Madrid, 22 de junio de 2023. Más de veinte organizaciones sociales del ámbito de las migraciones y de la protección internacional denuncian que el actual sistema para solicitar protección internacional no tiene capacidad de respuesta frente al incremento continuado de solicitudes de los últimos años. Además, la falta de citas genera graves deficiencias y dificultades para acceder al procedimiento.
Por todo ello, habiendo intentado ya mediante varios cauces llegar a una solución con el Ministerio del Interior, estas entidades han registrado una queja a la Comisión Europea, entendiendo que tiene competencias para analizar la situación y determinar el posible incumplimiento de la normativa sobre derechos fundamentales.
A la falta generalizada de citas, que comenzó en 2018 y se ha agravado en los últimos años, se unen las deficiencias del sistema; sin procesos homogeneizados y sistematizados, y con una acuciante falta de recursos que afectan a todos los trámites: desde la propia manifestación del deseo de solicitar asilo a la renovación de su documentación, las notificaciones de concesión o denegación, o incluso el acceso al sistema de acogida de protección internacional.
Estas dificultades constituyen una infracción al derecho de asilo, y a las normas que desarrollan el Sistema Europeo Común de Asilo, porque no permiten el acceso al propio derecho, impiden que su ejercicio sea ágil, accesible y efectivo y bloquean el acceso a los procedimientos, vulnerando los derechos fundamentales de las personas afectadas. Particularmente, se vulnera el derecho a solicitar asilo y la aplicación del principio de no devolución (Artículo 18 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE). Suponen además la infracción del Artículo 41 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea sobre el derecho a la buena administración y del Artículo 6 de la Directiva 2013/32/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de junio de 2013, sobre procedimientos comunes para la concesión o la retirada de la protección internacional, que estipula un plazo máximo de tres días hábiles para registrar la solicitud desde la formulación realizada por la persona solicitante.
Se estima que decenas de miles de personas se encuentran en un “limbo jurídico” que les impide acceder a los derechos reconocidos a las personas solicitantes de asilo: derecho a trabajar, derecho a la sanidad, derecho a la educación, derecho a prestaciones sociales, derecho a la acogida (especialmente en los casos de personas en situación de especial vulnerabilidad), entre otros. La cifra real de las personas afectadas se desconoce, ya que ni siquiera pueden manifestar su deseo de solicitar asilo, por lo que no queda registrado.
ASOCIACIONES QUE PRESENTAN LA QUEJA: Andalucía Acoge, Asociación Atalaya Intercultural, Asociación Claver, Asociación Loiola Etxea, Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Centro Padre Lasa, CESAL, Coordinadora de Barrios, Creando Huellas, Diaconia,Fundación Ellacuría, Fundació Migra Studium, Fundación Red Íncola, Fundación San Juan del Castillo – Centro Pueblos Unidos, La Merced Migraciones, MPDL, Progestión, Provivienda, Red Acoge, SJM, SJM Almería, SJM Valencia, Sercade.
CÍRCULO DE SILENCIO en solidaridad con los inmigrantes – 3.6.23 en Callao (Madrid) de 20.30 a 21.30 –
Porque los delegados de migraciones de la Iglesia española acordaron que lo celebraran, en una u otra forma, todas las diócesis (más explicación y materialesen esta entrada).
Porque se está atentando contra la dignidad de las personas migrantes. Porque sigue habiendo muertes injustas, fronteras fortaleza. Porque los medios de comunicación y nuestros políticos manipulan el significado de nuestro vocabulario y de muchas conciencias. ¡Seguiremos denunciando toda ley y acto contra las personas migrantes!
¿Qué son los Círculos de Silencio?
Una acción NO VIOLENTA en solidaridad con las personas inmigrantes y de reivindicación de los derechos de todas las personas. Defendemos la noviolencia como el camino a seguir y a descubrir, que ponga siempre la conciencia por encima de la ley.
