Comisión de Trabajo, Economía Social, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso en este enlace. Pueden descargarse en video de forma separada las distintas intervenciones desde este enlace. [Fuente: Congreso de los Diputados 12.3.24]
Nota de los obispos diocesanos de la Provincia Eclesiástica de Madrid SOBRE ALGUNAS SITUACIONES QUE PADECEN LAS PERSONAS MIGRANTES EN NUESTRAS DIÓCESIS Y ALGUNAS INVITACIONES AL RESPECTO [pulsa aquí para resumen en audio de Rufino García, delegado de Migraciones de Madrid]
7 de marzo de 2024
Los obispos diocesanos de la Provincia Eclesiástica de Madrid, que engloba las diócesis de Alcalá de Henares, Getafe y Madrid, nos dirigimos a la Iglesia que peregrina en estas diócesis, a la sociedad de la que formamos parte y a las personas y administraciones que tienen algún tipo de responsabilidad pública en el ámbito de las migraciones, con el fin de compartir algunas inquietudes y alentar la buena práctica de la acogida y la hospitalidad.
Los pueblos y ciudades de nuestras diócesis reciben a muchas personas migradas y solicitantes de asilo que buscan un lugar en el que salir adelante y llevar a cabo los sueños de una vida digna que no pudieron realizar en sus países de origen. Sin embargo, nos duele mucho constatar que son enormes las trabas y las dificultades con las que bastantes de ellos se encuentran al llegar aquí a la hora de desarrollar su proyecto vital.
1.- Hace unas semanas, los medios de comunicación nos alertaban sobre lo que estaba pasando en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con bastantes personas solicitantes de asilo, reflejando un problema estructural de imprevisión y de desatención. Desconocemos si se ha desplegado algún plan coordinado de intervención entre las administraciones, tanto para la acogida de los recién llegados como para aquellos que desde hace tiempo tienen en el aeropuerto su lugar de refugio.
2.- Igualmente nos preocupa la situación de los que han sido alojados en el Acuartelamiento Primo de Rivera, de Alcalá de Henares, en la operación que hace algunos meses distribuyó a personas migrantes llegadas a las costas canarias por diferentes lugares de la Península. Resulta imprescindible un plan integral y coordinado de atención y acogida. Nos llegan testimonios de personas trasladadas allí de que son privadas de facilidad de movimientos. También de las dificultades por mantener la higiene mínima y el acceso a ropa, especialmente de abrigo. Asimismo, refieren trabas para la solicitud de asilo y otros trámites administrativos.
Nos informan sobre la existencia de expulsiones del centro sin otra alternativa que la calle. Es preocupante la opacidad de la gestión que están realizando las instituciones implicadas, sin facilitar datos de la situación y sin permitir la ayuda de otras entidades civiles.
3.- Nos preocupa la realidad del reabierto Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche (CIE de Madrid). De hecho, ha sido objeto de múltiples denuncias presentadas ante el Defensor del Pueblo y los jueces de control, sin olvidar que, en este momento, está en curso una investigación por presuntas agresiones denunciadas por una cincuentena de internos.
4.- Ante el forzoso limbo jurídico en que se mantiene a las personas desplazadas durante varios años, dificultando su acceso al mercado laboral en plenitud de derechos y deberes, planteamos que se estudie una regularización extraordinaria, como han propuesto múltiples organizaciones tanto civiles como eclesiales.
5.- Como ya se ha dicho en numerosas ocasiones, proponemos que se aborden vías de entrada a nuestro país seguras, ágiles y regulares que eviten el sufrimiento y la descohesión social.
6.- Reiteramos las graves dificultades de las personas migradas para acceder a una primera cita para solicitar la protección internacional o asilo y las complicaciones para renovar las documentaciones: «Sin citas no hay derechos». De esta realidad se aprovechan las mafias y los que explotan su vulnerabilidad.
Sabemos que la migración es un signo de nuestro tiempo y una oportunidad para nuestra sociedad. Por eso, con el Papa Francisco, hacemos una llamada ilusionada al agradecimiento, a la esperanza y al compromiso:
Agradecimiento a todas las personas, entidades y organizaciones, tanto del ámbito eclesial como del civil, que trabajan generosamente en el acompañamiento a las personas migradas, en su integración y dignificación.
Esperanza que nos estimula a construir la Casa Común de la que todas las personas formamos parte y de la que nadie debiera ser excluido.
Compromiso activo y eficaz, cada cual, desde su propio ámbito y realidad, para ser una Iglesia y sociedad samaritanas que hagan del cuidado un signo de identidad.
Nuestra sociedad y nuestra Iglesia madrileñas se encuentran ante una oportunidad histórica de acoger, proteger, promover e integrar a las personas migradas. La experiencia de buenas prácticas de acogida y hospitalidad que ya estamos llevando a cabo en las tres diócesis de la Provincia Eclesiástica nos muestran el enriquecimiento que estas buenas prácticas suponen para la sociedad y para la Iglesia.
Que Santa María, Consuelo de los Migrantes, interceda ante su Hijo, migrante y refugiado en Egipto, para que las administraciones públicas, la sociedad madrileña y los miembros de la Iglesia católica, de las demás Iglesias cristianas y de otras confesiones religiosas construyamos puentes de encuentro y no muros de separación.
Cardenal José Cobo Cano, arzobispo de Madrid Ginés García Beltrán, obispo de Getafe Antonio Prieto Lucena, obispo de Alcalá de Henares