LOS CÍRCULOS DE SILENCIO: ACCIÓN COMÚN DIOCESANA – Tomado del Dpto. de Migraciones de la Conferencia Episcopal –
El Departamento de Migraciones de la CEE ha publicado un sencillo material para promover como acción diocesana común los Círculos de Silencio. Puede verse al final de esta entrada. Esta acción diocesana común fue uno de los 3 proyectos consensuados en la Jornada de Delegados del 22-24 de abril 2022. Se ha diseñado un material sencillo, ágil y visual, orientado a motivar a las delegaciones o secretariados de diócesis donde no se realicen para que vean la posibilidad de iniciarlo, o de sumarse donde ya existen, bien participando y promoviéndolos, bien co-organizando o trabajando en red. Depende de cada lugar, existe una sana pluralidad. Lo importante es conocer su sentido y superar miedos y pereza.
No pretendemos apropiarnos de esta acción y su filosofía, sino participar de ella, promoviendo una presencia simbólica, una acción común diocesana. Es decir, que pueda estar presente en todas las diócesis (respetando pluralidad y características de la historia o el momento de cada Círculo, o convocando donde no existe y pensando cómo y con quién hacerlo).
108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado AQUÍ CONSTRUIMOS UN FUTURO CON MIGRANTES Y REFUGIADOS [Fuera de España, el lema es «Construir el futuro con los migrantes y refugiados] – 25.9.22 –
[Pulsa en la imagen y se abrirá en una ventana nueva para su descarga]
– Página creada el 26.6.22; 18ª actualización el 23.9.22 –
ÍNDICE DE ESTE ESPECIAL WEB (pulsa en cada ítem para ir a ese punto en esta página o a la página citada en otra pestaña):
AUDIOVISUALES: Materiales formativos, para reuniones…Varios temas, cada uno incluye vídeo e imágenes de presentación del tema, frase de la Escritura, frase de Francisco, buena práctica, y pregunta. Tomados de la página de la Sección Migrantes y Refugiados del Vaticano.
RefugiArte: selección oficial 2020-2021.RefugiArte es una iniciativa de ACNUR, involucrando a artistas -que donan sus obras- para ilustrar sobre las situaciones de desplazamiento forzado en América Latina y el Caribe. Ofrecemos esas obras.
LAS CLAVES DE LA PASTORAL CON MIGRANTES. Audio de la entrevista -2.9.22- a Rufino García Antón (delegado episcopal de Movilidad Humana en Madrid) y Jorge Vicente Cervantes (del Equipo de Coordinación Operativa de la Mesa por la Hospitalidad de la diócesis de Madrid).
MENSAJE DE LA SUBCOMISIÓN PARA LAS MIGRACIONES Y LA MOVILIDAD HUMANA de la Conferencia Episcopal Española
A pesar de las oscuridades y las malas noticias que nos invaden, la fe nos dice que hay esperanza, que tenemos un futuro que tiene el don de comenzar a realizarse ya en nuestro presente. Por eso podemos proclamar que «nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia» (2 P 3,13).
Aun así, parece un atrevimiento hablar de futuro en medio de las rupturas de nuestra época, y de las heridas que provoca la emergente epidemia de desesperanza que cala tanto en nuestras vidas como en cada espacio social. Pero la fe nos fortalece y nos coloca en otro camino. Aprendemos a avanzar como Pueblo de Dios en medio de la historia concreta en la que el Señor nos ha colocado para ser su sal y su luz en medio de tantas vicisitudes y retos. Él nos confía su misión.
Con esta convicción la Iglesia, en cada lugar, se pone al servicio del reino de Dios sabiendo que nuestra tarea no es pesimista ni alienante, pues es Cristo mismo quien actúa. Él es quien está presente, nos ama, anima y marcha por delante y cuenta con nosotros «en unión con los suyos, los llamados, los elegidos y los fieles» (Ap 17,14)
Como una gran primavera, el futuro florece en cada momento y echa raíces en la siembra que hacemos hoy, en un mundo globalizado, regado con los flujos migratorios e interconectado. Construirlo es una tarea apremiante, siempre que comencemos aprendiendo a leer y desvelar el paso de Dios por la historia del presente. Así nos pondremos a trabajar en su dirección y no en la nuestra.
La resurrección de Cristo es meta y, al mismo tiempo, semilla que impulsa este futuro; y aunque a veces experimentamos oscuridades, vemos cómo se talan los brotes a nuestro alrededor, o la desesperanza llama a nuestros corazones, la vida del Resucitado siempre resurge porque es la que fluye siempre, como savia nueva, en el interior de cada acontecimiento, pero no olvidamos que en forma de semilla. Por eso este futuro siempre, a pesar de los inviernos, brota exultante desde la humildad, y necesita centinelas atentos que señalen y desvelen los signos de esta fuerza tenue y sencilla de la resurrección. Las migraciones, los movimientos humanos, la vida de los refugiados son hoy lugares privilegiados desde donde Dios nos habla.
La construcción del futuro no es una idea desencarnada. Dios tiene en cuenta nuestro barro y nuestra pobreza. Es más, es por medio de ellas desde donde enriquece al mundo (Cf 2 Cor 8, 9), por lo que no nos escandaliza que nunca el Reino de Dios tenga nombre de éxito o de victoria inmediata, porque sabemos que «llevamos este tesoro en recipientes de barro» (2 Co 4,7). La esperanza de este futuro cuenta con la sencillez del evangelio, con la pedagogía de la Resurrección y con la mirada de María que sabe cantar las maravillas del Señor en medio de la sencillez y la cotidianeidad de un mundo plural y multicultural.
Nuestra sociedad globalizada, tras el trauma de estos años de covid, crisis, flujos migratorios cruentos o guerras cercanas y lejanas, tiene el reto de empujar con esperanza el futuro. Los creyentes tenemos mucho que aportar en este camino esperanzador y en la definición de horizontes. Por ello no podremos dejar que el futuro se construya solo o que otros lo edifiquen. Si no nos movemos o nos quedamos mirando a nosotros mismos y nuestras organizaciones acabaremos llegando a donde no debemos.
Necesitamos sacar lo mejor de nosotros para moldear juntos este proyecto de humanidad abierto y esperanzador. Para hacerlo posible Cristo suscita vocaciones, y nos envía comunidades y migrantes que posibilitan que ese sueño de Dios se realice y se transforme en anuncio y en movimiento que devuelve dignidades arrebatadas. Son los vigías del futuro que nos ayudan, desde Cristo, a edificarlo gota a gota. Tendremos que animar, apoyar y acompañarlos.
Hoy se pone en cuestión el derecho a huir de guerras, hambrunas, de construir una vida familiar en entornos seguros, de buscar una vida digna. Es tiempo de atreverse a mirar el futuro de las migraciones con los ojos de Dios, teniendo en cuenta que lo hacemos en medio de una cultura a veces miope y entretenida en sus pequeños espacios, poniendo fronteras y muros, o agrandando las rupturas que descomponen el plan de Dios.
Nos cuesta hablar con los que no piensan como nosotros, tenemos mil parámetros diversos y pocos puntos de conexión. La mirada de Dios nos hace caer en la cuenta de que hay un lenguaje común con otras maneras de pensar, y es el defender la dignidad humana, reconocerla y comprometernos con vitalizarla allí donde se pone en cuestión. Es el punto de encuentro para dialogar con otras visiones, y una plataforma desde donde podremos ayudar a que nuestros hermanos descubran aquello que les hace realmente felices y para lo que hemos sido creados. No hay futuro sin defensa de la inquebrantable dignidad de cada persona y de vivir con esa dignidad en nuestro mundo.
Este es el paradigma donde nos sitúa la jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que este año pretende fijar la mirada en quienes pueden ser privados de la construcción de este futuro si no hacemos nada o si globalizamos la indiferencia. Desde él recibimos nuevas y viejas llamadas:
1- En un mundo cruzado por los flujos migratorios, es tiempo de comenzar a edificar a ritmo de la justicia que mana de Dios. Eso significa que “ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales.” (Ft 171), y, por lo tanto, exige “reconocer y respetar no sólo los derechos individuales, sino también los derechos sociales y los derechos de los pueblos.” (Ft 126)
No hay futuro sin la justicia. La urgencia de la justicia se da en un mundo dividido y lleno de brechas que se pueden sanar y reconciliar, y nunca convertir en rentas para provechos electorales y para alcanzar a poder.
Ante el fenómeno migratorio pensamos en el desarrollo de la justicia que no solo se piensa localmente o desde un entorno concreto, sino que aspira a ser patrimonio de toda la humanidad. Planteamos una justicia global que tenga en cuenta las generaciones futuras, el medio ambiente y los compromisos de todos los pueblos de la tierra.
Jesús nos pide incluir a todos con gestos concretos, pues como cristianos “no tenemos derecho de excluir a los demás, juzgarlos o cerrarles las puertas” (Jornada mundial de las personas migrantes y refugiadas 2022). Ahora se abre la tarea de seguir impulsando espacios y actitudes los desarrollen.
2.- No hay futuro sin atender a quienes forman parte de él, pero tampoco sin ayudar a que sean sujeto de su propia construcción. La realidad de la migración, como signo de nuestro tiempo, nos dice que el anuncio de la esperanza y la construcción del futuro no puede darse sin poner a los migrantes como constructores y parte de la construcción. No se trata de ponernos “nosotros” delante y “ellos” detrás, sino, como dice el papa, construir juntos cada día un “nosotros más grande”.
La Iglesia quiere poner a cada migrante en el centro para escuchar su grito y con él construir el futuro que Dios sueña. Lo que este futuro no tolera es ser construido “para los migrantes” sin la luz y la sal de los migrantes. No podemos olvidar a nadie si queremos vivir la catolicidad del pueblo de Dios.
3.- Un futuro con la sabiduría del migrante. El futuro de todos se construye, además, aprendiendo a descubrir el tesoro que nos traen los migrantes y refugiados.
Como signo de nuestro tiempo nos aportan claves fundamentales para entender el plan de Dios ante el futuro. Su trabajo, su juventud, su sacrificio y su amor a la vida son solo algunas de las grandes bocanadas de aire fresco que traen. Con ellos, y escuchando su experiencia, podremos recuperar y recrear elementos fundamentales de la fraternidad a la que se nos convoca en medio de la diversidad, al tiempo podremos recuperar dimensiones nuevas sobre la forma de ser cristianos hoy. “La presencia de la personas migradas y refugiadas, como en general, la de personas vulnerables representa hoy en día una invitación a recuperar dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad que corren el riesgo de adormecerse con nuestro estilo de vida lleno de comodidades. (Papa Francisco, Jornada mundial de las personas migrantes y refugiadas 2019). Esto nos estimula a profundizar en nuestras propias convicciones y a reconocer la riqueza de quien llega.
4.- El futuro se construye también preparando a nuestras comunidades para ser acogedoras y hospitalarias, tengan o no migrantes en su seno.
Un futuro “con todos” se forja incorporando la experiencia y la novedad del migrado que ya vive entre ellas, y del migrante que llama a las puertas. Se presenta el reto de seguir construyendo comunidades hospitalarias en todos los aspectos, no delegando ni encapsulando la atención al migrante como un aspecto periférico de la pastoral, sino injertándola en la catequesis, en la predicación, en la oración, en la gestión…
Así, las comunidades que palpitan desde la hospitalidad siembran ese futuro. Se revitalizan con esta savia nueva de la migración que nos llega y se convierten en un signo auténtico de anuncio renovado del evangelio. La fraternidad es posible si generamos comunidades significativas que vivan en su seno la armonía que regala la fe.
Pero es un camino complicado. Los migrantes a menudo no son vistos desde la clave de la dignidad o de su humanidad; hay otras claves en nuestra sociedad que les señalan y les contemplan como estorbo, invasores o ciudadanos de segunda. Son planteamientos dañinos que cruzan la vida ideológica, política o cultural, y que se cuelan en la vida de la fe. “Es inaceptable que los cristianos compartan esta mentalidad y estas actitudes, haciendo prevalecer a veces ciertas preferencias políticas por encima de hondas convicciones de la propia fe: la inalienable dignidad de cada persona humana más allá de su origen, color o religión, y la ley suprema del amor fraterno.” (FT 39).
Por tanto, estaremos atentos a detectar, educar y evangelizar todo sesgo que nos repliegue en nosotros mismos y difunda en nuestros entornos mentalidades lejanas al Evangelio recibido.
La Iglesia en la vida de sus comunidades quiere ponerse al servicio de quien quiera construir este futuro y convocar a nuestra sociedad a caminar hacia la fraternidad universal a ritmo de “amabilidad social” contando con el don de los migrantes y refugiados.
La aspiración es llenar de esperanza nuestro mundo desde el realismo del evangelio. Eso supone aportar un tono nuevo a las relaciones sociales y al modo de edificar el proyecto de futuro, impidiendo que la división o la ideologización destruya puentes e invisibilice a los más vulnerables.
Esta es una Jornada que puede impulsar la necesidad de sacar a la luz tantas realidades vulnerables e invisibilizadas, para rezar por ellos, que afrontan mil dificultades, sufren y lloran en medio de tantas injusticias. Y una ocasión para sensibilizar a nuestras comunidades de las lágrimas de los migrantes, pero también para descubrir el don de Dios que esconde su incorporación a nuestras sociedades y la oportunidad que su presencia nos está dando para recuperar nuestra humanidad y nuestra esperanza.
Ahora animamos en cada espacio a responder y plasmar: ¿cómo podemos construir un futuro donde todos quepan y podamos vivir en paz y fraternidad?
Obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española
AUDIOVISUAL: Materiales formativos, para reuniones… [tomado del Dicasterio vaticano para el Desarrollo Humano Integral]Cada tema incluye vídeo e imágenes de presentación del tema, frase de la Escritura, frase de Francisco, buena práctica, y pregunta. Los temas son:
RefugiArte: selección oficial 2020-2021.RefugiArte es una iniciativa de ACNUR, involucrando a artistas -que donan sus obras- para ilustrar sobre las situaciones de desplazamiento forzado en América Latina y el Caribe.
Es fácil usar estas imágenes como recurso pastoral desde el arte y la belleza. Basta imprimir cada imagen en una hoja de tamaño A3 (por ejemplo) y colocar bajo cada una el título, autor, y el texto que ofrece éste sobre su cuadro. Un zip con todas las imágenes y con archivos Word de cada una en A3puede descargarse desde este enlace. Y un Word con todos los textoslo ofrecemos en este enlace. Aquí, en la web, si se pincha en una foto, se abre en Flickr; para abrir en pestaña nueva, clic con el botón derecho.
Travesía de la esperanza – Ricardo Parra (Chile)
La esperanza por buscar un nuevo, seguro y próspero futuro.
Sin-documento 483 – Imyra (Brasil)
Caravanas en donde las personas se ven obligadas a salir de sus hogares casi sin pertenencias y a caminar rumbo a otros lugares sin ninguna certeza de lo que van a encontrar en el camino o si van a lograr llegar a algún lugar mejor.
Recuento de incertidumbres - Joel Vladimir Renderos Castillo (El Salvador)
La obra ilustra las relaciones de poder, la delimitación territorial, la mortalidad, el enfrentamiento físico, y la vulnerabilidad humana.
On my way to liberty – Larissa Coelho (Brasil)
Me inspiré en las historias de refugiados y migrantes venezolanos. Escalar y caminar a través de curvas ciegas en las montañas es extremadamente peligroso y doloroso, pero estas personas lo hacen por libertad y seguridad. Traté de representar exactamente esto con una familia de cuatro y su equipaje.
No me quiero rendir – Amanda Rodríguez (Chile)
Cientos de personas quedan varadas en el paso fronterizo Chacalluta (Chile-Perú) debido a que su ingreso al país es rechazado, y Perú cambia las regulaciones migratorias, por tanto, tampoco pueden retornar.
Mi voluntad – Efont (Venezuela)
La inspiración fundamental es todo lo que hemos vivido en Venezuela. Lo más duro es haberme separado de mi hija; tener que verla partir sin saber si la veré de nuevo. Mi gran consuelo es que otro país la ha recibido y le ha dado, sin conocerla siquiera, una nueva luz, una nueva oportunidad de vida.
Los nuevos refugiados – Salomón (El Salvador)
Desplazamientos forzados, que son a raíz de las extorsiones, la pobreza y sobre todo, la violencia de pandillas y que crean un impacto negativo en nuestra cultura, sobre todo en la seguridad de nuestra comunidades vulnerables.
Hogar – Barrial (Perú)
El hogar de las familias esta ahí: en su unión, en sus brazos, los padres cobijan las esperanzas.
Entre nosotros – Ernesto Saade (El Salvador)
El desplazamiento forzado es una problemática muy común en los países latinoamericanos, pero parece que la mayoría de las personas no se da cuenta o elige entregarse a la apatía, a tal grado que las personas afectadas caminan entre nosotros y ni siquiera sabemos que están allí. La luz representa la esperanza a la cual, muchas veces, es a lo único que las personas desplazadas pueden aferrarse.
El corazón en la mochila – Ana Espriella (México).
La obra expresa el momento de cuando una persona se ve obligada a abandonar su país y lo único que puede llevar consigo es el amor por su hogar en el corazón.
El camino truncado – Gabriela Jaime (México)
En algún momento intenté salir a otro país. Yo estaba en una posición privilegiada al tener acceso a una educación, a tomar un avión y tener donde hospedarme. Pero muchas otras personas no. Huyen de la violencia y no tienen la posibilidad de regresar. El camino se torna más violento que la huida, puertas que se cierran una tras otra, es siempre ir empujando.
Desplazado azul – Punche (Ecuador)
El desplazamiento y la fragmentación de los seres que huyen dejando pedazos de su ser a cada paso que dan. Los recuerdos, los sueños, las esperanzas de días mejores, fragmentos de sí mismos a cada país que van dejando atrás.
Desangrar – Alejandro Valencia Vargas (Colombia)
El desplazamiento forzado, como la gota continua que emana de un cuerpo, desangra. Con el color gris se evita la identificación con lugares específicos, se generaliza el mensaje.
Comunidad asediada – Salomón (El Salvador)
Desplazamientos forzados, que son a raíz de las extorsiones, la pobreza y sobre todo, la violencia de pandillas y que crean un impacto negativo en nuestra cultura, sobre todo en la seguridad de nuestras comunidades vulnerables.
Caminando - Javier Garrido (Argentina)
La obra está inspirada en los testimonios de los refugiados hondureños.
Bienvenidos – Vanessa Alexandre (Brasil)
Mi motivación para la producción fue retratar la dura travesía de venezolanos que llegan a Brasil y otros países, con recursos muy escasos y dificultades en el camino. En el tapiz guajira están representadas algunas imágenes: La familia -con una mujer embarazada – y otras escenas que muestran el éxodo de quienes abandonaron el país en medio de las dificultades. Todo esto desde el punto de vista de un niño.
Ante el CIE (Centro Internamiento Extranjeros) de Aluche VIGILIA DE ORACIÓN – 24.9.22 –
Como se lleva haciendo desde hace varios años, en distintas ciudades de España se convoca una vigilia ante sus CIE (Centro Internamiento Extranjeros). En Madrid, cerca del CIE de Aluche. Será a las 12:00, el 24 de septiembre, en la Plaza de Aluche (metro Aluche, salida Av. de los Poblados). Contará con la participación de Don José Cobo, obispo auxiliar de Madrid. El lema coincide con el de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que se celebra al día siguiente.
EN EL CIE NO HAY FUTURO Aquí construimos un futuro con migrantes y refugiados